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Juárez

Ni río crecido frena a migrantes

Después de meses de camino venezolanos, hondureños y cubanos cruzan a El Paso

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

viernes, 07 octubre 2022 | 11:08

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Un grupo avanza por la parte superior del bordo estadounidense para poder pasar por encima de las alcantarillas que aventaban el agua Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Familia lleva viajando un mes

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Ciudad Juárez.— Entre la creciente del río debido a las lluvias y a los desagües de México y Estados Unidos, decenas de migrantes continuaron cruzando ayer la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso.

Oriundos de Venezuela, Honduras, Cuba, República Dominicana y presuntamente Turquía cruzaron el río internacional entre México y Estados Unidos después de hasta tres meses de camino, según relataron.

“Tengo 64 años, ella es mi esposa, (de) 59; ellos son mis sobrinos, hijos, somos todos familia”, narró el abuelo de un grupo integrado por 16 venezolanos, quienes migraron por un mes desde su país hasta Ciudad Juárez. 

“Siete días caminamos por la selva (Tapón del Darién)”, gritó una de sus integrantes con los brazos hacia el cielo desde el bordo estadounidense, después de cruzar el río que del lado mexicano lleva por nombre río Bravo, y a la mitad del cauce cambia su nombre a río Grande. 

Aunque casi todos los días del año luce seco o con escasa agua, ayer en las partes más profundas llegaba hasta la cintura de los adultos sudamericanos que lo cruzaban, debido a los escurrimientos de ambos lados de la frontera, principalmente de El Paso.

Entre las aguas negras

Algunos grupos de migrantes tuvieron que caminar por la parte superior del bordo estadounidense, con ayuda de otros migrantes, para poder pasar por arriba de las alcantarillas que continuamente aventaban aguas de color negro a la frontera natural. 

Mientras que quienes llegaron durante la madrugada o las primeras horas de la mañana eran trasladados en camiones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) hacia una estación migratoria; quienes arribaron durante la mañana de ayer al nuevo puesto de operaciones de la Patrulla Fronteriza, instalado en la zona en donde termina el muro, celebraban con los brazos abiertos y al grito de “Venezuela, Venezuela”.

Excepción al Título 42

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, desde el 1 de septiembre pasado el Sector El Paso comenzó a registrar un aumento en el flujo de migrantes que ingresan a Estados Unidos, principalmente venezolanos que arriban desde Ciudad Juárez. 

Los sudamericanos, quienes en su mayoría viajan con un permiso provisional para transitar siete días por el país, no aplican para la política de expulsión del Título 42, la cual argumenta que los migrantes son un “grave riesgo” para la propagación del Covid-19 en Estados Unidos, por lo cual son liberados de manera provisional en dicho país, para que comiencen con su proceso de solicitud de asilo. 

“La población venezolana sigue saliendo del país, y nada parece sugerir que estas salidas se detendrán pronto. Quienes dejan el país se encuentran en situación de vulnerabilidad y cuentan con muy pocos recursos. De hecho, muchas personas refugiadas y migrantes de Venezuela se encuentran en situación de pobreza y hacen lo posible por sobrevivir”, publicó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Covid aumenta su pobreza

La pandemia de Covid-19 “agravó circunstancias que ya eran difíciles, lo cual ha acentuado la pobreza para la población venezolana. Muchas familias se han visto obligadas a reducir su consumo de alimentos y han adquirido deudas para poder subsistir. Además, corren el riesgo de ser desalojadas o explotadas y se enfrentan a riesgos de protección”, agregó la agencia internacional.

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