Diario
Juárez
jueves, 17 octubre 2019 | 06:00
Ciudad Juárez— Albergues de Ciudad Juárez han convertido parte de sus espacios en pequeñas escuelas, donde los menores migrantes pueden tener una inclusión educativa en áreas como español, matemáticas y valores y arte.
Espacios como la Casa del Migrante, el Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario y el albergue Renovado ofrecen apoyo educativo a los menores que esperan en esta frontera con sus padres lograr el asilo político en Estados Unidos, a través del registro de espera para ser llamados o porque fueron retornados por el Gobierno de Donald Trump para esperar aquí su proceso migratorio.
La primera escuelita migrante fue impulsada hace cuatro meses por la Organización Mundial por la Paz en el albergue Renovado, donde 26 niños de tres albergues, toman clases de lunes a viernes, de 8:30 a las 12:30 horas.
Los originarios de países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba y México, están a cargo maestras certificadas.
“En Organización Mundial por la Paz estamos conscientes de que estos niños, niñas y adolescentes están sujetos a muchos riesgos, pero uno de los riesgos más grandes es que permanezcan por meses sin educación, por lo que en un esfuerzo coordinado con el Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo) y el DIF Estatal, abrimos la primera escuelita para niños migrantes”, informó la activista Lucero de Anda.
Las maestras son apoyadas por “Las atípicas”, como se hacen llamar tres estudiantes de Psicología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y una estudiante de Antropología de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP). Ellas se encargan de trabajar con las emociones de los menores migrantes.
Más que un sistema escolarizado es un programa de acompañamiento escolar diseñado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y la idea es que todos los niños de la Red de Albergues de Ciudad Juárez puedan acceder a él, apuntó De Anda.
Hace aproximadamente un mes, la Casa del Migrante de Ciudad Juárez acondicionó también un aula educativa a la que de lunes a sábado acuden entre 20 y 60 menores, desde los dos hasta los 14 años de edad.
Evelin Bravo Vizcarra están al frente del grupo que los lunes tienen clases de trabajos artísticos y español, los martes y miércoles de español y matemáticas, los jueves de actividad física y matemáticas, el viernes de actividades artísticas y físicas, y el sábado disfrutan de una película.
Los viernes también acude Noel Vargas, un enfermero originario de Aguascalientes quien desde hace seis meses vive en esta frontera y acude al albergue como voluntario del Centro de Integración Juvenil (CIJ).
En el Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario, abierto por el Gobierno federal en esta frontera, se tiene un promedio constante de 180 menores de los tres a los 17 años, quienes acuden todos los días de 9 de la mañana a 1 de la tarde, a una de las zonas acondicionada como escuela.
Los menores son evaluados cada dos meses por el Consejo Nacional de Fomento Educativo, para realizar un diagnóstico de su nivel, con el objetivo de que cuando regresen accedan a la educación formal puedan saber a qué grado entrarán.
Un reporte realizado por el Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo) en agosto reveló que el 93 por ciento de los entonces 134 menores que se encontraban en la red albergues no contaban con documentos escolares, informó Dirvin García, responsable del Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM).
De los 134 albergados, 98 de ellos no cuentan con certificado escolar, 27 sí lo tienen pero en sus países de origen y sólo nueve lo traen consigo.
De acuerdo con el reporte denominado Situación Educativa de los Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes en la Red de Albergues de Ciudad Juárez, 57 menores son originarios de Honduras, 34 de Guatemala, 27 de El Salvador, 11 de México y cinco de Nicaragua.
De ellos, 10 están entre los 15 y 18 años de edad, 29 entre los 11 y 14, otros 46 entre los seis y 10 años, 37 entre los dos y los cinco y 12 más entre los cero y un año.
Un total de 45 de los menores migrantes albergados en Juárez no cuentan con estudios, cinco cursaban la preparatoria antes de salir de su comunidad de origen, 14 estaban en secundaria, 61 en primaria y 10 en preescolar, informó el coordinador del CAIM.