PUBLICIDAD

Juárez

Incluye a Juárez déficit en acuíferos

En el estado, 42 de los 61 mantos presentan volúmenes de extracción mayores a los de recarga, advierten reportes oficiales

Sandra Rodríguez
El Diario de Juárez

lunes, 25 abril 2022 | 09:58

| Canal de riego en el Valle de Juárez

PUBLICIDAD

De los 61 acuíferos subterráneos que hay en el estado de Chihuahua, los que presentan niveles oficiales de déficit –o de volúmenes de concesión y extracción mayores a los de recarga– pasaron de 19 en los datos reportados en 2015, a 30 en 2018 y a 42 en 2020, incluidos los principales abastecedores de agua para el municipio de Juárez. 

El comparativo fue proporcionado por la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS) con base en lo medido por la Comisión Nacional del Agua y difundido en el Diario Oficial de la Federación (DOF), mostrando que el desequilibrio en estos depósitos pasó de estar calculado en un 31 por ciento del total, a un 69 por ciento.

El período medido, dicen las publicaciones oficiales, inicia en junio de 2014 –que es la fecha de corte del DOF de 2015–; cita un corte de diciembre de 2015 para el reporte del DOF de 2018, y cierra en febrero de 2020, para el diario publicado en septiembre siguiente con la más reciente actualización de los datos sobre disponibilidad de agua.

Entre los depósitos subterráneos que entraron en déficit en ese lapso de casi seis años está el Conejos-Médanos (transfronterizo), uno de los tres que abastecen al municipio de Juárez y del que, según JCAS, se extrae alrededor de 12 por ciento del vital elemento en esta mancha urbana fronteriza. 

Sobre éste, que comprende subsuelo del poniente del municipio de Juárez, de Ascensión y Ahumada, la información de Conagua muestra que pasó de tener una disponibilidad media anual de 12.9 millones de metros cúbicos (Mm3) al corte de junio de 2014, a presentar un déficit de -82 millones en el corte de diciembre de 2015, que fueron los datos reportados en el DOF de enero de 2018.

Para febrero de 2020, al corte de lo documentado en septiembre de ese mismo año, el balance negativo en ese lugar de almacenamiento ubicado al poniente de esta ciudad había ya aumentado además en otros 20 Mm3, para ubicarse en -102 Mm3, o un 24 por ciento más de pérdida con respecto a la medición anterior. 

La información revisada por este medio muestra que, en este caso, como en el resto de los acuíferos que entraron en nivel de déficit en lo difundido en 2018, los incrementos mayores en la extracción fueron, sobre todo, en el volumen en “zonas de suspensión provisional de libre alumbramiento”; es decir, donde se incluye el agua subterránea utilizada que se estima en estudios técnicos además del registro oficial.

“El uso principal del agua extraída es el sector doméstico/pecuario. Sin embargo con la entrada en operación de la batería de pozos que abastecerá de agua a Ciudad Juárez, el usuario mayor será el Organismo Operador JMAS Ciudad Juárez”, dice el documento de Conagua con la “Actualización de la disponibilidad media anual en el acuífero Conejos-Médanos” difundido en 2020.

Valle de Juárez, ligera recuperación 

Sobre los tres mantos que abastecen al municipio de Juárez –otro es el de Samalayuca–, la información oficial revisada muestra que el único dato de recuperación es un ligero aminoramiento del ya histórico déficit en el Valle de Juárez, o Bolsón del Hueco, principal fuente de esta ciudad fronteriza. 

Al respecto, los datos del Gobierno federal muestran que hasta 2018 el déficit era de -86.2 Mm3, arrastrado en volúmenes similares al menos desde 2010. En 2020, sin embargo, este saldo se redujo a -76 Mm3.

En los datos se observa que uno de los cambios fue una leve disminución en los Volúmenes Concesionados/Asignados (VCAS) en esta zona, que abarca la franja agrícola del Valle de Juárez, o Distrito de Riego 009, y que se ha caracterizado por altos niveles de violencia desde al menos 2008. 

Sobre el lugar, y después de que para el análisis de 2018 no se reportaron informes de extracción, en 2020 se difundieron cantidades de concesión ligeramente inferiores que las reportadas desde 2010, arrojando por tanto la reducción del nivel de sobreexplotación. 

