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Juárez

No se dan abasto en el Hospital General

Cubiertos de pies a cabeza, trabajadores de funerarias trasladan los cuerpos que sacan del área Covid

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

martes, 20 octubre 2020 | 06:00

Fotos: Carlos Sánchez / El Diario de Juárez

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Ciudad Juárez— Desde el tercer piso del Hospital General, dos trabajadores completamente cubiertos recargan sus manos y su frente en la reja para descansar un momento, asoman su vista al exterior: un desfile de enfermos, muertos, lágrimas y oraciones rodean su trabajo. 

Una ambulancia y varios vehículos particulares hacen fila para ingresar a sus enfermos, el guardia se acerca a una pareja de adultos que llega tibiamente caminando, con guantes y cubrebocas, abrazados, sosteniéndose uno del otro al caminar, pero el personal los regresa.

Un trabajador saca una camilla que el guardia de seguridad desinfecta e ingresan al paciente que llega en la ambulancia, mientras a un adulto mayor que es llevado en un carro le acercan una silla de ruedas para poder ingresarlo. 

Desde arriba, los trabajadores retoman fuerzas para atender a quienes van llegando. Mientras tanto dos de sus compañeros comienzan a bajar una camilla por la rampa del área Covid, con un cadáver dentro de una bolsa negra, la cual es cubierta por una sábana blanca hasta ser trasladada al área de resguardo de cadáveres, ubicado a un costado del hospital. 

Durante la mañana de ayer, sumaron una docena las víctimas del nuevo coronavirus sacados del Hospital General, según la suma de agentes funerarios y lo constatado por El Diario.  

Protegidos con overoles, guantes, cubrebocas, lentes, caretas y cubre-zapados, los trabajadores trasladan los cuerpos frente a los familiares de quienes acaban de ingresar y de quienes esperan un lugar en sus vehículos. 

Esperan por noticias

Uno de los cadáveres pasa frente a tres mujeres que buscan una funeraria por teléfono, mientras que otra señora ora en voz alta por su enfermo, mientras camina de un lado a otro con las manos cubiertas con guantes levantadas. 

Los pacientes continúan llegando en ambulancias y vehículos particulares. El guardia, quien los recibe, se sanitiza cada cinco minutos, rocía el líquido en el barandal, en las sillas de rueda y en las camillas.

Algunos familiares “acampan” dentro de sus vehículos o sentados en las baquetas de los alrededores, hasta escuchar el nombre de su enfermo en voz alta.

La fila se convierte en cinco vehículos, pero algunos de los enfermos salen nuevamente en silla de ruedas, son subidos por sus familiares y se retiran. Otros son trasladados en camillas hasta el último piso del nosocomio, hasta donde los trabajadores “toman vuelo” para subir por la rampa y aligerar un poco el peso de la camilla con el paciente que llevan hasta el área Covid.

“Ya no podía respirar, pero no quería que lo lleváramos al Seguro, hasta que ya no pudo más”, narra entre lágrimas una mujer a otra mientras ve salir a un muerto más. 

Hasta ayer, según datos de la Secretaria de Salud, sumaban 10 mil 43 contagios en Juárez, 992 de los cuales habían culminado en muerte, mientras que 3 mil 800 ya se habían recuperado. 

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