Más económico y sin intermediarios

Como una forma de contrarrestar la pérdida económica que genera la venta por medio de intermediarios, agricultores de Samalayuca vendieron ayer sus productos a los habitantes de esta ciudad fronteriza, lo cual generó una derrama económica de aproximadamente 6 millones de pesos, dijo Javier Meléndez, presidente de la vecina población.

“El consumo local genera bienestar en torno a la cadena de comercialización, entre el productor y el consumidor, porque gana el productor al vender a precios económicos y justos, y también gana el consumidor al adquirir productos frescos de buena calidad”, explicó Meléndez.

Los dos principales ejes de desarrollo económico de Samalayuca son el turismo y la producción agrícola; sin embargo, a causa de la pandemia provocada por Covid-19, la región no ha tenido ingresos del sector turístico, pues sus 15 centros recreativos –entre las dunas y balnearios– han permanecido cerrados por largos lapsos.

“Este ejercicio de venta es de gran utilidad porque nos permite desplazar la mercancía que nosotros tenemos. Toda la producción que se genera en los campos hortícolas de Samalayuca a veces topa con el problema del intermediarismo, donde se le paga a un precio muy sacrificado al productor”, dijo Meléndez.

La venta se realizó en el estacionamiento de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), en la avenida Henry Dunant, entre las 9:00 de la mañana y las 2:00 de la tarde, pero productos como chile seco, cebolla, ajo, huevo y frijol, se agotaron durante las primeras dos horas, por lo que se continuó con la venta de cabrito y gallinas, además de artesanías.

Alrededor de 25 o 30 toneladas de productos fueron comprados directamente al productor, por lo que se calculó una derrama económica de 6 millones de pesos, señaló Meléndez, quien junto con agricultores de la región atendió a las personas que arribaron a realizar sus compras.

En el lugar también se ofertaron productos locales como bisutería artesanal de la marca Hilo Rojo, además de galletas de avena 100 por ciento caseras de Heal y sazonadores artesanales, como chiles secos con jamaica, cacahuate con tamarindo y chabacano con chile guajillo de la marca Sabita.