Solicitó INM operativos en el bordo, dice Cruz

El Municipio de Juárez continuará evitando que se vuelvan a instalar campamentos de migrantes sobre el bordo del río Bravo, pese al costo político que eso represente, aseguró ayer el alcalde Cruz Pérez Cuéllar. 

Dijo que los operativos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) que se llevan a cabo en la frontera son a petición del Instituto Nacional de Migración (INM), pero que no se permitirán asentamientos, por lo que en caso de que las personas en situación de movilidad se instalen en el bordo serán retiradas. 

“Independientemente si genera un costo político o no, yo sigo absolutamente convencido que lo que hicimos el año pasado (…) yo estoy convencido de que hicimos lo correcto y que muy probablemente evitamos una tragedia y así seguiremos; además ahora tendrán un gran espacio donde tendrán alimentación, tendrán todo en el albergue (temporal)”, indicó el alcalde al referirse al desalojo de cerca de 800 migrantes venezolanos que permanecían en un campamento instalado sobre el bordo del río Bravo, en ocurrido en noviembre del año pasado.

“No lo permitiremos, pero seguiremos trabajando para que sea a través de la disuasión cómo logremos que esto no se dé”, agregó el alcalde. 

La mañana de ayer, por primera vez, desde que comenzó el aumento en el flujo migratorio, hace más de cuatro semanas, las puertas del muro fronterizo se observaron casi vacías en la frontera de El Paso con Ciudad Juárez.

Desde mediados de septiembre, diariamente arribaban hasta el río Bravo/Grande cientos de personas en busca de ingresar a Estados Unidos de manera irregular, por lo que el Gobierno de Texas reforzó la seguridad en su frontera, mientras que en el lado mexicano personal del INM comenzó recorridos permanentes para inhibir el cruce.

Sin embargo, después de los acuerdos entre ambos países para bajar a las personas de los trenes de carga en los que viajan hasta la frontera y del anuncio del gobierno de Joe Biden de que comenzará a deportar a los venezolanos hasta su país, ayer en un recorrido realizado por El Diario sólo se observó a un grupo de aproximadamente nueve personas que caminaban cerca del bordo del río, a la altura de la llamada “puerta 28”, mientras hacía patrullaje una unidad del INM. 

Cerca de la “puerta 36” del muro fronterizo tres hombres más se escondían de los agentes mexicanos para poder cruzar el bulevar Juan Pablo II y luego el cauce internacional, mientras que en los límites estadounidenses ya había cerca de cinco personas sin poder atravesar el cerco de púas que es vigilado por la Guardia Nacional de Texas.