Nacional

El mexicano que atacó a Corea del Norte

En febrero un grupo asaltó la Embajada norcoreana en Madrid liderado por el connacional Adrián Hong Chang buscando derrocar a Kim Jong-un

Reforma
lunes, 01 abril 2019 | 07:20

Reforma

Ciudad de México— Poco antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reuniera con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en Vietnam, un misterioso incidente en España amenazó con sabotear la cumbre sobre la desnuclearización de la nación asiática.

El 22 de febrero, sujetos enmascarados se infiltraron en la Embajada de Corea del Norte en Madrid.

Después de atar y golpear al personal, robaron equipo tecnológico y huyeron en vehículos oficiales.

La noticia se manejó con un perfil bajo y pocos medios de comunicación reportaron el hecho. No fue sino hasta el 27 de febrero que los principales periódicos de España hicieron eco de la noticia.

El asalto se dio cinco días antes de la cumbre entre los líderes de EU y Corea del Norte en un esfuerzo hacia la desnuclearización.

Las informaciones iniciales indicaron a los reporteros que el "comando" podría haber actuado por "espionaje político".

El inicio de la operación

Las autoridades españolas revelaron que el primer rastro de los asaltantes data de junio de 2018, cuando Sam Ryu, un ciudadano estadounidense, y Woo Ran Lee, con pasaporte de Corea del Sur, reservaron tres habitaciones en un hotel a 200 metros de la Embajada.

La reservación abarcaba entre el 10 y el 16 de junio, donde otros cuatro hombres surcoreanos se hospedaron. Las autoridades sospechan que esta fue la manera en la que estudiaron la sede consular y prepararon el asalto.

La siguiente pista se presentó hasta el 13 de febrero, cuando Sam Ryu volvió a registrarse en el hotel, alquilándolo hasta el día 25.

El mexicano

Adrián Hong Chang, de 35 años, es un ciudadano mexicano con pasaporte de EU, quien ha sido señalado por las autoridades españolas como el líder del asalto a la Embajada norcoreana.

Hong Chang ha sido señalado como un activista opositor vinculado a Cheollima Civil Defense (CCD), grupo que busca derrocar a la familia Kim.

"El empresario", como fue apodado por la Policía española, llegó a Madrid el 6 de febrero procedente de Nueva York.

El sujeto acudió al día siguiente a la sede consular, donde se reunió con el agregado comercial y se presentó como Matthew Chao, directivo de una firma con sede en Dubai y Toronto.

Hong Chang terminó su primera visita poco después y tomó un vuelo fuera de España al día siguiente.

El 19 de febrero, procedente de Praga, República Checa, el "empresario" llegó a Madrid, donde ya lo esperaba Sam Ryu con un coche alquilado.

Creando el comando

Los cerca de diez miembros que conformaron el comando adquirieron 33 rollos de cinta, alicates y una escalera telescópica en tiendas locales sin levantar sospechas.

Horas antes de dar el golpe, Hong Chang pudo comprar, sin levantar sospechas, material táctico, en momentos que España mantiene un nivel 4 de alerta antiterrorista.

El mexicano se hizo con cinco fundas de pistola de extracción rápida, cuatro cuchillos de combate, cinco fundas de pistola de extracción rápida, cuatro cuchillos de combate, seis pistolas simuladas HK, cuatro gafas de tiro, cinco linternas tácticas y cinco grilletes.

El asalto

"El empresario" se presentó a las 16:34 horas en la Embajada norcoreana y pidió ver al encargado de negocios que conoció días antes.

Una vez dentro del lugar aprovechó un descuido y permitió el paso al resto del grupo que entró y comenzó a golpear a los empleados del lugar.

Aunque maniataron, amordazaron e interrogaron a la mayoría de las siete personas, una mujer logró saltar por una ventana y huyó de la sede para pedir ayuda a la policía.

Tres agentes montaron un pequeño perímetro de seguridad alrededor del consulado y llamaron a la puerta, pero fueron recibidos por Hong Chang, quien se hizo pasar por autoridad y aseguró que todo estaba en orden.

Sin embargo, los agentes permanecieron frente a la sede y poco a poco se sumaron elementos.

Horas de angustia

Los asaltantes permanecieron en la Embajada cerca de cinco horas.

Durante el asalto, el grupo incitó a los rehenes a abandonar Corea del Norte. El encargado de negocios, Yun Sok So, fue uno de los más acosados por el grupo.

Yun es la máxima autoridad en el consulado, luego que en 2017 fuera expulsado de España el Embajador Kim Hyok Chol en respuesta a las pruebas balísticas en Pyongyang.

Mientras tanto, el comando se apoderó de teléfonos, discos duros, computadoras y memorias USB, algunas con imágenes de seguridad.

Horas después, el grupo se apoderó de tres vehículos propiedad de la Embajada y la mayor parte abandonó las instalaciones cerca de las 21:40 horas, sin que la policía pudiera entrar.

Hong Chang y otro de los asaltantes pidieron un Uber que los llevaría hasta Toledo, unos 80 kilómetros al sur.

El servicio fue contratado bajo el nombre de Oswaldo Trump, su tercera identidad utilizada en España.

Hong Chang y otro integrante del comando saltaron el muro de la parte trasera del consulado y se dirigieron al vehículo que se encontraba en la calle posterior, la cual no estaba vigilada por los uniformados.

El mexicano se desplazó hasta Lisboa, en Portugal, a unas seis horas de Madrid, y tomó un vuelo a EU.

Ingreso a la Embajada

Al ser territorio de otro país, la Policía española tenía prohibido el ingreso a la sede, por lo que tuvo que esperar en el exterior sin notar que el comando entero había abandonado el sitio hacía varios minutos.

Fue entonces que un grupo de estudiantes norcoreanos que acudieron a la Embajada a jugar en sus canchas, saltaron una valla y abrieron las puertas del lugar.

Corea del Norte autorizó hasta las 22:35 horas el ingreso a la sede a los agentes. Desde entonces las investigaciones son herméticas.

¿Un juego de espías?

El 27 de febrero, Hong Chang entró en contacto con el FBI para facilitar información sobre el asalto y confirmó que tenía material audiovisual robado.

Esta situación puso en duda si el grupo actuó bajo solo o bajo instrucciones de la inteligencia estadounidense.

El diario El Confidencial publicó que los servicios de información españoles sospechaban que EU estaba detrás del asalto, el cual ocurrió cinco días antes de la cumbre entre Trump y Kim para hablar de la desnuclearización de Pyongyang.

Por su parte, El País informó el 13 de marzo que dos de los integrantes del comando tenían vínculos con la CIA.

El 16 de marzo el diario estadounidense The Washington Post, señaló a Cheollima Civil Defense como responsable del ataque, algo que fue confirmado en su página web el 27 de marzo.