Juárez

Tragedia por incendio en casa

Murieron abrazados

Obed, Dereck Josué y Layla Judith se arrinconaron en una de las recámaras de su casa mientras el fuego consumía todo a su alrededor

Blanca Elizabeth Carmona
El Diario de Juárez

miércoles, 13 mayo 2020 | 06:00

David Cruz / El Diario de Juárez

Ciudad Juárez— Obed, Dereck Josué y Layla Judith se arrinconaron en una de las recámaras de su casa mientras el fuego consumía todo a su alrededor. Sin la posibilidad de salir, sufrieron quemaduras en todo el cuerpo y murieron abrazados.  

Con unas varillas los vecinos del fraccionamiento Hacienda Santa Fe –en el suroriente de Ciudad Juárez– derrumbaron la puerta principal de la vivienda marcada con el número 1401-2 de la calle Desierto de Sechura, apagaron el fuego con agua en cubetas y entre las llamas y el humo sacaron a los padres de los menores.

“Yo y mi marido estábamos aquí, llegaron los vecinos de enseguida de la casa y gritaron que se estaban quemando. Yo me asomé y miré las llamas y le grité a mis hijos que sacaran cubetas, empezamos a acarrear cubetas. Empezaron a salir los vecinos y les grité ‘vecinos por favor cubetas con agua’ y todos empezaron a acarrear”, contó una mujer que vive enfrente de la propiedad siniestrada. 

“Iba pasando un camión de gas, traían unos extinguidores y se bajaron en friega y logramos apagar el fuego. Iban pasando dos patrullas y los vecinos les hablaron y también ellos ayudaron a abrir la puerta. No entendemos por qué estaba cerrado”, agregó. 

Toda la familia estaba en el interior de la casa. La pareja conformada por Josué Olvera García y Perla Judith López, ambos de 25 años, fue rescatada por los residentes de Desierto de Sechura. Pero el fuego y el humo impidieron que encontraran a los niños. 

“Sacaron a la señora, pero ella estaba mal. Sólo decía ‘los niños, los niños’ y cuando la tomaron para sacarla sintieron que se desmayó. Al señor no lo veían, él estaba en otro cuarto, pedían una sábana para cubrirlo porque estaba desnudo, se quitó la ropa porque se estaba quemando. Él está muy pesado, pesa como 250 o 300 kilos y no lo podían, él solo y entre jalándolo salió, se aventó allá afuera para que le echaran agua y empezaron a pedir una cobija para enrollarlo porque se quemó todo”, expuso Sofía Clara Ruiz. 

Sienten vecinos tristeza y consternación 

En el tendedero de la casa quedó colgada la ropa de los niños y en el patio de terracería un carrito amarillo, una bicicleta y otros juguetes de Obed López Galván, de 7 años; Dereck Josué Olvera López, de tres, y Layla Judith Rivera López, de 2.

La pareja no aceptó recibir atención médica, informó el director de Protección Civil Municipal, Efrén Matamoros Barraza, quien indicó que hasta ayer no se había determinado la causa del siniestro y tanto la dependencia a su cargo como la Fiscalía estatal investigan por qué no fue posible rescatar a los pequeños. 

“Es parte de la investigación saber por qué los niños no salieron. Los menores estaban entrando luego luego a mano derecha, en la primera recámara; ahí se arrinconaron. Es parte de la investigación, ver qué fue lo que verdaderamente pasó, por qué ellos, porque los adultos sí se salvaron y los niños no. Va a salir el dato”, señaló Matamoros.

El vocero de la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte, Alejandro Ruvalcaba, informó que los tres niños presentaban quemaduras en todo el cuerpo y ayer se trabajaba en practicar la necrocirugía para determinar las causas de la muerte. 

Además indicó que los padres de las víctimas se presentaron ayer en la Fiscalía para iniciar los trámites y recuperar los cuerpos de los pequeños. 

Los abuelos de los niños estuvieron ayer en la vivienda, pusieron un candado y retiraron parte del cordón rojo que dejaron los agentes ministeriales. Uno de los vecinos colocó una veladora y el ambiente que prevalecía en la calle Desierto de Sechura era de tristeza y consternación.

“Los niños eran muy lindos con nosotros, se siente mal perder a una persona y de esta forma”, expuso una adolecente que ayudó a llevar agua al momento del siniestro. 

“Ni dormimos, estamos bien tristes. Eso no se le desea a nadie, porque son criaturas indefensas y tenemos hijos también. Esto es muy triste, muy feo porque estaban muy pequeños”, agregó María Domínguez. 

bcarmona@redaccion.diario.com.mx

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