Lugar de desaparición es zona conflictiva

El sector residencial más cercano al punto donde el pasado lunes desapareció el agente de Seguridad Vial Jaime Sánchez Rodríguez, tiene historial como zona en la cual sobresale el robo de vehículos, conductas que alteran la paz y convivencia, así como quejas por abuso de alcohol y drogas, según denuncias en Fiscalía y llamadas al Centro de Emergencia, dice un estudio de Ficosec.

Google Maps ubica a 13 minutos del cruce de la calle Arizona y Calzada del Río, en el cual estaba el oficial de vialidad al momento de desaparecer, una casa de seguridad intervenida por la Agencia Estatal de Investigación (AEI), en la calle Lausane 1016.

De acuerdo con información de la Fiscalía Zona Norte, esa vivienda perteneció o pertenece a René Gerardo Garza Santana, alias “El 300”, presunto líder de una célula criminal.

El inmueble fue cateado por agentes ministeriales en noviembre de 2018, ya que se contaba con información de que era utilizado para privar de su libertad a víctimas, de acuerdo con los reportes oficiales que emitió entonces la dependencia ministerial.

El Atlas de Riesgo del Observatorio de Seguridad y Justicia del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec) ubica a ese sector en un estudio de 2015 como cuadrante 69.

En este confluyen los fraccionamientos privados Antares, Villa Arboleda, María Isabel, San Rafael, Rinconada del Río, Arboleda, La Moraleja, Santa Fe, Paseo de las Flores y Las Quintas.

El estudio que analiza la incidencia delictiva menciona que en dicho cuadrante hubo 8 homicidios en 2011, cuatro en el año 2012, tres más durante 2013 y dos en 2014.

En la zona hay mil 548 viviendas ocupadas donde viven 5 mil 09 personas, la mayoría mayores de 15 años y menor de 65, según el análisis de Ficosec.

El robo a casa habitación se denunció en 22 ocasiones en el período de 2011-2014 y en el mismo tiempo la Fiscalía recibió 149 denuncias por robo de vehículo, según la fuente de información.

Los residentes de ese sector hicieron 211 reportes en dicho periodo a los números de Emergencia denunciando casos de conductas que alteran la paz y la convivencia y 65 reportes por abuso de alcohol y drogas, dice el informe del Observatorio.

Además se atendieron 95 riñas y conflictos por la Secretaría de Seguridad Pública y 16 casos de violencia familiar.