Necesita JMAS 4.5 mdd para atender orden del Congreso

Para realizar obras que detengan la descarga de aguas negras al río Bravo en la parte norponiente de la ciudad, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) pedirá al Congreso del Estado autorización para adquirir un préstamo de largo plazo por 4 millones 500 mil dólares, alrededor de 93 millones de pesos.

El director de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), Mario Mata Carrasco, dijo que el colector Norzagaray terminó su período de vida útil y es lo que está ocasionando la contaminación del río.

En total, la inversión servirá para la construcción de cuatro nuevas tuberías que, una vez rehabilitadas, aseguró, “ya no habrá descarga de aguas negras al río Bravo”.

El lunes pasado integrantes de la Diputación Permanente en el Legislativo local exigieron a la JMAS un alto al derrame de aguas negras hacia el río.

Ayer, en reacción a los comentarios de los diputados locales de Morena que promovieron el exhorto, Mata Carrasco anticipó que la JMAS “está por firmar” un contrato con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, a través del Banco de Desarrollo de América del Norte, para la adquisición de un crédito de largo plazo por 4.5 millones de dólares, a cambio de 11.5 millones de dólares que la organización dará a fondo perdido.

Esos 11.5 millones de dólares representan alrededor de 238 millones de pesos, pero se necesita antes la aprobación de los diputados locales.

El préstamo, que según el titular de la JCAS es de largo plazo pero se pagará a un año, todavía no tiene negociada la tasa de interés, comentó.

La obra, de acuerdo con una tarjeta informativa dada a conocer ayer oficialmente, tendrá una inversión tripartita adicional entre JMAS, Gobierno estatal y Gobierno federal, de 10.9 millones de dólares, cifra que oscila en 225 millones de pesos.

En total la inversión será de 26 millones 900 mil dólares, alrededor de 557 millones de pesos.

“Una vez firmado el contrato, la JMAS Juárez está en condiciones de iniciar la licitación de la supervisión y construcción del colector Norzagaray”, expuso el organismo descentralizado del Gobierno estatal.

Sin notificación de Profepa

La JCAS destacó que en la zona norponiente de Ciudad Juárez, los colectores Norzagaray y Nadadores –que ya cumplieron su vida útil– descargan aguas negras en ciertos puntos debido a que están paralelos al río Bravo.

Aunque en el exhorto emitido por el Congreso del Estado a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento se exhibe el acuerdo de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) PFPA/15.7/2C.28.1/00345/2022, que constata que existen descargas de aguas negras causando por ende una afectación al ecosistema, el vocero de la dependencia aseguró que no se ha recibido documento alguno.

“Lo que se vierte al río Bravo no es de forma deliberada”, dijo. “Es producto de brotes ocasionados por tierra, basura, arena, grasa, que se acumula con el tiempo”.

Aseguró que se está dando mantenimiento preventivo tres veces al mes en los cuatro colectores obsoletos, sobre todo en el llamado monumento al cigarro, “donde hemos sacado hasta 14 camiones de volteo de azolve. Existen videos y fotos de estos operativos en nuestro sitio de Facebook”. 

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