Varados en Juárez, dos mil migrantes

Al enterarse que Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) suspendió desde ayer las excepciones humanitarias al Título 42 a través de la frontera Juárez-El Paso para los más de 2 mil migrantes que se encuentran albergados actualmente en Ciudad Juárez, algunos centroamericanos se acercaron al río Bravo para analizar las posibilidades de cruzar, pero decidieron regresar a sus albergues.

Debido a que desde el primero de septiembre más de mil extranjeros ingresan diariamente por esta frontera, las autoridades de El Paso han sido rebasadas, por lo que desde el miércoles le informaron a las organizaciones de abogados y a las autoridades mexicanas que a partir de ayer se suspendería la recepción de migrantes, a través de una excepción humanitaria, por el puente internacional.

De conformidad con el Título 42 de la Sección 265 del Código de los Estados Unidos, el 21 de marzo de 2020 el entonces presidente Donald Trump determinó que debido a la existencia de Covid-19 en México y Canadá había un grave peligro de que se siga introduciendo el virus en los Estados Unidos y que la introducción al país de personas o bienes es interés de la salud pública, por lo que desde entonces los migrantes de la mayoría de las nacionalidades son expulsados bajo la política sanitaria. 

Con el argumento de que los migrantes representan un grave peligro para la introducción de Covid-19 en Estados Unidos, desde que comenzó la pandemia los gobiernos de Trump y Joe Biden han realizado más de 2 millones 220 mil 441 expulsiones bajo la Orden de Salud Pública del Título 42; de esas, 328 mil 032 por las autoridades del Sector El Paso.

Desde el primero de octubre de 2021 –cuando comenzó el año fiscal estadounidense 2022–, hasta el 30 de julio pasado, CBP recibió en su Oficina de Campo de El Paso a 11 mil 375 migrantes, 9 mil 567 de los cuales no fueron expulsados bajo el Título 42, sino procesados bajo el Título 8.

A través del Consejo Estatal de Población (Coespo), CBP recibió del 26 de abril al 14 de septiembre a 2 mil 705 personas de distintas nacionalidades, 476 de ellas en agosto y 202 durante septiembre, informó su coordinador, Enrique Valenzuela.

De ellas, 130 se encontraban albergadas en la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, en donde tenían hasta más de un año esperando una oportunidad para solicitar asilo en el vecino país. 

Actualmente, el albergue católico cuenta con 348 personas de Honduras, El Salvador, Guatemala, y lconnacionales de Michoacán.  

“La verdad sí es algo difícil, nos llegó un oficio de Coespo que se para el programa hasta nuevo aviso, y estamos esperando a ver qué es lo que va a pasar porque la gente está a expensas de poder cruzar en una, dos, tres semanas. Gracias a Dios, había grupos que pasaban de 30, 40 personas, y ahorita ya lamentablemente se suspende”, informó Ivonne López de Lara, coordinadora del Centro de Derechos Humanos de la Casa del Migrante.

La trabajadora social lamentó la suspensión del beneficio humanitario, debido a que la incertidumbre de no saber cuánto tiempo tendrán que esperar les provoca estrés a los migrantes que huyen principalmente de la violencia, y su permanencia indefinida mayores gastos al albergue. 

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