Monarca, la casa del terror

Claudia Rubí R. E., de 43 años y directora de la Casa de Recuperación Monarca, un centro de rehabilitación para mujeres con problemas de adicciones, y su pareja sentimental, Diana Paola E. L., de 28 años, fueron formalmente acusadas del delito de feminicidio agravado en perjuicio de Celia Janeth C. Reveles, de 35 años, contenido en la causa penal 2897/2023.

El agente del Ministerio Público David Armendáriz, adscrito a la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM), al formular la acusación contra ambas mujeres narró que la víctima apenas tenía un mes en la ciudad, tras radicar en Wichita, Kansas, y fue ella misma la que pidió a su familia que la internaran para tratar su adicción al ‘cristal’. 

Ese mismo día fue asesinada dentro de la Casa Monarca, a la que fue ingresada. 

La necropsia practicada a Celia Yaneth revela la saña que emplearon en su contra, al serle cercenados los órganos genitales, así como las vísceras y el estómago. La causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico y hemorragia cerebral por traumatismo de cráneo y desmembramiento.

En este crimen atroz, las probables agresoras no sólo mataron a golpes a Celia Yaneth, sino que la desmembraron y retiraron parte de la carne de los huesos para licuarlos. También usaron ácido muriático para deshacer los restos humanos, que metieron en cubetas al baño, en un intento por borrar evidencias, narró el representante social.

Vecinos de Casa Monarca, ubicada en la calle Montes Rocallosos número 6373 de la colonia Lomas de San José, se dijeron sorprendidos por el hecho violento y solicitaron que este tipo de centros de rehabilitación no sean permitidos en zonas habitacionales, por los riesgos que conlleva a los residentes del sector. 

El local permanece cerrado con candado, sin que las autoridades estatales informen hasta el momento la situación legal del lugar. El Diario constató que permanece cerrado, pero se desconoce si las internas fueron enviadas a sus hogares o canalizadas a otro centro. Se solicitó información al área de Comunicación Social del Sector Salud, sin obtener respuesta hasta el cierre de esta edición. 

En la casa marcada con el número 583 de la calle Constitución, casi esquina con Coyoacán, de la colonia Cuauhtémoc, y donde encontraron los restos cercenados, los residentes dijeron estar azorados ante la barbarie cometida a unos metros de sus hogares; otro vecino dijo que desgraciadamente el problema de la violencia permea en toda la ciudad. 

Víctima pidió ayuda para  tratar adicción 

La familia de la víctima dijo que la mujer de 35 años llegó a Juárez y vivió con su pareja, quien la regresó con la familia a causa de su adicción al ‘cristal’. Las tías encontraron por medio de Facebook a la Casa Monarca y la ingresaron el 17 de mayo a las 20:00 horas y pagaron 4 mil pesos por su admisión, con una cuota de 800 pesos por semana.

Al día siguiente Claudia Rubí se comunicó con la tía de Celia, María del Carmen, y le avisó que su sobrina había escapado a las 12:00 de la noche. Y aunque la mujer cuestionó que no fue notificada de manera oportuna para realizar la búsqueda de Celia, la directora le regresó los 4 mil pesos y la echó del lugar, la familia presentó ante la Fiscalía el reporte por ausencia y el día 20 les avisaron que había sido localizada muerta.  

La audiencia

Con un atraso de 37 minutos, este lunes 22 de mayo inició la audiencia por la causa penal 2897/23, cuando el Ministerio Público (MP) solicitó a la jueza Brisa Yadira Meraz que declarara legal el ingreso de los agentes investigadores de la FEM a la propiedad marcada con el número 583 de la calle Constitución. El propietario compareció ante la juzgadora y mostró los documentos que acreditan su legal posesión de la propiedad.

El MP narró que el pasado 19 de mayo a las 17:50 horas, los policías ministeriales recibieron una denuncia anónima y llegaron al lugar donde fueron recibidos por el propietario de un departamento en arrendamiento, a quien le explicaron que investigaban la privación de una vida y ése era el motivo de su presencia.

