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Juárez

Riesgo latente para alumnos y docentes

Estructuras a punto de colapsar e instalaciones eléctricas deterioradas, entre razones por las que algunas escuelas no regresaron a presenciales

Alejandra Gómez
El Diario de Juárez

domingo, 12 septiembre 2021 | 10:46

Cortesía: José Luis González

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Ciudad Juárez.- Salones que amenazan con colapsar, instalaciones eléctricas deterioradas y baños mal construidos, entre otros daños estructurales, son las diversas razones por las que algunas escuelas públicas de nivel básico no han podido regresar a clases presenciales, tuvieron que dilatar su retorno a las aulas e incluso volvieron a pesar del peligro que representa la infraestructura del plantel educativo.

De enero de 2020 a agosto de 2021, la Dirección General de Protección Civil inspeccionó las instalaciones de 23 escuelas que reportaron deterioros en su infraestructura y los resultados emitidos fueron entregados tanto a las direcciones de cada plantel como a la Subsecretaría de Educación y Deporte (SEYD) y al Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa (Ichife); sin embargo, a pesar de que algunos casos fueron reportados hace más de un año, aún no han sido atendidos.

La Escuela Primaria Constitución, ubicada en la colonia Francisco I. Madero, fue construida en 1949 en una zona por donde corre un canal subterráneo, tanto el paso de los años como las acumulaciones de agua han dañado las paredes de varios salones de clases y ante el temor de que puedan venirse abajo los docentes abandonaron las instalaciones y, en cambio, desde el 2015 algunos grupos se instalaron al interior de aulas móviles.

En más de una ocasión el plantel solicitó la intervención de las autoridades educativas en turno y de la Dirección General de Protección Civil, la cual, en el reporte emitido el 26 de agosto de 2021, señaló: “En la inspección realizada se pudo observar que existen varias columnas de concreto en pasillo con el acero expuesto y corroídas, así como tres aulas y una sala de audiovisual que presentan daños estructurales, por lo que se recomienda no usarlas hasta que se realicen las reparaciones necesarias, ya que pone en riesgo la integridad física de alumnos y docentes del plantel”.

Sin embargo, la inspección únicamente se realizó en los salones que la escuela quería habilitar para el regreso a clases presenciales del pasado 30 de agosto, pues en total –contando las cuatro aulas examinadas– el plantel mantiene catorce áreas clausuradas por daños en la infraestructura, que van desde techos a punto de colapsar hasta paredes corroídas por la humedad, así como pasillos inseguros por el mal estado de las columnas que los sostienen.

Después de la visita realizada por Protección Civil, el Ichife acudió a las instalaciones el pasado jueves 2 de septiembre y validó el reporte emitido unos días antes, pero no realizó ninguna intervención a fin de reparar los daños, por lo que la escuela decidió retrasar su regreso a clases presenciales y, después de dos semanas de limpieza, pintura y reparación hechas por personal del plantel y padres de familia, mañana tendrán su primer día de actividades académicas presenciales.

“Nuestra escuela siempre ha estado así, lo que más nos detenía para regresar a clases es que no teníamos un trabajador manual que se encargue de mantener los baños”, dijo la directora de la primaria, Gladys Judith Antillón, quien explicó que desde hace casi una década el plantel ha solicitado dictámenes sobre las condiciones de las instalaciones y, ante la falta de respuesta, han aprendido a trabajar en las únicas áreas que se encuentran en buen estado.

Por los salones y pasillos de la escuela han pasado varias generaciones de estudiantes, entre ellas los hijos de Martha Alicia Delgado, quien recordó que hace diez años uno de sus hijos cursó el quinto grado en una de las aulas que ahora fue clausurada por daños en las paredes, a pesar de que hace tiempo los padres de familia construyeron una pequeña barda dentro del perímetro del salón con el objetivo de reforzar los muros y así poder continuar usándolo.

“Nuestra escuela da mucha tristeza porque cada vez que llueve se nos inunda mucho, se nos mete el agua a los salones, se hace una laguna, y cada año tenemos que andar arreglando los salones los papás y los maestros”, dijo la señora Martha Alicia, quien actualmente tiene a dos hijos cursando quinto y sexto grados en el plantel, por lo que durante las dos primeras semanas de este mes ayudó a rehabilitar las instalaciones para el regreso a clases.

