Juárez

Tras caso Aristeo Baca, urgen garantías y protección a víctimas de violencia sexual

Los movimientos a favor de las mujeres e infancia en Ciudad Juárez pidieron a las autoridades la integración de un protocolo de actuación

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

martes, 12 febrero 2019 | 14:30

Hérika Martínez Prado/El Diario de Juárez

Ciudad Juárez.- Tras el delito de violación agravada que se investiga contra el sacerdote Aristeo Trinidad Baca Baca sobre una menor, los movimientos a favor de las mujeres e infancia en Ciudad Juárez pidieron a las autoridades la integración de un protocolo de actuación que ofrezca garantías y protección a las víctimas de violencia sexual, para que puedan superar los efectos de la violencia ejercida en su contra.

“Chihuahua es un foco rojo de abuso sexual con el mayor número de denuncias ya que

registra una tasa de 31 denuncias por cada 100 mil habitantes, mientras a nivel país es de 13.8 casos”, y Ciudad Juárez representa casi la mitad de los casos del Estado, informó Lydia Cordero Cabrera, directora del centro de crisis Casa Amiga Esther Chávez Cano.

Dijo que otros casos de menores violentas por alguien de su entorno más cercano, son acompañados por organizaciones de la sociedad civil lejos de los reflectores públicos, pero no lejos del dolor que esta violencia deja en las niñas, niños, adolescentes y contra sus familias.

Por ello, las representantes de Casa Amiga, la Red por la Infancia en Juárez, la Red Mesa de Mujeres y Grupo Compañeros, hicieron el llamado a la Procuraduría de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, a los Institutos Estatal y Municipal de las Mujeres, a los Sistemas de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) municipal y estatal ya la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), a posicionarse para que se realicen las acciones necesarias para integrar un protocolo de actuación.

También hicieron un llamado a los organismos de gobierno, medios de comunicación y a la comunidad a no caer en actos de doble victimización contra esta menor y otras víctimas, con los cuales se produce un sufrimiento añadido a la hora de investigar el delito.

Para las víctimas de violencia sexual esto representa efectos emocionales sumamente dañinos incluso comparables con la agresión inicial, comentó Catalina Castillo, representante de la Red por la Infancia.

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