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Juárez

Tras 10 meses desaparecido, familia y amigos de Benigno no pierden la esperanza

Él es uno de los 13 mexicanos que buscaban llegar a EU por el desierto de Chihuahua, pero fueron secuestrados

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

domingo, 07 agosto 2022 | 12:44

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Ciudad Juárez.- Benigno Alberto Álvarez Castro, originario de la ciudad de Chihuahua, “es una buena persona, amigable, noble y siempre dispuesto a ayudar a quien sea”, dedicado a su esposa y a sus hijas de 7, 15 y 16 años de edad; quienes hoy no podrán festejarlo en su cumpleaños número 37, como lo hacían cada año, porque desde hace diez meses se encuentra desaparecido.

“Pelón”, como lo llaman sus amigos, es uno de los 13 mexicanos que buscaban llegar a Estados Unidos a través del desierto de Chihuahua, pero que el 25 de septiembre de 2021 fueron privados de la libertad por un grupo armado, en una brecha del poblado de Coyame del Sotol, hacia Lomas de Arena.

“Hoy es tu cumpleaños y no abra festejo para mí, ni para tus hijas, pues nos faltas tú. Hoy mi horno no se prenderá para hacer tu pastel como cada año”, le escribió su esposa, Rocío Martínez, al pedir a las autoridades federales que apoyen a la Fiscalía General del Estado (FGE) en los rastreos.

La esposa del migrante también pidió a quienes se los llevaron que les permitan volver a verlo, para que sus hijas puedan reencontrarse con su padre.  

“A quien se los llevó, yo hablo por mi esposo, yo vivía con él, yo lo conozco, y él no les debe nada, ni yo les debo nada, ni mis hijas les deben nada a ellos como para que hayan hecho lo que hicieron. Y si les llegaron a quitar la vida nos salen debiendo, creo que lo mínimo que les corresponde a ellos es entregárnoslo para tener un poquito de paz y tranquilidad en nuestros corazones”, suplicó.

Alberto tenía trabajaba en la empresa Bachoco en la capital del Estado, pero “tenía sueños personales y sueños con sus hijas”, por lo que al saber que un primo de su esposa estaba en Estados Unidos se contactó con él para preguntarle cómo le había hecho. Fue entonces cuando descubrió que uno de sus familiares era el ‘coyote’ y decidió ir a buscar el ‘sueño americano’ en busca de una mejor vida para él y su familia. Pero todos, incluido el ‘coyote’, fueron privados de la libertad durante su viaje.

“Él iba a Oklahoma, pero en el viaje llegaban todos a Arlington y de ahí los repartían a donde iban, su destino”, el 25 de septiembre “él me habló como a las 8:00 de la noche, a esa hora llegaron allá a Coyame, la última ubicación que yo tengo de él es en el panteón de Coyame. Ese día recibí mensajes de él, todo el día estuvimos en comunicación, ya hasta las 8:00 que él me marcó para decirme que iba a apagar su teléfono, que ya no iba a traer señal”, recordó.

La última llamada que hizo Alberto la realizó del panteón de Coyame del Sotol, desde donde la mayoría de los migrantes que iban en el grupo se comunicaron con sus familiares.

Ahí comenzaron su travesía por el desierto a bordo de una camioneta 4x4, debido a la dificultad del terreno. El viaje en vehículo sería de siete horas y luego tendrían que seguir caminando durante días, pero cuando llevaban aproximadamente cinco horas de camino fueron interceptados por un grupo armado que desapareció.

Además de Alberto, entre el grupo privado de la libertad se encuentran los chihuahuenses José Luis Pallares, de 47 años de edad;  Javier Ricardo López Rodríguez, de 38; Amador Aguilar Mendoza, de 55; Emmanuel Aguilar Bailón, de 24;  Lorenzo Abraham González Mendoza, 39; Luis Carlos Islas Villegas, de 30; Alán Ricardo Salas Torres, de 22 y Daniel Villa Rascón, así como dos hombres de 33 y 37 años de edad, cuyos familiares pidieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) reservar la identidad por motivos de seguridad.

