Mitigan el calor con megasombrillas

Con la entrada del fenómeno conocido como la canícula, vendedores foráneos aprovechan para ofrecer una alternativa a los juarenses para mitigar las altas temperaturas.

Durante tres semanas comerciantes provenientes de Toluca, Estado de México viajan exclusivamente a estados del norte del país en temporada de verano para comercializar las megasombrillas en diversos puntos de la ciudad.

Uno de estos lugares está cerca del parque El Chamizal, lugar que Rigoberto Agapito Antonio visita desde hace tres años, coloreando la banqueta del cruce de Costa Rica y Heroico Colegio Militar con las sombrillas de vistosas tonalidades. 

Rigoberto explicó que el paraguas es hecho con armazón de metal, tela de poliéster que sirve para sol y lluvia y cuenta con rompevientos; mide tres metros con 40 centímetros.  

“Así como ha estado el clima no nos ha favorecido, hay veces que sí llegan a quedar piezas, ha estado lloviendo y se ha puesto muy fresco y aparte por el aire, la gente lo compra cuando hace calor”, comentó el entrevistado.

De acuerdo con el comerciante, el año pasado vendió alrededor de 75 piezas en tres semanas, y para este año trajo 140 piezas, de las cuales ha vendido el 50 por ciento.

Rosendo Margarito Flores es otro de los vendedores que viajó junto a otras 14 personas de Toluca hasta Torreón, Coahuila, en donde se estableció por tres semanas; posteriormente, continuó hasta el estado de Chihuahua, en donde se estacionó en los municipios de Jiménez, Delicias, Gómez Farías y después de concluir sus ventas en esta ciudad regresan a Toluca.

Rosendo comentó que desde la Semana Santa inició con la venta de las sombrillas; este año el primer lugar al que viajaron fue Hermosillo, Sonora, seguido por algunas costas de México. 

Mencionó que dependiendo del éxito de las ventas son los días que permanecen en la ciudad, en esta ocasión aún le queda una semana para vender el resto de sus productos.

El año pasado vendió en dos semanas su mercancía, y para éste tendrá que extenderse por siete días más que el año pasado o cambiar de ubicación.

El comerciante generalmente se establece en la avenida Vicente Guerrero y avenida De las Américas, pero debido a los cambios climáticos de la temporada ha tenido que suspender sus actividades, por lo que ha pensado en caminar como otros compañeros por otras calles de la ciudad para terminar de vender su mercancía.

“Nos vamos hasta que se acaben, los días que estuvo con aire no se puede, dependemos del clima, si está bien soleado aguantamos, pero si hay lluvia nos tenemos que quitar”, dijo el comerciante de sombrillas. (Verónica Domínguez / El Diario)

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