Proponen reabrir el ‘Ónix’ como albergue

Ciudad Juárez.- Los migrantes que vienen en la caravana del interior del estado se quedarán unos días en la ciudad, ya que no se espera que pasen directamente a Estados Unidos, indicó el alcalde Cruz Pérez Cuéllar. 

“La información que yo tengo es que una vez que lleguen se va a procesar por parte del Gobierno norteamericano las solicitudes de ellos y ya tomará el Gobierno de Estados Unidos la decisión si pueden cruzar o no”. 

“Al parecer sí vienen a hacer algún trámite, eso es la información que nos han dado hasta hoy, pero no tenemos el dato 100 por ciento confirmado”, declaró ayer en la mañana.

El presidente municipal dijo que ya hay una mesa de trabajo permanente en la que participan los tres niveles de Gobierno para “ver qué es lo que vamos a hacer” ante la llegada de los migrantes.

“La mesa todavía lo está resolviendo, lo estamos revisando los tres niveles de Gobierno”, mencionó Pérez Cuéllar.

El edil anotó que existe la propuesta de abrir nuevamente el salón Ónix para albergar a los migrantes, además de ver cuántos espacios hay disponibles en la red de albergues de la ciudad, con la intención de evitar una crisis.

“Pero vamos a ver qué resuelven el día de hoy, porque estamos involucrados los tres niveles de Gobierno”, indicó este sábado.

El alcalde anotó que se espera que lleguen mil 500 migrantes, a quienes se les ofrecerá ayuda humanitaria.

“Es un tema humanitario que tenemos que resolver, estamos en plena colaboración y toda la solidaridad que se dé es bienvenida”, manifestó.

Casi mil 300 migrantes, el 80 por ciento, que conforman la caravana que llegó a Jiménez y que viaja hacia Juárez, planean llegar directo a Estados Unidos debido a que en su mayoría está integrada por nicaragüenses que huyen de su Gobierno, se informó este fin de semana.

Familias completas con niños pequeños, mujeres embarazadas y personas mayores pasaron 48 horas en tres albergues improvisados por el Ayuntamiento de Jiménez y ayer iban a partir a Ciudad Juárez. La mayoría de los migrantes llegaron agotados, con hambre y asustados tras haber sido secuestrados por gente armada en el estado de Durango.