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Nacional

Bayardo, el infiltrado del Cártel de Sinaloa en la PFP

Durante el juicio contra García Luna, el capo sinaloense 'Rey Zambada' afirmó que Édgar Enrique Bayardo del Villar era su infiltrado en la Policía Federal

Rolando Herrera
Agencia Reforma

domingo, 05 marzo 2023 | 10:28

Agencia Reforma

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Ciudad de México.- Édgar Enrique Bayardo del Villar, exmando de la Policía Federal Preventiva (PFP), fue uno de los colaboradores cercanos del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. 

Sin embargo, de acuerdo con el testimonio realizado por el capo sinaloense Jesús Reynaldo Zambada García, el "Rey Zambada", en la Corte Federal de Brooklyn, fue el verdadero infiltrado del Cártel de Sinaloa. Esta es su historia.

Una historia de traiciones

Cuando Bayardo del Villar ingresó a la entonces Policía Federal en julio de 2007 no ocultó su riqueza, inusual para alguien que se había desempeñado un lustro antes como subprocurador de Justicia de Tlaxcala y a finales de los noventa como comandante de la Policía Judicial Federal (PJF).

En su declaración patrimonial asentó que poseía dos casas adquiridas de contado en 2004 y 2006, la primera, con una superficie construida de 750 metros cuadrados, en 5.5 millones de pesos, y la segunda, de 400 metros cuadrados, en 4 millones de pesos.

También declaró que poseía un BMW 750 modelo 2005, con un valor de 700 mil pesos; un Mercedes Benz 500 blindado modelo 2005, por el que pagó 800 mil pesos; y una Cherokee Limited blindada modelo 2006 valuada en un millón de pesos.

Ninguno de los bienes anteriores, ni la joyas y obras de arte declaradas, hicieron sonar las alarmas del Centro de Control de Confianza, como tampoco el hecho de que el nuevo fichaje de la corporación iba a tener un salario mensual de 17 mil 250 pesos, mientras que por "servicios profesionales" obtenía 100 mil pesos cada mes.

Cherokee blanca

El pasado 2 de febrero, en la Corte Federal de Brooklyn, durante el juicio al exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, Miguel Madrigal, agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) declaró que al menos desde 2008 existían sospechas de que la corporación que encabezaba el exfuncionario estaba infiltrada por el narcotráfico.

Ante los 12 integrantes del jurado que días después declararían culpable a García Luna de darle protección al Cártel de Sinaloa, el agente estadounidense indicó que en una ocasión vio un video en que se observaba afuera de una de las casas de Jesús Reynaldo Zambada García, el "Rey Zambada", la camioneta Jeep Cherokee que pertenecía a Bayardo.

También dijo que el día en que fue capturado el capo sinaloense, el 20 de octubre de 2008, conversó con el excomandante para hablar de la detención, sin embargo, la conversación fue corta, pues lo notó extrañamente preocupado.

La preocupación también fue relatada, no en el juicio de Nueva York, sino en la docuserie "Lo más buscados del mundo" de Netflix, por Víctor Gerardo Garay Cadena, excomisionado de la PFP, y quien fue absuelto en 2012 tras pasar cuatro años en la cárcel acusado por el propio Bayardo de trabajar para los Beltrán Leyva.

"Reynaldo Zambada, al estar ya desesperado por la captura, marca al director de investigación antidrogas de la policía. Esta persona le decía al "Rey Zambada" 'jefecito, patroncito, ordene, ¿qué necesita?' 'Señor estoy llegando, estoy pronto, no se preocupe ya voy para allá'.

"Al ver que seguían las detonaciones, "El Rey Zambada", vuelven a marcarle para decirle que qué carajos o qué chingados estaba pasando, por qué no llegaba. 'Señor estoy llegando, estoy pronto, no se preocupe, ya voy para allá'. Resulta que el director de investigación estaba trabajando para el Rey Zambada", indicó ante la cámara.