Para este ciclo la escuela Constitución cuenta con siete grupos de estudiantes, de los cuales cinco tendrán sus clases al interior de salones que aún no presentan daños estructurales y dos estarán trabajando en aulas móviles ubicadas en el patio principal. “De estar en el salón y arriesgarme a que pase algo, a irme a la traila, prefiero irme a la traila”, recordó la directora que le dijo una de sus docentes cuando se realizó la asignación de aulas.

Aída Herrera Torres

Otro plantel con daños en sus instalaciones es la Escuela Primaria Aída Herrera Torres, ubicada en la colonia Demetrio Flores, la cual fue inspeccionada por la Dirección General de Protección Civil el pasado 12 de marzo del 2020, tan sólo unos días antes de que las escuelas fueran cerradas a causa de la pandemia por Covid-19, por lo que el personal del Ichife acudió al plantel en cinco ocasiones para validar el reporte emitido, pero hasta el momento no ha realizado ninguna reparación.

El reporte, con número de oficio 2107/2020, señaló: “En la inspección que se llevó a cabo en dicha escuela se observó que el cableado eléctrico se encuentra dañado casi en su totalidad a causa del tiempo que tiene de uso (30 años) y a la falta de mantenimiento, se recomienda reemplazar la instalación ya que se localizó un recalentamiento en una de las aulas, siendo este un riesgo latente para los alumnos y cuerpo docente del plantel”.

La escuela se construyó hace más de cinco décadas y algunos de sus salones fueron edificados con vigas de madera; además, aunque con el paso del tiempo algunas secciones de su instalación eléctrica han sido sustituidas, aún conserva gran parte de la original y en los últimos años ha comenzado a presentar fallas, por lo que se teme que en caso de registrarse un corto pueda causar algún incendio, explicó el director del plantel, Luis Lucero.

Ante la situación, la escuela actualmente se encuentra sin energía eléctrica y no pudo retomar clases presenciales porque la SEYD no autorizó su retorno debido a que no cuenta con las condiciones para seguir las medidas sanitarias –como ventilación de las aulas–, por lo que docentes y estudiantes continúan trabajando a distancia en espera de que el problema de sus instalaciones sea atendido.

Sin embargo, el pasado 30 de agosto, cuando los planteles educativos regresaron a clases presenciales bajo un formato no regular, la aún titular de la SEYD Zona Norte, Judith Soto Moreno, dijo desconocer que su dependencia le había dado la indicación al plantel de no regresar e incluso señaló no saber la situación particular en la que se encuentra, a pesar de que el personal de la escuela dijo comunicarle en más de una ocasión el problema que presenta.

“Tenemos la esperanza de que haya seguimiento, pero mi mayor preocupación es que por la desesperación por volver los papás quieran llevarse a los niños a otra escuela. Lo que todos quieren es ya volver”, dijo el director Lucero. Además, explicó que sus estudiantes continúan tomando clases a distancia, por lo que desde el primer día del actual ciclo escolar los docentes entregaron material impreso a quienes no cuentan con las posibilidades de conectarse a Internet.

De seis salones de clases, baños, oficinas y conserjería, únicamente tres aulas fueron construidas con cemento, el resto tiene techos de madera por donde pasan varias conexiones de cables de electricidad que, ante su antigüedad y falta de mantenimiento, se han recalentado y provocado algunos cortes de luz que dejaron a la escuela sin energía, por lo que el interior de los salones registra altas temperaturas.

En la última verificación de campo hecha por Ichife, el 18 de enero del 2021, señaló como observaciones finales que debía realizarse “rehabilitación de toda la red eléctrica del plantel ya que está todo el cable quemado y no cuentan las aulas con energía eléctrica. Considerar tuberías, cableado, salidas eléctricas, interruptores, tableros, registros, corte de concreto y separación del mismo”, pero hasta el momento no se ha atendido el problema.

