Una odisea, dar a luz en el Hospital de la Mujer

Ciudad Juárez— Mientras Rubí, de 16 años de edad, se retorcía sentada en una banca metálica a causa del dolor ocasionado por las contracciones que tenía cada cinco minutos, el personal del Hospital de la Mujer (HM) le negó la atención médica y le ordenó regresar hasta el próximo viernes.

La adolescente había entrado en la primera fase del parto al dilatar cuatro centímetros y aun así se le negó la asistencia médica. El personal que la atendió ignoraba que la menor viajó en camión de transporte público desde Praxedis G. Guerrero y al ser enviada de vuelta a casa, tendría que recorrer –otra vez– los más de 80 kilómetros que existen entre Juárez y el otro municipio fronterizo.  

“Me la regresaron, le dijeron que viniera hasta el viernes. Aquí se me va a morir mi hija”, explicó Ana Cristina Ríos López, madre de la menor y quien en un momento de desesperación corrió a El Diario para pedir auxilio. 

Después de explicarle a uno de los médicos del HM y a un vocero de Gobierno del Estado las condiciones en que se encontraba la adolescente y la posibilidad de que el personal del HM incurriera en la violencia obstétrica, la menor fue admitida al área de urgencias. Cinco horas después dio a luz a su pequeña Yureimi.

Las últimas 24 horas la madre y ahora abuela las pasó en la banqueta buscando una sombra para descansar o en el sillón metálico donde intentó dormitar un poco pese al calor y al hambre que tenía, al no contar con recursos económicos para comprar comida.

Por la mañana y desde Praxedis, el padre de la recién nacida se trasladó en camión y cargaba un abanico de pedestal para ponerlo en la habitación común que Rubí compartió con otras mujeres parturientas.

El personal pidió que llevara el aparato si quería evitar que su pareja e hija padecieran de calor por la falta de refrigeración en el edificio estatal. 

El Diario documentó que desde el pasado mes de mayo, fallas en el sistema de refrigeración del Hospital de la Mujer han afectado a las mujeres y recién nacidos; además al personal que tienen que atender a las pacientes o entrar a los quirófanos para practicar las cirugías.

Estas fallas obligaron a médicos y enfermeras declararse en paro de labores, pero la promesa de solución por parte de la administración del hospital materno infantil, iniciaron que reanudaran las labores.

Ahora, son las familias de las pacientes las que deben cargar con  abanicos eléctricos para trata de mitigar la temperatura que –según se documentó– alcanza los 38 grados centígrados (100 Fahrenheit).

Sobre sus camas, las convalecientes en el piso de hospitalización deben sortear el calor apenas con la brisa caliente de los ventiladores.

Calor agobia a recién nacidos

Frente a Cristina se encuentra Javier, de 28 años, quien ha pasado los últimos dos meses ocupando otra silla metálica. Su hijo nació prematuramente a los seis meses de gestación; desde entonces se encuentra en una incubadora donde es alimentado vía intravenosa y cuenta con un respirador artificial en lo que maduran sus pequeños pulmones. 

“El calor sí es un problema porque nada más tienen un abanico grande de piso que avienta el aire caliente”, dice el padre de familia, el cual se turna junto a su esposa para cuidar al bebé. “No son condiciones aptas, pero es lo único que tenemos”, dice el padre que perdió su trabajo por permanecer día y noche en el exterior del hospital.

El bebé permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales y los padres desconocen la fecha en que serán dado de alta.

Ayer por la tarde permaneció bajo la sombra de un árbol y soportaba el calor con algunas botellas de agua que congeló su madre durante la noche.

Durante este tiempo ha comido y cenado gracias al apoyo de los diversos grupos religiosos que acuden diariamente a llevar alimentos. La deuda, dice, la desconoce. 

La pareja gozaba del Seguro Popular y su esposa había sido atendida en el 2016, cuando perdieron a su primer hijo, el cual también nació prematuro.

“Hemos preguntado si el bebé está bien aquí por el calor, porque nos han dicho que han habido niños enfermos, pero el pediatra nos asegura que va a estar bien…no tenemos para llevarlo a otro hospital”, dice resignado el padre de familia. 

¿Y la inversión?

En el año 2015, el Gobierno Federal y Estatal dieron a conocer que la inversión para la remodelación del HM fue de 177 millones 280 mil 131 pesos para el acondicionamiento de nuevas áreas como: urgencias, terapia intensiva, quirófanos, salas de parto, observación, elevadores, sistema de climatización, hospitalización, instalaciones tanto eléctricas como mecánicas, central de equipo para esterilización, área administrativa, mantenimiento y el módulo Seguro Popular.

“Este hospital se convierte en uno de los más importantes en la zona Norte, al beneficiar a 478 mil 112 personas, e incrementa en 189 por ciento la capacidad de atención de pacientes”, anunciaron el entonces presidente Enrique Peña Nieto y el exgobernador sujeto a proceso de extradición por probable enriquecimiento ilícito, César Duarte Jáquez. 

Ahora el compromiso signado por el director del sanatorio, Luis Alonso Guzmán Villegas, así como la administradora, Georgina Vargas Ramonfaur, es que a más tardar el 18 de junio estará reparado el sistema de aire acondicionado, cita el oficio OCC-DM-1013/2021

La empresa responsable de la reparación es Desarrollo en Construcción NRyCH. Una vez que se hayan realizado las composturas, con el apoyo de grúas se procederá a reemplazar tres compresores dañados, entre otros aparatos.

“(Además) se le realizará el mantenimiento preventivo a los equipos, esto sin afectar el funcionamiento del clima”, puntualiza el archivo firmado por ambos funcionarios estatales que se encargan de la coordinación del edificio, ubicado sobre Paseo Triunfo de la República”, se informó.

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