El hombre del Rey

En la misma Corte Federal de Brooklyn, "El Rey Zambada" aseguró el pasado 13 de febrero que en 2006 entregó a García Luna cinco millones de dólares en dos encuentros sostenidos en el restaurante Champs Elyées de la Zona Rosa, en la Ciudad de México.

Aunque él estuvo presente en las dos ocasiones, aclaró, solo atestiguó, desde una mesa contigua, la entrega del dinero, pues esa tarea se la encomendó a Óscar Paredes, quien era abogado de su hermano Ismael "El Mayo" Zambada.

Los pagos, según su dicho, era para que García Luna, quien en ese entonces era director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y sonaba ya como próximo secretario de Seguridad Pública, dejara trabajar al "Mayo" y a su organización delictiva.

Sin embargo, ante los miembros del jurado, el capo sinaloense señaló que su verdadero infiltrado dentro de la PFP era Bayardo y dijo que él le había regalado la camioneta Cherokee, la misma que Madrigal había visto en el video y que el ex comandante asentó en su declaración patrimonial.

El capo sinaloense aseguró que había pagado 350 mil dólares para que Bayardo fuera colocado en el área de combate a las drogas y que el dinero se lo había entregado a Víctor Hugo García Padilla, sobrino de García Luna.

Fuentes de la Policía Federal, que conocieron a los implicados, confirmaron que García Padilla y Bayardo tenían una relación cercana. Se les veía juntos dentro de las oficinas de la corporación y también en restaurantes.

Se habían conocido años antes, cuando la Agencia Federal de Investigación (AFI) prestó a unos agentes a la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala para que le ayudaran a hacer análisis táctico y el vínculo entre las corporaciones fueron los dos policías.

A partir de la relación con Bayardo, el estilo de vida de García Padilla cambió, algo que no pasó desapercibido para su tío, quien además era su vecino en la delegación Xochimilco pero, debido a los lazos familiares, decidió no actuar.

Agente doble

Bayardo, quien era licenciado en derecho por la UNAM, era un encantador de serpientes, se acercaba a todo aquel al que le pudiera exprimir información y buscaba dejarse ver con directores y otros mandos de la corporación para presumir sus buenas conexiones.

Recién ingresó a la PFP, el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio Ortega, alertó que había sido comisionado al área Antisecuestros que comandaba en ese entonces Benito Roa, pese a que era primo de un secuestrador.

"Es familiar de Mario Alberto Bayardo Hernández, el jefe de la banda de secuestradores 'Los Bayardo', quien sigue prófugo de la justicia desde hace cinco años ¿Para qué quiere Benito Roa a Bayardo en el área Antisecuestros?", cuestionó en octubre de 2008.

Pero ese vínculo familiar no era su único pecado, el propio Bayardo reconocería más tarde ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) que apenas un mes después de haber causado alta en la PFP, con la intermediación de Pedro Magaña, director operativo de la AFI en el Estado de México, se reunió con "El Rey Zambada" en un casa ubicada en Interlomas, donde pactó con el capo recibir dinero e información de narcos rivales.

Según Bayardo, su idea era aprovechar la información que le diera el capo sinaloense para ayudar a que uno de sus subalternos fuera ascendido.

"Fui a hablar con Jorge Cruz Méndez y Fidel Hernández García y les dije que había visto a esta persona y lo que me había comentado 'El Rey' y ellos me dijeron que cómo la veía, y yo les respondí que aprovecháramos para hacer un plan de trabajo, ya que todos queríamos que Jorge Cruz fuera jefe de División", declaró.

Y añadió: "si metíamos trabajo importante lo podían nombrar (a Jorge Cruz), y que la única manera de meter trabajo importante era a través de estas personas, y que deberíamos de aprovechar la información que nos podían dar para la captura de los enemigos de él, y finalmente capturarlo a él, y además llevarnos una lanita sin problemas, por lo que estuvieron de acuerdo".

"El Rey" le proporcionó un teléfono Unefón para comunicarse entre ellos exclusivamente, pero para Bayardo no era la única línea exclusiva, pues también cargaba un Nextel para comunicarse con los agentes de la DEA, con quienes presuntamente colaboraba más allá de los canales institucionales.