Jardín de Niños Cuauhtémoc

Una escuela que sí regresó a clases presenciales a pesar de los daños que presenta en parte de su infraestructura es el Jardín de Niños Cuauhtémoc, ubicado en el fraccionamiento Las Quintas, el cual cuenta con seis baños –uno en cada salón de clases– que fueron construidos hace cinco años con recursos de un programa federal y con la mano de obra de un padre de familia, pero con el paso del tiempo presentaron problemas de infraestructura a pesar de que Ichife verificó la edificación.

En el transcurso de los últimos dos años el asentamiento del suelo de un área de la escuela provocó que la pared que une cada baño con su respectivo salón de clases comenzara a cuartearse al grado de que sea posible mirar hacia el otro lado; por ello, con la intención de descartar la posibilidad de que se registre algún accidente, la directora del plantel, Magdalena Aguilera, solicitó la presencia del Ichife.

Durante el período de confinamiento, Ichife acudió en tres ocasiones a verificar el estado en que se encuentran los baños e informó al personal de la escuela que por el momento no se cuenta con la partida presupuestal necesaria para llevar a cabo las reparaciones, pero indicó que las instalaciones pueden continuar en uso.

Sin embargo, en el reporte que la Dirección General de Protección Civil emitió el pasado 26 de agosto del 2021 señaló que: “En la inspección que se llevó a cabo en dicha escuela, se observaron 6 baños que se encuentran con cuarteaduras graves por asentamientos diferenciales y una mala construcción ya que no pusieron castillos para la integración de la estructura por lo que se recomienda la reparación inmediata para el buen funcionamiento y no poner en riesgo la integridad física de los alumnos y docentes del plantel”.

El documento fue dirigido a la titular de la SEYD Zona Norte, Judith Soto, luego de que el personal educativo de la escuela solicitó la intervención de Protección Civil unos días antes del regreso a clases, a fin de asegurarse que los baños podían utilizarse sin correr el riesgo de que se registrara algún percance, pero hasta el momento continúan a la espera de que el problema sea atendido.

Otros casos de riesgo

Año con año los directivos de escuelas públicas de nivel básico acuden ante la Dirección General de Protección Civil para solicitar la inspección de diversos problemas estructurales en sus instalaciones; sin embargo, durante el período de la pandemia las solicitudes se redujeron y volvieron a activarse semanas antes de que se oficializara el regreso a clases presenciales durante este ciclo escolar, explicó el entonces director de la dependencia y también experto en el área, Efrén Matamoros.

Fueron 10 inspecciones las que se realizaron durante el 2020, la mayoría se hizo durante los primeros meses del año, es decir, antes de que se cerraran los planteles a causa del Covid-19; después, en el 2021, se expidieron 13 reportes de inspección, los cuales se realizaron justo unos días antes de que se retomaran las actividades en los salones de clases, como una forma de asegurarse de que las condiciones eran óptimas.

“Anteriormente los padres de familia se juntaban y ellos hacían las aulas, las bardas, todo tipo de construcciones, pero se prohibió la autoconstrucción porque debe ser construida de acuerdo con las especificaciones que marcan las normas, pues aunque salga más económico autoconstruir, la escuela debe ser un lugar seguro”, dijo Matamoros.

Además de las escuelas mencionadas, otros de los planteles educativos inspeccionados fue la Primaria Estatal Ignacio Zaragoza, ubicada en la colonia Zaragoza, la cual presentó anomalías en las instalaciones eléctricas por lo que el pasado 2 de marzo de 2020 se recomendó reemplazarlas urgentemente para brindar seguridad tanto a estudiantes como a docentes.

Asimismo, el 23 de agosto del 2021 fue inspeccionado el Jardín de Niños Cristina Zúñiga Santiago, de la colonia Praderas del Sol, el cual presentó cuarteaduras en tres aulas causadas por asentamientos diferenciales y además el colapso de la losa de un cuarto de utilería, por lo que se recomendó reparar los salones de clases y clausurar el área del cuarto para ser demolido, a fin de no poner en riesgo al personal del plantel.

Entre los últimos reportes emitidos por la Dirección General de Protección Civil se encuentran los del Jardín de Niños Federal Suraci y la Telesecundaria Tarahumara, hechos el 23 y 26 de agosto respectivamente, en el primero se recomendó la inhabilitación de un aula por cuarteaduras considerables y en el segundo se solicitó la reparación del acceso vehicular del plantel.

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