Reflexionan con el Viacrucis infantil

Niños y feligreses que participaron en el Viacrucis Infantil reflexionaron sobre el derecho de que tienen ser escuchados en su comunidad.

Alrededor de 150 personas se congregaron ayer en la parroquia Santa María de la Montaña, para recordar la muerte de Jesucristo.

“El compromiso de nosotros con los niños es no dejarlos solos, debemos escucharlos y fortalecer los lazos familiares, para que los pequeñitos puedan alzar su voz y sepan qué quieren hacer, para hacer efectiva su propuesta”, expuso Edgar Arellano, ministro de la parroquia.

Nicolás Marqués Briseño, de 11 años, quien representó a Jesucristo en el Viacrucis, dijo que el compromiso de los niños es portarse bien y obedecer para tener una mejor ciudad; sin embargo, también hay un compromiso por parte de las autoridades de tenerles espacios limpios y seguros para su entretenimiento y mejor desarrollo.

“Necesitamos que esté limpia nuestra ciudad, nuestra colonia y que haya más parques en donde nosotros podamos entretenernos, somos niños y debemos estudiar, divertirnos y jugar”, refirió Nicolás.

La representación se realiza desde hace más de 20 años en la parroquia y fue iniciada por el padre Rodrigo Cuevas, años después de la que se ha hecho por adultos en la Semana Santa, dijo el ministro.

En el Viacrucis también se pidió por la paz de la ciudad, y para que la comunidad de Cristo se fortalezca en la fe, comentó Édgar Arellano.

Virginia Briseño, madre del niño que representó a Jesucristo, comentó que para su familia tiene un significado especial que su hijo haya tomado el papel del mesías. 

“Hace cinco años, nuestro hijo falleció este mismo día, pero hoy, esto nos da fortaleza, fue muy difícil perder a nuestro hijo y verlo que sufrió dos paraos respiratorios, tenía solo 17 años”, lamentó la madre.

“Nosotros hemos pasado por tiempos difíciles, esto nos va ayudar para reflexionar sobre los problemas cotidianos que tenemos en nuestras vidas”, mencionó Virginia.

Además comentó que la sociedad tiene un compromiso de ayudar y comprender a personas que están pasando por una situación difícil.

“A veces,  no sufrimos o no sentimos dolor por las personas porque es algo ajeno, los vemos sufrir y no nos condolemos; hasta que nos pasa a nosotros, entonces entendemos el dolor de los demás”, refirió Virginia.

Alan Rodríguez, de 12 años caminó las calles de la colonia Santa María y durante su andar, pidió por todos los menores que no tuvieron la oportunidad de disfrutar una infancia rodeada de amor y paz.

“Hay tantos niños y jóvenes que no tienen lo que yo, una casa donde estar, comida y ropa, porque a lo mejor sus papás no tuvieron para darles lo que necesitaban, pero no es culpa de ellos, es solo que a veces son muy pobres, y no hubo quien los ayudará”, agregó Alan.

“Nosotros los que queremos es una ciudad tranquila, queremos estudiar y salir sin correr riesgo, solo queremos tener las cosas necesaria para poder crecer felices: paz y educación”, enfatizó Alan.

Fueron 20 niños los que participaron en la representación, quienes recorrieron aproximadamente 2 kilómetros de distancia.

El recorrido inició en la Parroquia Santa María de la Montaña, ubicada en la calle Lorenzo Avalos, continuó la calle Francisco Sarabia y avanzó por la Pino Suárez hasta llegar a las faldas de una pequeña montaña que se encuentra contigua al Cerro del Indio.

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