Juárez

También era refugio de polleros casa de la masacre

Fiscalía investiga tráfico de indocumentados tras matanza en Riberas

Staff/
El Diario de Juárez

domingo, 05 mayo 2019 | 06:00

El tráfico de indocumentados hacia Estados Unidos es una de las líneas de investigación sobre la masacre en Riberas del Bravo, donde fueron asesinadas cuatro personas y al menos tres más resultaron heridas, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado.

Aunque la venta de la droga conocida como ‘cristal’ es la principal investigación de la autoridad estatal, las identificaciones hondureñas de tres de los asesinados también hace presumir que la vivienda de la calle Rivera de los Pinos 2808-29 era un lugar utilizado por ‘coyotes’ o ‘polleros’.

Según vecinos, la casa ubicada a menos de 800 metros de los límites con Estados Unidos, en el nororiente de Ciudad Juárez, fue ocupada hace poco menos de un mes por un hombre de entre 22 y 25 años y una mujer con una niña de menos de dos años de edad.

Encuentran rastros de ‘polleros’ en casa de masacre

Los habitantes del sector sabían que era un “picadero” o punto de venta y consumo de drogas, y  veían que “entraba y salía mucha gente”,  principalmente mujeres y jóvenes, además de que hace unas semanas se percataron de la instalación de cámaras de seguridad en casi toda la cuadra, las cuales no saben si ya había desinstalado porque al parecer se iba a cambiar de lugar.

“Hace días sacó todos su muebles”, dijo una vecina de la vivienda donde se encontraron además varias escaleras hechizas, creadas con cuerdas y tubos de PVC, las cuales son utilizadas por los traficantes de personas para facilitar a los migrantes cruzar hacia Estados Unidos a través de la malla o el muro fronterizo.

Este tipo de escaleras han sido encontradas olvidadas o escondidas del lado mexicano del río Bravo.

Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza Sector El Paso, informó que durante abril se detuvo cada día en promedio a 860 migrantes que cruzaron por Ciudad Juárez de manera ilegal hacia Estados Unidos.

De acuerdo con la Fiscalía, “el Ministerio Público va a ponerse de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para que se contacte a su vez con la embajada de Honduras y revisen las direcciones de las identificaciones que se les encontraron, y se contacten con los familiares”.

Mientras tanto los agentes estatales investigan de quién era la casa ubicada en la etapa 8 del fraccionamiento Riberas del Bravo, desde cuándo era rentada y quiénes fueron los responsables del multihomicidio ocurrido la madrugada del viernes. 

De acuerdo con los primeros datos proporcionados por la FGE, quienes portaban las identificaciones de Honduras eran dos hombres y una mujer, mientras que la cuarta víctima, de sexo masculino, hasta ayer no había sido identificada ni reclamada por sus familiares.  

Oficialmente tres personas más se encontraron heridas en la vivienda, una mujer de 16 años y un hombre de 28, además de un adolescente de 17 años que se había refugiado por horas en una casa cercana. 

Pero de acuerdo con los habitantes del sector, al menos seis personas más huyeron del lugar dejando rastros de sangre sobre la calle, tres mujeres que corrieron hacia el norte y cuatro hombres más que escaparon hacia el sur, por la parte de atrás de la casa, aunque creen que uno de ellos fue el adolescente de 17 años que registró la Fiscalía.

Tras la masacre, la Fiscalía en la Zona Norte informó que “la Agencia Estatal de Investigación y la Dirección de Servicios Periciales realizan diversas diligencias para esclarecer el ataque armado”.

Se dijo que los peritos en criminalística de campo fijaron y embalaron 70 casquillos de calibres .223 (arma larga) y 9 milímetros (arma corta), además de teléfonos y residuos de la droga conocida como ‘cristal’, así como aditamentos para su consumo. (Staff / El Diario)

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