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Juárez

‘Pega’ pandemia a albergues; modifican su labor social

Como medida preventiva suspenden recepción de ropa donada

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

lunes, 21 septiembre 2020 | 13:01

Archivo / El Diario de Juárez

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La pandemia por el nuevo coronavirus (Covid-19) obligó a los albergues a cambiar su forma de trabajar para proteger a los migrantes y a sus propios trabajadores, como ocurrió en la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, narró su trabajadora social, Ivonne López de Lara.

“Nunca imaginamos este cambio tan radical que íbamos a tener con esto de la pandemia, lamentablemente hemos tenido que cambiar la forma de trabajo que hemos tenido en nuestros albergues (…) Gracias a Dios y a todas las comunidades que nos apoyan, tanto El Paso, Las Cruces, y sin olvidar Ciudad Juárez, estamos funcionado”, narró la coordinadora del Centro de Derechos Humanos de la Casa del Migrante, través de un video oficial.

López de Lara recordó que antes de la contingencia de salud, el albergue católico recibía diariamente a mexicanos deportados de Estados Unidos, personas en tránsito y a cualquier migrante que necesitara del albergue.

“Nosotros los recibíamos, les dábamos las tres comidas, les hacíamos la entrevista inicial que se les hace para que ellos puedan albergarse. Se les daba ropa, tanto ropa interior como vestimenta normal”, detalló.

Al igual que a los 192 migrantes que actualmente albergan y que mantienen aislados desde finales de marzo, debido a la pandemia, a todos los migrantes que han pasado por el albergue se les ofrece atención médica, psicológica y de trabajo social. También son apoyados jurídicamente. 

Como parte de los cambios que se implementaron debido a la pandemia, se tuvieron que tomar medidas drásticas de seguridad como el uso del cubrebocas, el lavado de manos, el gel antibacterial y la desinfección de todo lo que les es donado, ya que la Casa del Migrante sobrevive a base de donaciones de la comunidad, organizaciones y empresarios.

“Tuvimos que hacer grupos más pequeños, para que no se juntara tanta gente en el comedor; el lavado de manos y mayor higiene personal diaria”, agregó.

Tanto a los trabajadores como a los migrantes se les realizaron pruebas de Covid-19, “no porque tuviéramos algún contagio, sino porque simplemente como empleados tenemos que salir día a día para llegar a nuestras casas”, informó.

El aislamiento, las diversas medidas de prevención y el cierre de la frontera para los migrantes retornados de Estados Unidos bajo el programa “Quédate en México” o “Permanecer en México”, de los Protocolos de Protección a Migrantes, para que esperen en Ciudad Juárez su proceso de asilo político, provocaron estrés tanto en los propios migrantes como en los empleados del albergue, por lo que se implementaron diversas actividades. 

Además de la escuelita a la que acuden diariamente los niños y las labores de limpieza que realizan los hombres, se llevan a cabo clases de zumba y días de spa para las mujeres. “Nuestros niños han tenido actividades con las que pueden tener un poquito de distracción”, comentó la trabajadora social.

Los pasados 15 y 16 de septiembre, los migrantes celebraron también las independencias de sus países y de México, con el canto de sus himnos nacionales y una celebración con música y antojitos especiales.

Como medida preventiva, tuvieron que suspender la recepción de ropa donada, dijo López de Lara, quien destacó el trabajo de su director, el sacerdote Francisco Javier Calvillo, y el apoyo del obispo José Guadalupe Torres Campos. 

Y además de apoyar a los migrantes que albergan, se ayuda a gente del exterior, tanto migrantes como juarenses. “Hay gente que está rentando, hay gente que ya tiene una casita, entonces toda esa gente tenemos que seguir ayudándola, se le apoya con renta, despensas, atención médica”, destacó. (Hérika Martínez Prado)

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