También formaban iban los migrantes Elías Girón Mateo, de 31 años, habitante el Estado de México, y Rodolfo Guzmán González, de 32 años, originario de la ciudad de Santiago de Querétaro.

Con ellos iba viajaba un adolescente de 14 años, quien narró a las autoridades que él también fue ‘levantado’, pero después le dijeron “tú no, tú vete”, y mientras se alejaba escuchó disparos, pero nunca volteó y siguió caminando hasta llegar a Estados Unidos, de donde fue expulsado bajo el Título 42 a Ciudad Juárez.

“La camioneta también se la llevaron, pero tampoco la han encontrado”, aunque en los operativos han sido localizados otros vehículos en las brechas, lamentó Rocío, quien por primera vez no pudo hornear un pastel de cumpleaños para su esposo.

“Siempre lo festejábamos, siempre hacíamos comida o cena, reuníamos a las dos familias, a la mía y a la de él. Yo le hacía su pastel todos los años, con sus hijas. Siempre procurábamos que fuera todos los años diferentes, a veces rentábamos una granjita o nos íbamos todos a las albercas o aquí en la casa, cuando no se tenía (dinero).  Él es bien amiguero, es muy noble, es una persona que siempre estaba disponible para quien sea, estaba dispuesto a ayudar a quien lo necesitaba. Siempre buscaba que a su familia no le faltara nada, por eso él decidió irse, tenía sueños de él mismo, personales y sueños con sus hijas”, recordó.

Hoy, sus hijas tienen fe y esperanza de que su papá va a regresar, por lo que pusieron un altar en su casa.

“Hoy en este día especial para nosotras es pedirle a quien te arrebato de nuestro lado, que nos dé razón de tu paradero para ir por ti en la condición que sea. Solo queremos tener una poquita de paz y tranquilidad en nuestras vidas, pues nuestras vidas ya no son las mismas desde que tú no estás. Te buscamos en los miles de rostros que vemos a diario por la calle, te buscamos por las noches en el cielo en  cada estrella. Y pedimos a Dios piedad y misericordia para poder encontrarte”, le escribió hoy su esposa.

“A las autoridades federales, les pido lo mismo que hemos estado pidiendo desde siempre, colaboración con la Fiscalía del Estado, porque muchas veces ellos no cuentan con los recursos. Se necesita del helicóptero de Sedena; Fiscalía del Estado no cuenta con un dron, Comisión Estatal (de Seguridad) sí lo tiene, pero no hay una coordinación entre ellos. Entonces, sí es mucha pérdida de tiempo”, reclamó la chihuahuense.

Confesó que “han sido días muy difíciles, la verdad. Teníamos al principio apoyo psicológico, ahorita ya tenemos como dos meses que no tenemos terapia, y tenemos apoyo con las escuelas, pero tenemos nosotros que estarles dando carrilla. Y nosotros no sabemos cómo se maneja eso, no sabemos a qué apoyos, por lo que estamos pasando, tenemos acceso. No tenemos la información, nos enteramos por otras víctimas, por ejemplo que podemos pedir apoyo de una despensa o de otra cosa, pero por otras víctimas, no porque la Fiscalía nos diga: pueden acceder a esto”, comentó.

“De todo corazón, si saben algo de Alberto que nos lo hagan saber, él no le hacía daño a nadie, solo iba a salir adelante para sus hijas. Destruyeron un hogar, una familia que solo lo que tenía en mente era cumplir sueños. Alberto, al igual que nosotras  no le debe nada a nadie, y si con su vida creen pago algo pendiente, nos salen debiendo a mí y a sus hijas. Regrésanoslo, mis hijas no merecen este dolor por favor”, pidió la madre y esposa.

Si usted tiene información sobre el paradero de Alberto y el grupo de 13 mexicanos privados de la libertad puede comunicarse al teléfono de la FGE 656-629-3300, extensión 50710 o escribir a la página de Facebook:13 Desaparecidos Coyame-Chihuahua.

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