‘Maquiladora no lo quería dejar salir’

Tras permanecer desde el pasado mes de agosto sin empleo Pablo Frausto Roque, de 38 años, fue contratado por la empresa Syncreon, ubicada en la calle Búfalo, en el suroriente de la ciudad.

Pablo apenas cumplía la tercera semana laboral cuando su madre Cecilia Roque recibió la noticia: su hijo, quien era diabético e hipertenso, murió posiblemente por coronavirus (Covid-19) en el Hospital Regional número 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Desde el domingo lo interné, el caso es que en el trabajo no daban permiso y él ya andaba con calentura, tos y gripe, pero la empresa no lo quería dejar salir; desde el lunes anduvo malo y así anduvo hasta el viernes, y eso porque un amigo habló por él para que lo dejaran salir a consulta porque la doctora de ahí le decía que estaba bien”, dice Cecilia Roque, madre de Pablo.

Ayer El Diario buscó una entrevista con directivos de la planta maquiladora, pero no se obtuvo una respuesta a las diversas llamadas telefónicas realizadas.

Refiere que su hijo no quería faltar al trabajo por miedo a ser despedido y aunque pasó al área de enfermería de la empresa, la doctora declinó enviarlo a su casa para que fuera a atenderse a la Unidad de Medicina Familiar.

“Me decía que estaba bien, pero cómo estaba bien, si traía mucha calentura. Él no faltó porque necesitaba el trabajo, acababa de entrar… apenas iba para la tercera semana”, explica la madre de familia que reprueba la negligencia de la empresa.

Por instrucciones del Gobierno federal, trabajadores con morbilidad como diabetes, hipertensión arterial y obesidad, deberían ser descansados, lo que no ocurrió con Pablo, asegura Cecilia Roque, originaria del estado de Veracruz.

“Por la televisión decían que las personas se tenían que quedar en su casa, que no podían trabajar los diabéticos ni los hipertensos y la maquiladora hizo trabajar a mi hijo que era diabético e hipertenso. Ellos lo sabían porque para entrar a trabajar le hicieron un examen médico”, asegura.

Pablo recurrió a los consultorios médicos de farmacias, donde le recetaron inyecciones que le suministraron por dos días seguidos sin presentar mejoría.

El domingo, cuando la madre decidió visitar a su hijo en su casa, lo observó en muy mal estado por lo que lo llevó a un hospital particular, ubicado en Zaragoza, donde lo canalizaron al Hospital Regional número 66 del IMSS, donde fue internado el domingo.

El jueves 9 de abril a las 13:00 horas personal del Seguro informó al yerno de Cecilia que Pablo murió y la causa era supuestamente Covid-19.

La madre aún no obtiene el certificado de defunción en el cual se establezca la verdadera causa de muerte, sin embargo, al personal de la funeraria contratada le dijeron que el cuerpo sería liberado hasta obtener los resultados de la prueba RCP.

“Los empleados de la funeraria han estado preguntando por el cuerpo, pero no lo han dejado salir”, lamenta la madre del empleado de la empresa maquiladora Syncreon Juárez, ubicada en la calle Búfalo y quien probablemente falleció por Covid-19.

Ayer por la mañana los empleados de esa empresa realizaron un paro de labores y denunciaron públicamente ser obligados a trabajar sin las medidas de seguridad e higiene necesarias, incluso, compartieron fotos de cómo permanecían dentro de la empresa sin preservar la obligatoria sana distancia.

Oficialmente el IMSS registra 14 decesos por Covid-19 en Ciudad Juárez, 13 de las defunciones corresponden a empleados de empresas maquiladoras, a decir Humberto Campos Favela, titular de la Jefatura de Prestaciones Médicas del Seguro Social, durante la conferencia de prensa virtual que diariamente ofrece la Secretaría de Salud.

El deceso de Pablo no ha sido confirmado por las autoridades sanitarias que, en atención a la Ley de Transparencia se reservan los datos personales de las víctimas.

Ayer la madre de familia, que optó por el confinamiento voluntario al presentar tos seca y ser hipertensa, dice que ningún integrante de su familia ha sido sometido a la prueba RCP para descartar estar contagiados de Covid-19, tampoco han sido contactados por personal del IMSS o la empresa maquiladora.

La familia Frausto Roque ahora debe enfrentar el pago del servicio de cremación del cuerpo de su hijo, al que no podrán velar por instrucciones de la funeraria. De momento solo cuentan con el dinero que sus compañeros de la empresa les enviaron después de una cooperación que hicieron en el centro de trabajo.

Muchos de los trabajadores no conocían a Pablo por el poco tiempo de su ingreso a la planta, sin embargo, se solidarizaron con la familia al saber que ni siquiera tendrían la oportunidad de velar a al padre de familia.

“Mi hijo era un buen padre de familia, un buen hermano e hijo. Quería lo que todos, un trabajo digno para sacar adelante a sus hijo y a su esposa”, dice Cecilia, aún incrédula ante la pérdida sufrida.

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