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Juárez

Video: Artesano de mucho filo

Desde hace 5 años, Mario Silva fabrica cuchillos artesanales que vende en todo México, además de EU, Centro y Sudamérica

Luis Carlos Cano
El Diario de Juárez

miércoles, 07 julio 2021 | 13:13

Omar Morales / El Diario de Juárez | Mario muestra un par de sus creaciones Omar Morales / El Diario de Juárez | La precisión es indispensable en su arte Omar Morales / El Diario de Juárez | Desde la colonia Manuel Valdez para el mundo Omar Morales / El Diario de Juárez | Montó en su casa el taller en el que trabaja de 6 a 8 horas diarias

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Son ya 35 años de que Mario Silva aprendió herrería y a fabricar distintas piezas de metal, pero nunca la siguió desempeñando; hace cinco años usó un machete que era de su papá para elaborar dos cuchillos, uno se lo quedó como un recuerdo familiar y el otro lo vendió, fue entonces que decidió dedicarse a este oficio.

Ahora, con un lustro de experiencia creando cuchillos artesanales, Mario, originario de Allende, Coahuila, pero juarense de corazón, tiene el orgullo de que sus piezas son utilizadas en distintas ciudades de México, de Estados Unidos, de Centro y Sudamérica.

“Estos cuchillos son de Ciudad Juárez, son una muestra de que aquí se hacen cosas buenas, de que aquí tenemos mucho qué ofrecer al resto del país y el mundo”, dice Mario, quien aprendió el oficio en un rancho en Rahma, Nuevo México y ahora lo aprovecha fabricando cuchillos y hachas personalizadas.

“Mi padre tenía un machete allá en Coahuila, y de esa pieza hice dos cuchillos, uno lo vendí en 100 dólares, un precio alto entonces, pero me lo compró un amigo porque le gustó, y este otro que guardo como un recuerdo familiar”, dice el artesano, al mostrar la pieza con un mango de cuerno de venado y madera de encino.

Después de que vendió el cuchillo al amigo que vive en la ciudad de El Paso, Texas, los pedidos empezaron a llegar de distintas ciudades del sur de Estados Unidos, en especial de personas que les gusta cocinar a la parrilla y a los aficionados a la cacería.

Mario decidió dar a conocer sus obras a través de las redes Facebook e Instagram, lo que derivó en la fabricación de más cuchillos, pedidos desde Monterrey, Guadalajara, de ciudades de Coahuila y de Chiapas, luego de lo cual la comercialización se extendió a Guatemala a través de una tienda especializada que tiene sucursales en Colombia, hasta donde se envían estas piezas.

“Pienso que una cosa me llevó a la otra, así es siempre, todo se va dando si trabajas con gusto, si le pones el corazón a lo que haces; así lo siento yo con cada cuchillo que hago, a pesar de que algunos clientes piden algo especial, pero en cada pieza va lo mejor de mí”, expresa este artesano que ofrece sus mercancías en la página Cuchillos Artesanales Silva.

Además de lo especial que lleva cada cuchillo que hace, Mario usa como materia prima lo que otros desechan, lo que ya no sirve o que va a terminar en una fundición, ya que una gran parte del material lo encuentra en recicladoras, en yonkes o en los puestos donde venden artículos de segunda.

Partes del motor, muelles o resortes de vehículo, son metales que Mario aprovecha para crear los cuchillos y hachas, luego de someter el fierro a temperaturas arriba de 800 grados centígrados en la fragua que él mismo fabricó y que funciona con gas.

Además aprovecha huesos de vaca, pedazos de cuernos de venado, y madera que consigue en esta región como el mezquite y encino, o la que le mandan de otros países, como el maple canadiense, que le sirve para las cachas o mangos de los cuchillos, la parte decorativa, algunos de una sola pieza, otros combinados con cuero, bronce o plata.

La elaboración de estas piezas artesanales, explica, empieza con el diseño que se elabora en una plantilla, luego se plasma en el acero, ya sea la hoja de muelle o en otro metal, y con el uso del calor en la fragua se le va dando la forma con el marro sobre el yunque.

Posteriormente se le da el revenido, explica, un proceso con el que el metal alcanza su máxima dureza al meterse por una hora en un horno eléctrico especial, al término de lo cual se le da el pulido.

Luego de esto, dice Silva, sigue el trabajo de las cachas, del mango, que se va armando y pegando según el material que solicitó el cliente y es ahí donde se utilizan distintos tipos de madera, el hueso, cuero, el bronce y la plata.

Un cuchillo no se hace de un día para otro, indica, para crear uno de éstos hay que trabajar de 4 a 8 días en él, dedicándole de 6 a 8 horas diarias y con mucho cuidado y hacer todo bien.

“En este oficio se trabaja con el corazón y con todos los sentidos, hay que tener concentración máxima para evitar un accidente, pues un descuido puede ocasionar una quemadura o un golpe y con eso, un atraso en la elaboración del cuchillo”, expresa.

“Cada pieza es una creación artesanal”, comenta, “creas algo estéticamente bueno, elegante o rústico, lo haces de la nada, de un pedazo de fierro haces arte y con ello me queda la satisfacción de lo creado”.

Y es precisamente esa dedicación la que le ha dado momentos de satisfacción, uno de ellos fue cuando le llamaron de Guatemala para felicitarlo porque en un concurso de cocina, el chef principal usaba un hacha creada por Mario, pero además, le pidieron les hiciera hachas como las que tenía este especialista de la cocina.

“Para mí, como artesano, como residente de Ciudad Juárez, me complace que se den este tipo de situaciones, esta es otra imagen de la ciudad; tengo la satisfacción de que conozcan a Juárez por estos cuchillos”, señala.

Son creaciones únicas, agrega, algo que sólo el que la pide va a tener y eso le da más valor al cuchillo, además de que lleva el aspecto especial que cada persona quiere, y lo mejor, es una artesanía de calidad. 

lcano@redacion.diario.com.mx 

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