Juárez
sábado, 14 diciembre 2019 | 06:00
Ciudad Juárez— Judith huyó de Juárez hace una década tras sufrir un secuestro; como mexicoamericana optó por refugiarse en Estados Unidos donde se sintió a salvo junto a su familia. Ahora radica en Fort Worth, Texas, desde donde organiza la labor social para beneficiar a niños de escasos recursos en esta ciudad.
“Yo no olvido mi responsabilidad social con mi país, con mi gente”, dice la mujer que padece lupus y mientras combate la enfermedad dedica parte de su tiempo a recaudar fondos para apoyar al comedor infantil “Manitas en Movimiento”, ubicado en la colonia Lomas de Poleo.
Desde que inició el mes de octubre ella y un ejército de voluntarios, integrado por su esposo, hijos, familiares, amigos y compañeros de trabajo, comenzaron a trabajar para obtener pijamas que regalan a los menores.
Será este sábado cuando Judith viaje de Fort Worth a Juárez acompañada por dos amigas procedentes de Puerto Rico, las cuales se han sumado a este esfuerzo y desean conocer la labor de Manitas.
“En agosto llevamos mochilas con los útiles escolares acorde a la edad y grado escolar de cada estudiante. Cada mochila cuenta con el material que determina la Secretaría de Educación Pública y en diciembre les llevamos pijamas calientes. Mis ángeles allá son mi familia y el club de motociclistas Vikingos, que lleva alegría a los pequeños”, narra Judith.
Corrupción aduanal complica su labor
Para la entrega de pijamas se acordó como punto de encuentro la Plaza de la Mexicanidad. A las 13:00 horas saldrán los motociclistas hacia el norponiente de la ciudad para luego participar en el convivio navideño.
Judith explica que ver las sonrisas de las y los niños al recibir sus regalos es sumamente satisfactorio, por lo que cada vez busca involucrar a más “padrinos” para garantizar que el comedor tenga el recurso suficiente para operar todo el año.
La profesionista explica que ella conoció este lugar a través de una amiga de la preparatoria y desde hace dos años colabora con el comedor.
También apoya un centro de atención para menores autistas, a quienes los dotan de pijamas.
Explica que uno de los inconvenientes que enfrenta cada vez que trae mochilas o pijamas es la corrupción aduanal, lo que reprueba abiertamente, al asegurar que trae donaciones a niños de escasos recursos económicos que no cuentan con el apoyo oficial.
“Yo siempre declaro y muestro que la mercancía es para donativo, siempre batallamos porque se han querido quedar con las cosas y claro que yo no lo voy a permitir”, dice.
Las personas que deseen solidarizarse con este grupo de activistas sociales pueden acudir este sábado a las 13:00 horas a la Plaza de la Mexicanidad con el donativo de una pijama nueva.