Video: ‘Espero que algún día nos volvamos a ver’

 “Espero que algún día nos volvamos a ver”, dijo Blanca, después de abrazar a su hermano por tres minutos, un tiempo que compensó los cinco años que tenían sin poder verse de frente, luego de que José Alfredo dejó su hogar de este lado de la frontera y cruzó a Estados Unidos en busca de otra vida. 

Más de 100 familias se están uniendo esta mañana sobre una tarima instalada a la mitad del Río Bravo, entre la frontera de México y Estados Unidos, después de tiempo sin verse a causa de las leyes migratorias que han separado a miles de personas por ausencia de documentos que avalen su estancia legal en el país norteamericano. 

Las familias provenientes de Estados Unidos visten una playera de color azul y se colocan al lado norte del Río Bravo, mientras que las personas que arribaron por el lado mexicano portan una playera blanca y se paran del lado sur de la frontera. 

Buenos deseos, palabras de amor, abrazos y besos es lo que ha imperado desde las nueve de la mañana sobre la escasa agua del Río Bravo, una corriente que “arrastra sangre, pero también esperanza”, dijo Fernando García, de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, uno de los organizadores del evento.