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Juárez

ESPECIAL

Un viacrucis, encontrar escuela en el suroriente

Sobredemanda provoca que niños terminen perdiendo hasta tres ciclos escolares

Alejandra Gómez
El Diario de Juárez

domingo, 12 junio 2022 | 09:41

Fernando Méndez / El Diario Fernando Méndez / El Diario Fernando Méndez / El Diario Fernando Méndez / El Diario

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A sus 11 años, “Andrea” debería estar por concluir el nivel primaria, pero ante la alta demanda en las escuelas ubicadas en el suroriente de la ciudad debió formar parte de listas de espera hasta que, en este ciclo escolar, logró ingresar a primer grado en la escuela Educar para la Libertad, que año tras año registra a más de 200 niños y niñas para esperar su turno en la búsqueda de un espacio.

“Siempre está saturadísimo y nosotros lo único que podemos hacer es que al primero que llegue lo acomodamos y, pues ni modo, a los demás les decimos que tienen que buscar lugar en otra escuela, aunque el problema es que no hay lugares y ellos terminan perdiendo el año”, dijo el director del turno matutino de la escuela ubicada en la colonia Urbivilla del Cedro.

Durante la pandemia, la escuela decidió ampliar la matrícula y aceptar al mayor número de alumnos posible porque al recibir educación a distancia la falta de salones de clases no sería un impedimento, pero cuando las actividades presenciales se retomaron el plantel debió enfrentar el reto de tener 15 grupos y sólo doce aulas, además de sobrepasar la cantidad de estudiantes por salón.

En el 2020, tanto en el turno matutino como en el vespertino se abrió un grupo más de primer grado y en el 2021 se habilitaron otros dos, por lo que al incorporarse a las clases presenciales la Dirección decidió alternar el uso de los salones entre los estudiantes y establecer días de asistencia para unos grados, mientras el resto atiende su educación desde sus casas.

“La solución inmediata a la sobrepoblación en la zona, antes de que se diera el incremento de grupos, fue la orden de aumentar hasta 40 alumnos cada grupo en ambos turnos”, contó la supervisora de la Zona Escolar número 173 en la que cada ciclo escolar la mayor demanda se concentra en los tres primeros grados.

En la búsqueda de una alternativa, en el 2019 la escuela solicitó la ampliación de los salones de clases, pero fue hasta octubre del año pasado cuando el Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa les entregó un aula móvil con espacio para 35 estudiantes; sin embargo, no se le dotó de bancas, pizarrón y aires, por lo que permanece en desuso.

Decenas se quedan fuera

La falta de espacios en la escuela no es una situación aislada, se trata de una problemática que enfrentan todos los planteles educativos del sector y que con el paso del tiempo ha provocado el incremento del rezago educativo en quienes logran obtener un lugar tras uno o hasta tres ciclos escolares registrados en listas de espera, denunció personal educativo.

“Es muy difícil porque aunado a la falta de espacio tenemos a niños con bastante rezago. No falta quien diga que por qué el padre de familia no pudo trasladarse a otra escuela, pero hay ocasiones en que las familias no tienen un ingreso seguro para el transporte ni para la alimentación… se escucha muy cruel, pero esa es la realidad que viven algunos de nuestros niños”, dijo la supervisora.

En el Sector Escolar del suroriente, integrado por las zonas 163, 165, 173, 174 y 175, donde se encuentran 36 escuelas primarias, docentes, directivos y supervisores de Zona señalaron que las listas de espera con más de una centena de estudiantes que no alcanzaron un espacio es una constante cada ciclo escolar, como la escuela Federico de la Vega, ubicada en Cerradas de San Pedro, que registra hasta 300 niños en busca de un lugar.

El incremento en la demanda de espacios lo asociaron tanto a la habilitación de unidades habitacionales como a la población en situación en movilidad, no sólo desde el interior de la República, sino también de Centroamérica u otros países, quienes incluso a mediados de ciclo acuden a los planteles educativos para solicitar un lugar.

“Es una población flotante, cuando son las preinscripciones son pocos niños, pero en agosto viene el trabajo fuerte, los salones tienen la capacidad de 35 alumnos, pero para un primero me llegan 100 y hasta 200 solicitantes y nada más escogemos 35”, dijo el director del turno vespertino de la escuela Educar para la Libertad, pero la cifra de aceptados aumentó con el grupo extra que no cuenta con salón.

Dan prioridad a quienes tiene hermanos

Los niños que logran obtener un lugar para nuevo ingreso son principalmente quienes cuentan con un hermano estudiando en el plantel, el resto es aceptado conforme el turno en que haga su solicitud. “Hacemos listas de espera y como vaya llegando la gente es como vamos aceptando”, contó el director, quien explicó que no pueden canalizar a los niños a otras escuelas porque enfrentan la misma situación.

Sin embargo, aunque la escuela decidió recurrir a la rotación de los grupos para que todos los estudiantes puedan ejercer su derecho a acceder a la educación, ante la suspensión constante de actividades presenciales para dar oportunidad a todos de asistir, con el paso del tiempo los padres de familia han ido relajando el compromiso de llevar a sus hijos a clases.

“Que los niños no tengan acceso a la escuela por sobrecupo nos afecta demasiado porque nosotros tenemos que dar prioridad a algunos, como a la niña que tiene 10 años y apenas pudo entrar a primer grado, entonces es un argumento que tenemos que plantearle a los padres de familia, hay mucha gente afuera esperando y lamentamos la situación que estamos viviendo”, dijo el director.