A las 18:10 horas, el dueño de la casa autorizó a los investigadores a ingresar a un departamento que desde el 2019 le arrendaba a Claudia Rubí R.E., la cual llevó a vivir junto con ella a Diana Paola E. L. 

Los agentes encontraron en el exterior del departamento botes para basura donde observaron el pantalón de un pijama a cuadros, así como una pantufla y un calcetín blanco, todos ellos con rastros hemáticos. Las mujeres trataron de correr y los agentes les dieron alcance en el patio.

Tras ser aprehendidas, las imputadas refirieron que Celia Janeth murió mientras intentaban someterla, ya que padecía síndrome de abstinencia debido su adicción a las drogas, sin embargo, “se les pasó la mano”. 

Al ingresar al domicilio encontraron en la sala una licuadora marca Ninja que contenía carne en el vaso y a un lado unos guantes de color rojo; en un balde azul encontraron pedazos de carne licuada, así como había restos de carne en cubetas de diferentes colores que también contenían ácido muriático. 

En una bolsa negra encontraron huesos sin carne ni piel, por lo que fueron formalmente detenidas ambas mujeres. La jueza declaró legal la incursión de los oficiales en la vivienda sin orden de cateo, al referir que el propietario autorizó su ingreso; también declaró legal la detención y el MP procedió a formular la acusación.

En la narrativa de hechos, la representación social dio a conocer que entre el 17 y 18 de mayo fue privada de la vida Celia Yaneth C. R., de 35 años, dentro de la Casa de Recuperación Monarca, ubicada en la colonia Lomas de San José.

Presuntamente ambas mujeres suben el cadáver, envuelto en bolsas de plástico, a un vehículo propiedad de Claudia Rubí; de ese lugar recorren aproximadamente 11 kilómetros hasta llegar al departamento marcado con el número 583 de la calle Constitución.

El crimen ocurrió en el área de la cocina de la Casa Monarca, donde la víctima fue golpeada severamente. Presuntamente Celia sufrió una crisis de abstinencia y se volvió agresiva, por lo que atacó a la directora, según algunas declaraciones obtenidas por el MP. Los estudios médicos realizados a las detenidas no mostraron lesiones superficiales, trascendió en la audiencia.  

El cuerpo ingresó desnudo e incompleto, presentó los genitales mutilados y separación de la región anatómica de los antebrazos, ambas manos, pies, región dorsal y cabeza. Los restos estaban dentro de cubetas en la bañera, con el objetivo de no derramar sangre. 

El macabro informe 

• El informe de identificación estomatológico elaborado por el perito forense Alejandro Cárdenas Hernández muestra la confronta que hizo del cadáver que ingresó al Servicio Médico Forense con el número SIEC 973/23/37 con el cabello de la víctima, una cicatriz que tenía en la mejilla, un tatuaje en un dedo con JYT y las características odontológicas resultaron positivas, a pesar de la pérdida de piezas dentales a causa de los golpes.

• Los estudios forenses determinaron que los cortes fueron realizados después de la muerte mecánica. El abdomen estaba mutilado, el estómago lacerado, el apéndice ausente, así como útero y vejiga.

• Como evidencia fue asegurada una tarjeta de presentación de Claudia Rubí como directora de la Casa Monarca, y en ese lugar los hisopados salieron positivos a las pruebas para detectar rastros hemáticos en la cocina, y en la casa de la calle Constitución encontraron dos cuchillos con hojas de 20 centímetros, dos colillas de cigarro, un tapete color negro que dio positivo al hisopado, el pantalón de pijama, la pantufla y el calcetín ensangrentado. 

• Los peritos especializados en la escena del crimen aseguraron la licuadora con fragmentos de piel y un bote con fragmentos de piel.

• Dentro de la bañera encontraron: un bote en la bañera con fragmentos de un antebrazo, otro con vísceras, fragmentos de un antebrazo y la extremidad cefálica, otro bote con el fragmento de una pierna.

Además, fue asegurada una bolsa negra de plástico con seis huesos largos y dos rótulas. 

• En otro bote blanco localizaron restos de tejido triturado, que también era contenido en un bote gris.