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Nacional

Convulsiona en audiencia implicado en Caso Segalmex

El acusado tiene antecedentes de padecimientos cardíacos

Abel Barajas
Agencia Reforma

viernes, 17 marzo 2023 | 07:56

Agencia Reforma

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Ciudad de México.- Uno de los presuntos implicados en el Caso Segalmex, con antecedentes de padecimientos cardíacos, convulsionó la madrugada de ayer en una sala de audiencias cuando apenas el juez de control le notificaba su vinculación a proceso y, de no ser porque se recuperó de su crisis sin auxilio médico, el incidente hubiese terminado en tragedia.

El caso dejó en evidencia que el Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez no cuenta con equipo de primeros auxilios ni servicios médicos o insumos disponibles en forma permanente.

Los paramédicos de Protección Civil del Estado de México, los primeros en llegar, tardaron una hora en arribar a la sala de audiencias, mientras que el médico del Poder Judicial de la Federación de Toluca llegó una hora con 45 minutos después del incidente.

Este jueves, a las 2:45 horas, cuando el juez de control Gregorio Salazar Hernández les decía a los cuatro funcionarios procesados que eran "sabedores" de su pertenencia a un grupo criminal dentro de Segalmex, uno de ellos empezó a convulsionar en la sala judicial.

Simón, un hombre de 53 años de edad y antecedentes de enfermedades cardiovasculares, empezó a sufrir espasmos, cuando estaba sentado junto a sus abogados. La temblorina en sus brazos y la rigidez facial, su imposibilidad de hablar, levantó a los familiares de sus asientos en el recinto.

"¡Simón, reacciona por favor! ¡no cierres los ojos, por favor", gritaba uno de sus hermanos, mientras otro de sus amigos se arrodillaba y entre sollozos le rogaba que no se fuera.

"Él es inocente", gritó una de sus hermanas a los fiscales federales presentes, "ustedes saben que falsearon información".

El juez Salazar pidió el auxilio médico y tres minutos después suspendió la audiencia y salió por una puerta. Pero los médicos no llegaron pronto.

Entre gemidos y sollozos de su familia, los elementos de seguridad interna dejaron pasar a uno de sus hermanos a la parte interior de la sala judicial y tendió a Simón sobre el piso. Como no había alcohol, su hermano mojó un cubrebocas con gel de alcohol y se lo puso en la nariz.

Le quitó los zapatos y los calcetines, le colocó unos lapiceros entre los dedos de los pies y ejercitó sus piernas, pero su hermano seguía sin reaccionar, sin hablar, con los temblores en los brazos.

Sus familiares dijeron que tenía casi dos años sin sufrir una crisis de esta naturaleza.

A las 3:05 horas, después de las insistentes maniobras de su hermano y uno de sus amigos, el funcionario volvió en sí, sus temblores fueron cediendo lentamente y lo sentaron otra vez en su silla.

La atención y vivacidad con la que había seguido la audiencia, revisando documentos y auxiliando a sus abogados, se había ido. Despertó conmocionado, silencioso, con la mirada perturbada y ausente, con una expresión de rigidez.

El personal de seguridad del centro de justicia llamó de emergencia a los servicios médicos del Penal del Altiplano, de Almoloya, Toluca y autoridades estatales.

Los primeros en llegar fueron dos paramédicos de Protección Civil del Edomex, arribaron hasta las 3:51 horas y lo primero que hicieron fue medirle la glucosa y la presión. El galeno del PJF en Toluca llegó hasta las 4:30 horas con una bolsa grande de papel con insumos médicos.

A las 4:46 horas, se reanudó la audiencia y el juez hizo pasar al doctor del Poder Judicial a la mesa de testigos.

"Me comentó (el procesado) que tuvo un síncope y se desvaneció, no tuvo dolor en el brazo ni signos de un paro cardíaco. Está estable", dijo el médico y continuó la audiencia.

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