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Juárez

Se encomienda a Dios para seguir en la batalla

El urgenciólogo Israel Sánchez Tzompantzi, se contagió pero tras vencer la enfermedad continúa salvando vidas

Alejandro Vargas
El Diario de Juárez

miércoles, 17 marzo 2021 | 12:35

Cortesía | Sánchez Tzompantzi tiene una figura con la escritura de Filipenses 4-6-7 que reza ‘Presenta todo a Dios en oración y su paz guardará tu corazón’; a la derecha, durante su jornada de trabajo

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Ciudad Juárez— Sólo “encomendándose a Dios”, los héroes de la salud han conseguido fuerzas para seguir combatiendo a un año del primer caso de Covid-19 en Chihuahua, confirmado en Juárez el pasado 17 de marzo de 2020. 

En el Hospital 6 del IMSS, sobre un escritorio frente al área donde atienden a estos pacientes resalta una figura con la escritura de Filipenses 4-6-7: “Presenta todo a Dios en oración y su paz guardará tu corazón”.

Israel Sánchez Tzompantzi, urgenciólogo de 48 años, quien labora en el Seguro Social de esta frontera atendiendo a los pacientes enfermos por el Sars-CoV-2, narra que trabajan confiando en el todopoderoso.   

“Nos encomendamos a Dios antes de entrar”, dice rechazando cualquier tipo de protagonismo, y recuerda cómo al inicio de la pandemia entró al área de Urgencias, aunque no a curar, sino como un paciente. 

Al contar con 19 años de experiencia era consciente de lo que le pasaba, pues lo mismo que entonces atravesaba ya lo había visto en un sinnúmero de infectados de coronavirus locales que él había atendido.

Con su respiración saturando a 78 cuando lo normal es 90, fue trasladado en ambulancia al sanatorio 66; casi es sometido a intubación, pero venció al virus y ya recuperado sigue confrontándolo.

Destaca sentir sentimientos encontrados, pues lo que él atravesó ha sido una constante para todos los profesionales de los diferentes servicios de derechohabiencia que hoy arriesgan su vida para salvar a otros en esta pandemia.

Según datos de Salud del Estado, a nivel estatal han fallecido a causa de este padecimiento 111 trabajadores entre doctores, enfermeros y personal asistencial.

Sánchez Tzompantzi, quien estuvo durante tres días sedado, manifiesta que pudo haberse enfermado en un “error humano”, ya que en muchas ocasiones se debe atender o reanimar a los dolientes con premura.

Explica que a veces no existe el tiempo de colocarse los aditamentos correctamente antes de abordar a los que llegan con complicaciones, a quienes, señala, con sus colegas busca darles las mejores atenciones.

Reconoce que es de suma importancia que la comunidad continúe con las medidas preventivas oficiales: sana distancia, higiene y cubrebocas, pues puntualiza que “cuando uno se enferma, sufre toda la familia”.

Por ello, apeló a la conciencia de la población para no permitir que ocurra otro rebrote de la enfermedad, puesto que afectaría a todos en esta frontera que suma 29 mil 459 casos, de los que 2 mil 782 han muerto.

“Cuando una persona se enferma sufren todos los seres queridos, tienen que aislarla y sabiendo que existe el riesgo de que pueda fallecer. Es una angustia conseguir oxígeno y medicamento”, detalla el profesional.

Recordó que se cursa todavía la fase epidémica, que es la más álgida de la pandemia y que implica el riesgo de que ocurra un rebrote que pueda poner de nueva cuenta en jaque las capacidades hospitalarias.  

En ese contexto, los “héroes” continúan con la “fe puesta en Dios” y en las acciones de los ciudadanos, mismos que aún trazan la curva de contagios con base en sus cuidados y compromiso social.

avargas@redaccion.diario.com.mx

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