Se viene lo peor para migrantes, advierten

Analistas y estudiosos del fenómeno migratorio en Juárez coincidieron en que las políticas de control de la frontera en Texas se radicalizarán luego de que Greg Abbott ganó un tercer mandato como gobernador de ese estado el martes.

“Potencialmente su posicionamiento antiinmigrante se puede radicalizar para llamar la atención del electorado republicano en el contexto nacional de Estados Unidos, sobre todo en la parte de migración y el control de la frontera”, consideró César Fuentes Flores, profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte.

Resaltó que Abbott podría competir por la candidatura del partido republicano a la Presidencia de Estados Unidos, lo que aprovecharía para subir de tono su política antiinmigrante.

“Él ha asumido una postura que uno puede prever que se radicalice un poco más por sus aspiraciones presidenciales en Estados Unidos”, afirmó Fuentes Flores.

La administración del republicano se ha caracterizado por una dura política migratoria y de control de fronteras, incluso bloqueando el tráfico comercial en abril pasado como efecto de presión hacia los gobernadores mexicanos en el contexto de la crisis de indocumentados.

“La política de Abbott en la frontera resultó muy redituable electoralmente. El mensaje que va a recibir es que su política es la correcta y es de esperar un redoblamiento de su política. Va a recrudecer las medidas en la frontera, no sólo continuarlas, y prácticamente con la vía libre porque hay muy pocos contrapesos en la legislatura texana”, opinó Tony Payán, director del Centro México-Estados Unidos en el Baker Institute de la Universidad de Rice y catedrático de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

En abril pasado, Abbott ordenó al Departamento de Seguridad Pública de Texas revisiones exhaustivas que provocaron tiempos de cruce de hasta 13 horas, paralizando el mercado fronterizo temporalmente.

Incluso, para Payán, el Gobierno del republicano tendrá que ser cauteloso en el tema económico fronterizo, cuestión que podría repercutir en el migratorio de manera negativa.

“El Gobierno mexicano se está preparando para entrar en conflicto con Washington y afectaría los intereses texanos. La postura del Gobierno mexicano también se radicaliza y las confrontaciones se acercan; Abbott tendrá que intervenir y tendrá que lograr un equilibrio”, apuntó.

“Lo que más le costó fue atacar a la comunidad de negocios y no la cuestión de migrantes; la lección de abril, cuando cerró la frontera, fue aprendida, pero con los migrantes se va a ensañar”, advirtió el experto.

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