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Juárez

Expulsados de EU

Llegan a Juárez engañados, sin dinero y positivos a Covid

El lunes pasado arribaron a esta frontera 260 migrantes deportados por el gobierno de Joe Biden

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

miércoles, 11 agosto 2021 | 11:57

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez | Durante la prueba rápida de Covid

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Ciudad Juárez— Al menos siete de las 260 personas expulsadas a México a través de Ciudad Juárez el pasado lunes dieron positivo a una prueba rápida de Covid-19 que se les aplicó antes de ingresar al gimnasio municipal “Kiki” Romero, el cual funciona como espacio filtro para evitar la propagación del virus en los albergues y la comunidad.

De acuerdo con su encargado y director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, Rogelio Pinal, más de 120 de los 260 migrantes expulsados pidieron ser trasladados al albergue, en donde se descubrió que eran positivos al virus.

Las siete personas viajan  acompañadas por al menos un niño, los  cuales fueron aislados con ellos en carpas especiales que les fueron donadas por la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM-ONU), debido a que hasta ayer el hotel filtro para migrantes se encontraba saturado, se informó. 

“Fueron aislados porque ahorita el hotel filtro está saturado, pero van a ir siendo trasladados para allá... Es un reto porque tenemos que mantenernos con todas las medidas de salud, con todos los protocolos. Cuando hay niños es más complicado porque son niños y tenemos que hablar con los papás para que no los dejen solos y se mantengan aislados”, comentó el funcionario municipal.

El “Kiki” Romero abrió sus puertas como un espacio filtro el 5 de abril de este año, para evitar la propagación del Covid-19 y ante la necesidad de apoyo humanitario de los extranjeros expulsados por el gobierno de Joe Biden, quienes muchas veces llegan a la ciudad con sus hijos, sin dinero para comer ni un lugar en donde dormir. 

Antes de ingresar, todos los migrantes son sanitizados con sales cuaternarias, se les coloca gel antibacterial, se les dota de cubrebocas y se les realiza una prueba rápida de Covid-19.

Quienes dan positivo al virus son trasladados al hotel filtro o aislados en las carpas hasta que haya lugar para ellos. Quienes dan negativo a la prueba no puede acercarse a la zona de aislamiento, si lo hacen la primera vez recibe una amonestación verbal y la segunda ocasión es expulsado, al igual que quienes no utilicen el cubrebocas, debido a que siempre deben portarlo dentro del gimnasio. 

Un riesgo para la salud

Los 260 migrantes expulsados el lunes por el gobierno de Joe Biden a Ciudad Juárez, habían ingresado a McAllen, Texas a través de las fronteras con Tamaulipas. Aquí fueron recibidos en el puente internacional Lerdo-Stanto por personal del Instituto Nacional de Migración (INM), en cuyas instalaciones fueron atendidos por los tres niveles de gobierno, con apoyo de organizaciones locales e internacionales. 

A la par del cierre de la frontera, el 20 de marzo de 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo el Título 42, Sección 265 del Código de los Estados Unidos, de la Ley del Servicio de Salud Pública, empezaron a retornar de forma exprés a México a las personas que entraran a Estados Unidos de forma irregular. En el caso de Chihuahua, por Ciudad Juárez y Puerto Palomas de Villa, municipio de Ascensión. 

El presidente Donald Trump argumentó, de conformidad con el Título 42, que “existe un grave peligro de que se introduzca más Covid-19 en los Estados Unidos; que la prohibición de la introducción total o parcial de personas o bienes de México y Canadá se requiere en interés de la salud pública”. 

Bajo esta orden, desde entonces la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) prohíbe la entrada de “ciertas personas que potencialmente representan un riesgo para la salud, ya sea en virtud de estar sujetas a restricciones de viaje previamente anunciadas o porque ingresaron ilegalmente al país para eludir las medidas de detección médica. Para ayudar a prevenir la introducción de Covid-19 en las instalaciones fronterizas y en los Estados Unidos, las personas sujetas a la orden no serán retenidas en áreas congregadas para su procesamiento y en su lugar serán expulsadas inmediatamente a su país de último tránsito”. 

‘Bienvenidos a México’

Jerson L. M.  salió de Honduras con su hijo de 3 años de edad, en busca de trabajo, pero ambos fueron enviados a México sin ser avisados. Y sin saberlo viajaron con migrantes portadores del virus, aunque aparentemente no fueron contagiados. 

“Yo no voy a irme a perder a Estados Unidos, yo voy por un futuro mejor de mis dos hijos, tengo un niño de tres y dejé a la mujer embarazada. Legalmente uno sale a otro país a emigrar para buscar la manera de mantener a su familia, a sus hijos”, relató.

El centroamericano le pidió al gobierno de Biden una oportunidad para trabajar en su país, luego de haber sido expulsados a esta frontera. 

“No me dijeron nada, de para dónde íbamos, yo sí le pregunté a un gringo y me dijo: no sé la verdad. Pero cuando yo vi que decía ‘Bienvenidos a México’, yo me puse a llorar. No nos pidieron explicaciones, nada”, aseguró.  

Le falta carácter al Gobierno: Soberanes

“Llegan en una situación muy triste, los niños vienen enfermos por estar en las ‘congeladoras’, (o hieleras, como llaman los migrantes a las estaciones de detención en Estados Unidos, debido a sus bajas temperaturas). Los niños llegaron con tos, flemas y temperatura”, lamentó Pinal. 

Una de las menores centroamericanas, de ocho años de edad, tuvo que ser traslada al Hospital Infantil debido a que al llegar al “Kiki” Romero y ser revisada por un médico de Centros Comunitarios  presentaba síntomas de intoxicación por un medicamento, informó. 

El Título 42, en medio de una pandemia, pone en riesgo la salud de los propios migrantes y de la comunidad, señaló el doctor Lorenzo Soberanes, representante del Colegio Médico de Ciudad Juárez.

“No solamente deben hacerles la prueba (de Covid), ellos tienen vacunas suficientes para podérselas aplicar; es deshumanismo enviarlos así a México. Le falta carácter al Gobierno (de México) para poner orden. Hay mucho riesgo al recibirlos en esas condiciones, están contagiados ellos y quien sabe cuántos más de los que no fueron al albergue”, dijo el médico. 

Estados Unidos sigue tratando a México como su “patio trasero”, lo que pone en riesgo la salud de los migrantes y de la comunidad, lamentó. 

Bajo sospecha del virus

De acuerdo con el Informe Epidemiológico semanal de población migrante estudiada bajo sospecha de Covid-19 de la Secretaria de Salud Federal, dos migrantes han perdido la vida en Ciudad Juárez a causa del virus, aunque no especifica las fechas ni su estatus migratorio.

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