Video: Superan baches el metro de diámetro

Ciudad Juárez— Con un hundimiento que abarca más de media vialidad, además de baches profundos que superan el metro de diámetro, es como se encuentra la calle Arroyo de las Víboras en un tramo de varias cuadras en la colonia Felipe Ángeles.

Los vecinos de este sector al norponiente de la ciudad temen que el pavimento se desplome en otras partes de la calle, por la corriente de agua que circula debajo de ella, lo cual detectaron porque al pasar cualquier vehículo, el agua sale en las orillas de las banquetas.

Desde principios de este mes, los colonos que habitan por la Arroyo de las Víboras, desde el cruce con la Ignacio Mejía hasta la Grosella y la Acacias, dieron a conocer que tenían problemas por la gran cantidad de agua que pasa por ese arteria, además de que también lleva aguas negras del drenaje, y no hay respuesta de ninguna dependencia del orden municipal o estatal.

Incluso, el sacerdote Fernando Nava, párroco de Santa María de los Ángeles, templo situado por la calle Arroyo de las Víboras, había advertido del riesgo de hundimientos, por el agua que se filtra al subsuelo en donde se encuentra la alcantarilla, a la altura de la Mejía.

El socavón que ayer se abrió en esa arteria mide aproximadamente ocho metros de largo y más de cuatro de ancho, con una profundidad que pasa de los dos metros; por ahí entra el agua que se va por debajo del pavimento, lo que hace temer a los residentes de esta colonia más hundimientos que puedan causar una tragedia.

“Mire cómo sale el agua cuando pasan los carros, y más cuando son los camiones, esto significa que por debajo del pavimento es un río el que circula y pronto se va a hundir la calle”, señala la señora Martha Guadalupe Martínez, quien vive por la Arroyo de las Víboras.

Comentó que en el área donde se abrió el socavón este domingo, hace tiempo que empleados de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento abrieron un hoyo para instalar la tubería de la alcantarilla, pero no compactaron bien la tierra y al poco tiempo se hundió la calle; los vecinos la taparon con tierra y arena, pero ahora por las lluvias se originó el hundimiento.

A pesar del peligro que ese hoyo representa para los peatones y automovilistas, no ha acudido personal de ninguna dependencia, por lo que son los mismos colonos que con carretillas acarrean tierra para tratar de taparlo.