La caída

Sergio Villarreal Barragán, "El Grande", dijo el pasado 23 de enero en la Corte Federal de Nueva York lo que en México el testigo protegido identificado como "Lucero" había revelado años atrás: el operativo para capturar a "El Rey Zambada" el 20 de enero de 2008 no fue producto de una investigación, sino una delación de los Beltrán Leyva que de esa manera respondían al golpe que el 16 de octubre Zambada les había propinado al delatar la casa de Harold Mauricio Poveda Ortega, "El Conejo".

Villarreal Barragán, quien en México resultó un testigo protegido poco confiable, dijo que en ese año había una guerra entre los Beltrán Leyva y las demás facciones del Cártel de Sinaloa, lo que provocaba que unos y otros se delataran y usaran a los policías que tenían comprados para darse golpes mutuamente.

Según "El Grande", él mismo, junto con otros sicarios de los Beltrán Leyva, participó en el operativo; en cambio, "Lucero" dijo que pagaron dos millones de dólares al entonces director de Despliegue Regional de la AFI, Francisco Javier Gómez Meza, para que reventara la casa del Rey y lo asesinaran.

Tras la captura de "El Rey Zambada" quedó evidenciada la protección que recibía de Bayardo, a quien llamó por teléfono cuando estaba acorralado y por los esfuerzos que según "Lucero" hizo el comandante por liberar al capo sinaloense una vez que ya estaba en manos de los agentes.

Bayardo fue detenido el 22 de octubre de 2008, dos días después de la captura de "El Rey Zambada", quien lo entregó fue Garay Cadena, a petición de la SIEDO, y que ya estaba enterado de la complicidad de su subalterno, pues él había sido el que había mandado a videograbarlo y tenía las imágenes de la Cherokee blanca afuera de la casa del capo sinaloense en Lindavista.

Pero Bayardo de inmediato cambió la jugada, se hizo testigo protegido y reveló los abusos que Garay Cadena había cometido en la mansión de "El Conejo" en el Desierto de los Leones y los operativos que su jefe había decidido no implementar para capturar a Arturo Beltrán Leyva, "El Barbas".

Garay Cadena renunció a la PFP y fue enviado a prisión acusado de robo de 500 mil dólares y joyas con un valor de 120 mil dólares de la casa de "El Conejo", además de dar protección a los Beltrán Leyva; sin embargo, tras pasar casi cuatro años en la cárcel, salió absuelto.

Bayardo involucró a sus subalternos, Jorge Cruz Méndez y Fidel Hernández García, de participar en la protección al grupo de Zambada; estos agentes también fueron señalados por Jesús Zambada Reyes, hijo de "El Rey", y Ricardo Flores Quintana o Richard Arroyo Guízar "El Richard", hijastro del capo.

Bayardo cumplió un arraigo y después vivió en casas de seguridad de la PGR, hasta que el 1 de diciembre de 2009 fue asesinado en una cafetería de la Colonia del Valle; Hernández García y Cruz Méndez fueron enviados a prisión, pero ambos salieron absueltos.

"El Rey Zambada" se presentó en la corte de Nueva York bajo su condición de cooperante con la justicia estadounidense, pero es un hombre libre y, aparentemente, vive con su familia en un lugar desconocido de aquel país.

Su testimonio probablemente fue uno de los de más peso en contra de García Luna debido a que directamente aseguró haber dado sobornos al exfuncionario; una imputación parecida hicieron "El Grande" y Óscar Orlando Nava Valencia, "El Lobo".

Tras ser asesinado, Bayardo ya no pudo ratificar en los juzgados su testimonio ni contra "El Rey" ni contra Garay Cadena.

Al salir de prisión, Hernández García ya no volvió a la Policía Federal, en cambio, Cruz Méndez litigó su reinstalación y ahora es comisario dentro de la Guardia Nacional.

García Padilla, contra quien García Luna se negó a actuar, dejó a su tío a su suerte, declarado culpable y en espera de, probablemente, recibir una condena de cadena perpetua.

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