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Juárez

‘Nos pusieron la bota en el cuello’

Narra uno de los seis hondureños cómo fue su detención en los cerros ubicados entre Juárez y Sunland Park

Staff
El Diario de Juárez

lunes, 29 marzo 2021 | 09:44

Cortesía Tomada de video | Imagen de video en el que se observa a un hombre apuntando a un grupo de migrantes Cortesía Cortesía

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Ciudad Juárez— Después de hacer pública la denuncia contra un grupo de hombres vestidos con ropa militar que la tarde del jueves los persiguieron, golpearon y amenazaron un arma larga, el grupo de centroamericanos que fueron víctimas analiza tomar acciones ante derechos humanos, para evitar que otros migrantes sean víctimas de agresiones como lo fueron ellos. 

“Nos gritaban: ‘párense, hijos de su puta madre’. Y nosotros no usamos esas palabras. A uno de los compañeros lo tiraron al piso y le pusieron la bota en el cuello, le decía el agente: ‘¿ahora si vas a correr culero?’... Sí está mal porque uno siente bien feo, no te puedes defender”, narró ayer “Juan Pablo”, como pidió ser identificado uno de los seis hondureños que fueron detenidos la tarde del jueves en los cerros que unen a Ciudad Juárez de Sunland Park, Nuevo México.

El migrante aseguró además que los elementos mexicanos los persiguieron rumbo a Estados Unidos, cerca de las vías del tren, mientras les gritaban “no los podemos dejar entrar (a Estados Unidos)”, por lo que una de las mujeres centroamericanas le cuestionaba a uno de los agentes “por qué entonces él sí podía ingresar”.

Los migrantes identificaron a los hombres como militares mexicanos, ya que aseguraron que después de detenerlos los bajaron hasta Anapra para entregarlos a personal del Instituto Nacional de Migración (INM). 

Explicó que era un grupo de seis personas que intentaban cruzar la frontera, dos mujeres, un niño de seis años con su papá y dos hombres adultos más.

“Nosotros ya habíamos caminado frente al cerro de Cristo Rey como unos 40 minutos, y cuando los vimos corrimos; ya para bajar a las vías del tren, nos salieron abajo dos y yo corrí. Otros agentes agarraron al niño con el papá y a otras personas. Luego nos bajaron al lado mexicano (del cerro)”, narró.

Cinco agentes regresaron a los lugares desde donde cuidaban la frontera, mientras que uno de ellos se quedó solo con ellos y fue cuando se jaló el cartucho de su fusil y luego lo cortó, para luego apuntarles directamente.

“El niño y la otra persona, que estaban atrás (del agente que les apuntó a ellos con el arma), eran compañeros que ya había agarrado; a nosotros nos agarraron otros agentes”, por lo que pudieron grabar a sus espaldas mientras les apuntaba.  En ese momento el niño estaba asustado, ahora “al niño le decimos que son personas que se encargan de cubrir la frontera, que por eso estaban ahí”, dijo ayer el migrante, quien desde la tarde del sábado recibió el respaldo del Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo) para proceder de la forma en la que ellos consideren hacerlo. 

“Nos dieron cachetadas, nos hablaban con palabrotas. Lo que sí veo incorrecto es que nos agredan, si están para ahí para cuidar la entrada. Tanto que hemos sufrido”, destacó el hondureño, quien fue bajado del cerro caminando como parte del grupo y luego entregado por los agentes al personal del INM.

“Caminamos otra vez como 40 minutos, hasta que nos entregaron a Migración, nos llevaron a las oficinas, donde checan todo, y para afuera. Checaron la tarjeta que tenemos (un permiso humanitario para permanecer en el país) y una persona le dijo a otra: todo en orden. Y nos dijeron que nos podíamos ir”, relató ‘Juan Pablo’. 

Dijo que la tarde del sábado se contactó con ellos el coordinador de Coespo para ofrecerles “su apoyo incondicional en lo que quisiéramos hacer”.

Ante el apoyo del funcionario estatal y el exhorto de activistas a favor de los migrantes, el hondureño dijo ayer que como grupo estaban todavía analizando qué acciones tomarán ante Derechos Humanos o cualquier otra autoridad, ya que decidieron hacerlo público para que otros migrantes no experimenten las agresiones que vivieron ellos.

Aunque tanto al Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como la Guardia Nacional (GN) aseguraron la tarde del sábado que la chamarra y el color el uniforme del elemento videograbado por los migrantes no pertenece a sus corporaciones, un militar retirado aseguró que sí se trata del uniforme, botas y un arma de uso exclusivo de la Guardia Nacional y el Ejercito Mexicano.

El exmilitar destacó además que el fusil FX-05 que porta el hombre uniformado tiene grabado el número “169” como parte del inventario del armamento de Sedena. 

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