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Juárez

Especial

Respiran juarenses aire nocivo

Niveles de contaminantes se han incrementado hasta 200% en los últimos dos años

Pavel Juárez
El Diario de Juárez

domingo, 04 diciembre 2022 | 11:10

El Diario

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Ciudad Juárez.- Los juarenses viven en una ciudad sumergida en un aire que es nocivo para la salud, con índices de contaminantes muy por encima de las normas oficiales consideradas como aceptables para la salud, según estadísticas del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP).

Todo puede iniciar como una simple irritación en los ojos o dolor de cabeza de vez en cuando. Con el tiempo, algunas personas pueden desarrollar males respiratorios como asma o bronquitis. Quizás un examen médico ya le haya arrojado altos niveles de hierro en la sangre.

Como apunta Lorenzo Soberanes Maya, secretario del Colegio Médico, si se deja pasar tiempo sin atención, esa enfermedad puede volverse crónica, hasta que en algunos casos el diagnóstico es un enfisema o cáncer pulmonar.

Y es que los niveles de contaminantes en el aire como el ozono, el dióxido de azufre, monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno se han incrementado hasta 200 por ciento en los últimos dos años en la ciudad, de acuerdo con estadísticas de concentración de contaminantes atmosféricos del IMIP.

Incluso la cantidad de partículas suspendidas en el aire que los juarenses respiran todos los días, como polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento, heces o polen se ubican cinco veces por arriba de los niveles recomendados, señalan las gráficas oficiales en el organismo municipal.

Un ejemplo es el índice de ozono en el aire. Al tratarse de un gas antioxidante muy potente causa dolor de cabeza e irritación de ojos y garganta; reduce la capacidad respiratoria, provoca inflamación y daña las paredes celulares de los pulmones. También impacta en la esperanza de vida.

Desde enero de 2019 hasta octubre de este año, los índices de ozono en el aire se han incrementado 56 por ciento, pasando de 0.023 partes por millón a 0.036. El mes más alto en el registro oficial fue agosto de 2021, con un récord de 0.052.

La cantidad de partículas de dióxido de azufre, un gas que se origina sobre todo durante la combustión de carburantes fósiles que contienen azufre (petróleo, combustibles sólidos), llevada a cabo sobre todo en los procesos industriales de alta temperatura y de generación eléctrica, subió 49 por ciento desde enero de 2019. El mes con el mayor registro fue noviembre del 2020.

El índice que aumentó dramáticamente en los últimos dos años fue el de monóxido de carbono. Este agente químico se encuentra en los gases producidos por calderas, calentadores, vehículos, estufas, lámparas portátiles, cocinas de gas, generadores portátiles o la quema de carbón o madera.

El índice oficial muestra un incremento del 217 por ciento desde enero de 2019, pasando de 0.67 partículas por millón en el aire a 2.13. El mes con la mayor concentración de monóxido de carbono en el aire fue abril de 2020.

De acuerdo con las cifras del Subsistema Epidemiológico Estadístico de las Defunciones de la Dirección General de Información en Salud (DGIS), entre 2021 y 2022 en Juárez se concentra el 40 por ciento de los casos de enfermedades como bronquitis, enfisema y asma, todos relacionados con la mala calidad del aire.

Oficialmente, durante el año pasado se registraron 192 muertes a nivel estatal, de las cuales 76 ocurrieron en esta frontera.

Incluso la contaminación del aire doméstico causa enfermedades no transmisibles como accidentes cerebrovasculares, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer de pulmón, advierte el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El Municipio cuenta con una red compuesta por 12 monitores de calidad de aire que miden la concentración de partículas en suspensión (PM 10 y PM 2.5); tres de ellas son unidades automáticas que también evalúan los niveles de monóxido y ozono, ubicadas en el estadio Jaime Canales Lira, en El Chamizal y la maquiladora Delphi.

Sin embargo, el cuadro estadístico del IMIP solamente muestra datos hasta 2019 en los monitores de Anapra, Zenco, Chamizal, ACS y Niñez Mexicana.

En febrero, en la reunión binacional del Comité Consultivo Conjunto (CCC) para el mejoramiento de la calidad del aire en la cuenca atmosférica de Juárez, El Paso y el Condado de Doña Ana, se dio a conocer la donación de una nueva estación de monitoreo ambiental para su instalación en Anapra.

Sin embargo, falta mostrar el incremento de contaminantes en el aire más grave que se registró durante los últimos dos años en Juárez.

Se trata del índice de las partículas suspendidas PM10. Son las partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento, heces o polen, dispersas en la atmósfera. 

El límite por la Norma Oficial Mexicana, NOM-025-SSA1-2014, es de 40 microgramos, pero la medición actual se encuentra dos veces por encima de lo recomendado. En enero de 2019 el registro era de 62.93 microgramos y para octubre pasado había subido a 130.27; es decir, un aumento del 107 por ciento.

Además está el caso de las suspendidas P2.5. Son partículas muy pequeñas en el aire que tiene un diámetro menor al grosor de un cabello humano. Es una mezcla que puede incluir sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales. Estas partículas pueden provenir de los automóviles, camiones, fábricas, quema de madera y otras actividades.

En enero de 2019 había un registro de 15.06 microgramos por metro cúbico en el aire juarense, por encima de los 12 microgramos permitidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA1-2014.

Para octubre de este año, el índice se ubicó en 98.50 unidades, un incremento del 554 por ciento.

El problema de la contaminación del aire es tan grave en la ciudad porque no existen programas de prevención o diagnósticos médicos fiables. 

“No tenemos la capacidad técnica de diferenciar los efectos de los contaminantes en los juarenses”, señaló el representante del Colegio Médico juarense.

A esto hay que agregar el crecimiento del parque vehicular en la ciudad, el deficiente sistema de transporte urbano, la cantidad de calles sin pavimentar, el depósito de desechos en la intemperie y hasta las heces de los perros callejeros, agregó el experto médico. 

Detonantes importantes:

• Parque vehicular 

• Deficiente sistema de transporte

• Calles sin pavimentar

• Depósito de desechos a la intemperie

• Heces de los perros callejeros, entre muchos otros

Los enemigos:

• Ozono

• Dióxido de azufre

• Monóxido de carbono

• Dióxido de nitrógeno

• Polvo

• Ceniza

• Hollín

• Residuos metálicos

• Cemento

• Heces

• Polen

56% incremento en índices de ozono desde enero del 2019 a octubre de este año 

0.052 récord más alto en el registro oficial, ocurrido en agosto de 2021

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