Toma una mujer el control provisional del penal

Ciudad Juárez.— Tras la destitución de Alejandro Alvarado Téllez, quien fungió como director del Centro de Reinserción Social (Cereso) 3 desde el pasado mes de agosto hasta el lunes 2 de enero, está al frente de manera provisional Tania Guadalupe González Roa Mendoza, directora de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales, informó personal de la Fiscalía General del Estado. 

La servidora pública fue la encargada de atender el pasado martes a las autoridades que participaron en la revisión general de las habitaciones en el centro y ha estado signando papelería oficial del Cereso 3, se dio a conocer. 

En las actuaciones del lunes participó personal de la Visitaduría de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) como observadores y recibió información oficial por parte de González Roa Mendoza, dijo el visitador Eduardo Sáenz. 

La vocera de la FGE, Sahira Castro Martínez, dijo que Tania Guadalupe es la directora de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales, sin confirmar la asignación temporal del cargo en lo que se nombra al responsable, ya que se “encontraba ocupada” para responder a la solicitud de información realizada. 

Dijo que actualmente la situación legal del exservidor público se encuentra bajo investigación.

En tanto, Luis Alfonso Harris Arredondo, a cargo de la Dirección General del Sistema Penitenciario, Prevención y Reinserción, declinó emitir información respecto a las condiciones del penal al ser abordado previo al servicio en memoria de los custodios abatidos el pasado domingo dentro del Cereso 3.

En lo que va de la presente administración estatal, ésta es la segunda ocasión en que el Cereso 3 se queda sin titular a causa de hechos violentos ocurridos en el interior del reclusorio. La primera vez fue durante el intento de fuga de Ernesto Piñón de la Cruz el pasado 11 de agosto, con un saldo fatal de 12 víctimas mortales y sólo cuatro custodios sujetos a proceso penal.

Y la segunda ocasión fue el pasado domingo 1 de enero, luego del ataque al centro carcelario que permitió la fuga de 30 internos, entre ellos los dos líderes de la organización delictiva Los Mexicles: Ernesto Piñón de la Cruz y Félix Sánchez Hernández, quienes se presume que salieron juntos a bordo de las unidades blindadas que utilizaron para sacarlos del reclusorio.  Así como la muerte de 17 personas y 13 más lesionadas.