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Nacional

Alerta NL nueva oleada de haitianos

Albergues de NL se preparan para la llegada de otra oleada de haitianos, quienes ahora buscan regularizar su situación migratoria en México

Leonardo González/Reforma

domingo, 26 septiembre 2021 | 08:19

Reforma

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Monterrey, NL.- Una segunda oleada de migrantes haitianos está por llegar a Nuevo León y los albergues ya se preparan para recibirlos.

 Para los miles de migrantes de Haití que no pudieron cruzar a Estados Unidos en la frontera de Ciudad Acuña con Del Río, Texas, y para los que ya no soportan las malas condiciones en Tapachula, Chiapas, Monterrey se ha vuelto el destino más seguro en el que pueden buscar trabajo y esperar a que cambie la situación en la frontera.

 "Esperamos otra oleada fuerte (de haitianos)", alertó Juan Carlos Siller, quien coordinó el fin de semana el albergue Casa Indi.

  "Vienen de todo, hay personas que traen un poco de dinero, otros que no traen".

 Las autoridades calculan que actualmente en la ciudad hay unos mil 500 haitianos distribuidos en albergues, casas de migrantes, hoteles y casas de renta en las que ya se han acomodado.

 Tras el desalojo de Del Río por parte de las autoridades estadounidenses, se reportó que 8 mil haitianos regresaron a Acuña, y refugiados que ya están en Monterrey dijeron que viajarán a la ciudad.

 "Aquí en Monterrey está diferente a Tapachula", platicó Assurance Gedeon, de 26 años, quien ayuda de voluntario en el almacén de Casa Indi.

 "A las personas les gusta ayudarnos y nos dan dónde dormir, por eso nos gusta aquí, porque es diferente, nos han ayudado mucho más".

  Por ahora, Casa Indi es la que concentra la mayor cantidad de refugiados, con unos 960 caribeños que comenzaron a llegar a partir del domingo pasado.

 En este centro de ayuda ya empezaron a hacer espacio en la bodega, de donde ayer sacaron mobiliario para recibir más víveres.

 "Tenemos almacenes donde guardamos alimentos y mobiliario. Lo hemos estado trasladando (el mobiliario) a otra bodega, porque la gente ha respondido muy bien con las donaciones", dijo Siller.

 "(Van) a guardarlas ahí y hacer espacio, porque se espera otra oleada (de haitianos). Había muchos concentrados en Acuña y son los que están viniendo para acá".

 La Arquidiócesis de Monterrey anunciará hoy la apertura de sus templos para dar cobijo a migrantes y buscar dar a la población un mensaje de solidaridad.

 Luis Eduardo Zavala, fundador de Casa Monarca, refugio de migrantes, propuso integrar a los haitianos que quieren trabajar en el Estado y "darles la bendición" a quienes buscan llegar a Estados Unidos.

 Señaló que empresas se le han acercado para ofrecer puestos de trabajo.

 "Como todo fenómeno social, de nosotros dependerá si (los haitianos) son una carga o un activo social", expresó Gabriela Zamora, ex delegada del Instituto Nacional de Migración en el Estado y directora adjunta de Casa Monarca.

'Mejor nos quedamos a vivir en Monterrey'

 Violene Marseille, su esposo y dos hijos viajaban en autobús a través del centro de México la semana pasada cuando comenzaron a recibir advertencias de que su destino final, la frontera con Estados Unidos, ya no era un sitio seguro para cruzar.

 Connacionales suyos que ya habían llegado al punto fronterizo entre Ciudad Acuña, Coahuila, y Del Rio, en Texas, les decían que el Gobierno estadounidense estaba deportando a cientos de migrantes de regreso a Haití, de acuerdo con datos del Gobierno haitiano.

 Al descender del transporte en Monterrey, Nuevo León, Marseille advirtió la presencia de agentes migratorios mexicanos y decidió apresurarse con su familia hacia el albergue Casa Indi, según AP.

  Su viaje, que había comenzado más de dos meses atrás en Santiago, Chile, parecía haber concluido a unos 250 kilómetros al sur de la frontera estadounidense.

 Mientras las autoridades estadounidenses expulsaban a los últimos que quedaban de un grupo de más de 14 mil migrantes que se habían apostado debajo del puente fronterizo en Del Rio, miles de haitianos que aún buscan llegar a la frontera con EU cambiaron de planes y ahora buscan regularizar su situación migratoria en territorio mexicano.

 "Gastamos 4 mil dólares, todos nuestros ahorros, para llegar a EU, pero por lo que está pasando en EU mejor nos quedamos en Monterrey, queremos trabajar'', dijo Marseille, de 36 años.

  Tras cuatro años de vivir en Chile y ante el endurecimiento de los requisitos migratorios en ese país, Marseille y su familia decidieron ir hacia el norte atravesando lugares peligrosos.

 En su trayecto atravesaron a pie la peligrosa selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.

 "En el viaje me robaron mi anillo de matrimonio, vi cómo agredieron a niñas y mujeres, fue horrible'', narró.

 Mientras la familia se adentraba en México en autobús, Marseille, Telisma, su pequeño hijo John de 3 años -nacido en Chile- y su hija Rebeca, de 8, las noticias sobre lo que acontecía en Del Río los obligaron a cambiar sus planes.

 "Queremos papeles, documentos, para poder conseguir dónde vivir aquí'', indicó Telisma.

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