A la primaria Educar para la Libertad acuden los niños y niñas que residen en Parajes de San Juan, Senderos de San Isidro, Parajes de San Isidro, Finca Bonita, Parajes de Oriente, entre otros sectores, porque todas las escuelas registran una sobredemanda causada principalmente por la poca infraestructura educativa.

Las primarias más próximas a la escuela Educar para la Libertad son los planteles Isaac Newton y Carlos Monsiváis, que cada ciclo escolar registran listas de espera para todos los grados, las cuales se incrementan en el transcurso del período académico, en el que los padres de familia acuden a las instalaciones educativas para preguntar si sus hijos alcanzarán un espacio.

Además, docentes señalaron que al rezago educativo provocado por la falta de espacios en las escuelas su sumó el causado por la pandemia de Covid-19, la cual agravó la situación de los estudiantes que no cursaron el grado escolar en que se inscribieron, pero avanzaron al siguiente porque nunca se dieron de baja, lo que provocó que sus conocimientos quedaran desfasados de los contenidos de aprendizaje establecidos para su nivel.

Rezago educativo

“Andrea” es una estudiante que a sus 11 años cursa el primer grado en el turno vespertino y ha representado un reto para su docente porque el sistema de extraedad de la Secretaría de Educación le exige que nivele la edad cronológica con el grado al que debería de estar cursando, por lo que su evaluación no será la misma que la de los demás alumnos.

Ella no es el único caso, la escuela actualmente cuenta con ocho estudiantes en la categoría de extraedad, es decir, que ingresaron al sistema escolarizado dos, tres o hasta cuatro años después de la edad que les correspondía, pero en todos los casos se trata de alumnos que no pudieron entrar a tiempo al nivel primaria porque no encontraron un lugar.

“Por lo regular siempre nos pasa eso de que a los alumnos no los preinscriben en el período establecido y en agosto los padres de familia vienen a buscar lugar y no encuentran cerca de su casa y se pierden ese ciclo escolar, luego vuelven otra vez y no hay espacio y así hasta que encuentran y terminan por perder dos o tres ciclos escolares”, contó el director de la escuela.

En el último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en marzo del 2020, antes de la pandemia por Covid-19, en Ciudad Juárez 7 mil 430 niños y niñas de entre 6 y 11 años no estaban asistiendo a la escuela primaria, pero tras el período de confinamiento docentes y directivos aseguran que esa cifra incrementó.

Los padres de “Andrea” le explicaron a su docente que en la búsqueda de una escuela para inscribirla terminaron por pasarse los años, por lo que actualmente no sabe leer ni escribir y, además, tiene problemas de lenguaje que, de acuerdo con la maestra, terminaron por agravarse al no haber sido atendida a la edad que le correspondía en el primer grado.

Estudiantes en extraedad

Un estudiante en extraedad, como el caso de “Andrea”, es atendido primero desde los aspectos sociales porque por lo regular presentan problemas para interactuar con el resto del salón de clases; después, los docentes concentran su atención en la lectoescritura, como el manejo de trazos y la coordinación, explicó la maestra de primer grado de la escuela Educar para la Libertad.

“Trabajando una metodología efectiva, creo que se pudiera nivelarlos en tres o cuatro años porque hay un rezago no nada más en la lectura y la escritura, sino en lo socioemocional y en otras habilidades que los niños debieron haber traído desde el preescolar, y si está carente en esto, no puedo empezar con los contenidos de aprendizaje”, dijo la maestra.

En sus 15 años de servicio, la maestra de “Andrea” ha tenido que enfrentar la sobrepoblación y falta de infraestructura educativa en escuelas localizadas en las zonas de ‘Los Kilómetros’, en Riberas del Bravo y actualmente en el sector comprendido en Finca Bonita, donde ha atendido a alumnos que ingresaron a primer grado hasta cuatro años después de que les correspondía.

“Nuestras autoridades dan por hecho que hay cobertura educativa en Ciudad Juárez, cuando no la hay. Aquí se abrieron tres grupos más, sí, pero no tenemos aulas, entonces primero se debió haber resuelto eso. Dicen que hay cobertura y no se fijan en que no hay infraestructura o el recurso de maestros disponibles”, dijo la maestra.

Impiden construcción de más fraccionamientos

Ante la situación registrada en el suroriente de la ciudad, el titular de la Subsecretaría de Educación y Deporte, Maurilio Fuentes, aseguró que han impedido la construcción de nuevos fraccionamientos hasta que se edifiquen más salones de clases o nuevas escuelas que den cobertura a la demanda educativa en el sector.

“Lo que estamos haciendo es poco a poco ir viendo cuáles son las necesidades para cubrirlas, pero acabamos de entrar y lo hicimos con un gobierno bastante deteriorado en condición financiera, pero poco a poco lo vamos a ir logrando”, dijo el subsecretario, quien explicó que durante su administración se rechazó la solicitud de una empresa constructora.

Mientras tanto, estudiantes como “Andrea” enfrentan el reto de recuperar tanto los aprendizajes como habilidades perdidas por la falta de un espacio dentro de un salón de clases y cada ciclo escolar continúan a la espera centenas de niños y niñas que registran sus nombres en listas con la esperanza de ejercer su derecho a la educación.

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