Lleva más de 70 horas en ayuno por irregularidades en primaria

Ciudad Juárez- Tras la denuncia de irregularidades en el uso de recursos asignados por el programa federal La Escuela Es Nuestra (Leen), Bertha Flores López este día ha cumplido más de 70 horas en ayuno en el exterior de la primaria Nicolás Bravo en exigencia de que se realice una auditoría y su hijo sea reubicado en otro turno para evitar represalias por parte de su maestra. 

Cuando la escuela fue beneficiada con el programa federal que busca la rehabilitación de la infraestructura educativa, Bertha, madre de un estudiante de cuarto grado, fue nombrada presidenta del comité para supervisar el uso de los recursos que ascienden a 500 mil pesos, como parte de los requisitos que establece el proyecto. 

Sin embargo, al reportar irregularidades, como la petición de su firma por la compra de material sin que se le permitiera hacer un inventario o una factura que no estaba a nombre de la escuela, aseguró que comenzó a recibir un mal trato por parte del director del plantel y que incluso su hijo se sintió agredido por su maestra al impedirle participar en clase. 

Ante la situación, Bertha decidió comunicarse con la dirección a nivel federal del programa Leen y explicar lo sucedido, además de informar que dejaría el comité para evitar mayores inconvenientes, pero se le dijo que si los padres de familia desintegraban el proyecto se tendría que retirar el recurso, por lo que se le brindó como alternativa realizar una auditoría. 

Bertha pidió que además de la revisión, se cambiara a su hijo al turno matutino y lo dio de baja, pero al llevarlo a clases se le informó que no había espacio para un alumno más y que se desconocía el cambio que se pretendía hacer, desde entonces su hijo ha cumplido tres semanas sin asistir a clases y ella lleva más de 70 horas en protesta. 

“Es increíble que no haya venido ninguna autoridad educativa, si hoy no vienen haré algo más fuerte, como encadenar la escuela o cerrar la calle, porque si no les interesa que dañe mi salud quizá sí les importe incomodar a terceros”, dijo Bertha, quien desde el viernes permanece frente a la escuela Nicolás Bravo con un letrero que cuenta cada hora que pasa. 

La Subsecretaría de Educación señaló que se ha comunicado con la madre de familia para brindarle opciones que resuelvan la situación, pero la señora Bertha explicó que no pretende cambiar a su hijo a otra escuela donde encuentre espacio, sino cambiarlo al turno matutino en el mismo plantel.