Rezan para que termine enfermedad

Ciudad Juárez— “Que termine esta enfermedad, este coronavirus, pidamos al Señor”, ora todos los días en el patio trasero del Centro Integrador para Migrantes ‘Leona Vicario’ un grupo de extranjeros cristianos para que cese la propagación del nuevo coronavirus (Covid-19) tras el brote que suma 14 contagios en el albergue federal de Ciudad Juárez.

De acuerdo con su coordinador, Iván Jiménez Moreno, hasta el fin de semana sumaban dos trabajadores positivos y 12 migrantes de Nicaragua, Honduras, Guatemala y Brasil, quienes fueron retornados por el Gobierno de Estados Unidos bajo el programa “Quédate en México” de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), para que esperen aquí su proceso de asilo político en la Corte de Inmigración de El Paso, Texas.

Con una población de 357 personas, 355 de ellas extranjeras y dos mexicanas, el Centro Integrador es actualmente el espacio con más migrantes alojados en esta frontera.

Los 12 migrantes positivos a Covid-19 permanecen en un pabellón de aislamiento están estables “en su momento uno o dos días tuvieron síntomas, pero ahorita únicamente estamos esperando –que pasen los– 21 días de aislamiento que les vamos a otorgar para poder descartar que puedan contagiar a más personas”, informó Jiménez Moreno.

“En este pabellón podemos encontrar 10 carpas que son para casos sospechosos y aparte hay otros seis cuartos de aislamiento estricto que es para los casos que ya están confirmados”, explicó.

A través de un comunicado de prensa, el Gobierno federal informó el viernes que debido al brote en el albergue, un grupo de 14 migrantes con perfiles de alto riesgo, como mujeres embarazadas o con condiciones médicas crónicas, fueron trasladados al Hotel Filtro, el cual abrió sus puertas el pasado 9 de mayo en Ciudad Juárez para alojar a los migrantes durante la cuarentena, bajo la coordinación de la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM-ONU) y la Organización Mundial Para la Paz (OMPP).

Moreno Jiménez, quien también salió positivo a Covid-19, dijo que el primer caso sospechoso se registró el viernes 15 de mayo, cuando un migrante comenzó con síntomas de tos y fue aislado junto a los dos integrantes de su familia, y el martes 18 de mayo las autoridades de Salud les confirmaron que eran positivos.

En los siguientes días, tres personas más presentaron síntomas, por lo que fueron aisladas junto a sus familias, con lo que sumaron 11 personas sospechosas en total, nueve de las cuales fueron confirmadas el viernes como positivas a Covid-19 por el Gobierno de México.

“En el momento en que detectamos que una persona se encuentra con uno o más síntomas en ese momento nosotros lo ponemos en estatus como caso sospechoso, activamos un plan de acción y en ese momento la aislamos. Damos parte de la Secretaría de Salud del Estado… llevamos ocho días sin casos sospechosos afortunadamente”, informó.

Cambia la dinámica

El 52 por ciento de la población del albergue federal se compone de niñas, niños y adolescentes, quienes comparten áreas comunes donde realizan actividades recreativas como jugar futbol, en el patio principal, lejos del pabellón de aislamiento.

La dinámica del albergue durante la contingencia de salud ha cambiado “la verdad es que este es un lugar de derechos y de servicios, para las personas el único requerimiento era llegar antes de las 6:00 de la tarde, aquí venían asesoramientos legales, esfuerzos de atención psicosocial. Todos los días teníamos muchísimas actividades, tanto propias como de organismos internacionales y locales, pero una vez que comienza la Jornada Nacional de Sana Distancia pues es parar eso… necesitábamos pausar el ingreso de nuevas personas”, relató.

“Ahorita ya llevamos 65 días de aislamiento, es muy pesado para ellos porque aparte de todo el viaje, el camino, la situación en la que se encuentran esperando la respuesta de Estados Unidos, y luego pues plantearles un escenario en el que van a estar encerrados es muy horrible para las personas”, lamentó Jiménez Moreno.

Mientras que un grupo de 18 migrantes, entre adultos y niños, oran en la parte trasera del albergue, enfrente otros juegan futbol o corren para recrearse durante el aislamiento.

Debido a la contingencia de salud también se establecieron medidas de saneamiento como el que todos ingresen al edificio únicamente por la puerta principal, donde un trabajador revisa que se hayan lavado las manos en los lavabos que se instalaron en el patio. Además de que se les toma la temperatura tres veces al día para detectar posibles síntomas.

De acuerdo con el Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo) hasta hace una semana sumaban mil 400 migrantes en 16 espacios más de la Red de Albergues de Ciudad Juárez, operados por iglesias y organizaciones civiles, donde no se han registrado casos sospechosos de Covid-19.