“Hasta hace dos décadas el uso agrícola era el más importante, pero ahora debido al empleo de agua superficial proveniente del Río Bravo y de agua residual, se utiliza un volumen muy pequeño de agua subterránea. Además, el crecimiento de la zona urbana hacia el sur ha contribuido al cambio de uso de los pozos agrícolas de primera unidad de riego para ser destinados al abastecimiento de agua potable”, dice el documento de 2020 sobre este depósito subterráneo que también es transfronterizo.

“El usuario principal es el organismo operador de agua potable para el abastecimiento de Ciudad Juárez (JMAS). El acuífero forma parte del Consejo de Cuenca Río Bravo. En su territorio se localiza el Distrito de Riego 009 ‘Valle de Juárez”, agrega el texto oficial de Conagua. 

Samalayuca, cada vez menos 

En sentido inverso, con una proporción aún mayor de abatimiento, está el acuífero de Samalayuca, también en el municipio de Juárez, cuyos datos son de un -6 millones de metros cúbicos al año en el DOF de 2015, -8.4 Mm3 en 2018 y -13.6 Mm3 en 2020.

Sobre esta región, en los últimos años aumentó el negocio privado de venta de lotes campestres que, de acuerdo con información recabada por El Diario, se abastecen de agua concesionada para el uso agrícola.

“La explotación actual del acuífero no se efectúa mediante una organización de usuarios, sino que ésta se realiza hasta cierto punto en forma individual principalmente en lo referente al sector agrícola”, dice el documento con la actualización de datos sobre este manto ubicado en el subsuelo del seccional de Samalayuca.

El déficit aparece brevemente definido en la Norma Oficial Mexicana NOM-011-CONAGUA-2015 –sobre “Conservación” del recurso– como “el caso de que la disponibilidad media anual de agua en las cuencas hidrológicas o en los acuíferos resulte negativa”. 

La disponibilidad media anual del recurso, a su vez, es el “volumen medio anual de agua subterránea que puede ser extraído de un acuífero para diversos usos, adicional a la extracción ya concesionada y a la descarga natural comprometida, sin poner en peligro el equilibrio de los ecosistemas”.

La Conagua no respondió una solicitud de información sobre los aumentos en estos balances negativos.

Se agudiza desequilibrio

La agudización del desequilibrio se extiende de norte a sur de la entidad.

Entre los 12 mantos que entraron en déficit en toda la entidad en la última medición están, entre otros, dos en el municipio de Ascensión que eran de los pocos con disponibilidad en el noroeste de Chihuahua: el Sabinal y Las Palmas, este último junto al Conejos-Médanos.

Otro caso que destaca es el déficit que empezó a presentar en 2020 el acuífero Aldama-San Diego, entre los municipios de Aldama, Aquiles Serdán, Rosales, Chihuahua y Julimes, en la parte centro-sur de la entidad y que pasó de tener disponibilidad de 14.8 Mm3 en el DOF de 2018 a -47 Mm3 en el de 2020. 

“El principal usuario es el agrícola. En la porción sureste de su territorio se encuentra una parte del Distrito de Riego 005”, dice la “Actualización de la disponibilidad media anual en el acuífero Aldama-San Diego 036”, publicado por Conagua en diciembre de 2020.

También entró en déficit el acuífero Valle de Zaragoza, que el mapa oficial lo ubica al sur del estado, en la región del río Conchos que incluye la presa La Boquilla y donde, de haber disponibilidad hasta lo difundido en 2018, pasó a -15 Mm3 en 2020.

Sobre los depósitos que abastecen la ciudad de Chihuahua, y respecto a los que se habían ya reportado los niveles de sobreexplotación, la información muestra también agudización de las pérdidas que ya se arrastraban desde al menos 2010, como en el caso del Chihuahua-Sacramento, donde aumentó de -45.4 en 2015, a -57.6 Mm3 en 2018 y a -68.7 en 2020.

“El usuario principal es el sector público-urbano, a través del Organismo Operador Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Chihuahua (JMAS). En su territorio no se localiza distrito o unidad de riego alguna”, dice el documento respectivo.

‘Uso agrícola’

De acuerdo con Óscar Ibáñez, presidente del Consejo de Administración de la JCAS e investigador académico, la mayor parte de la sobreexplotación en el estado se debe al uso agrícola, para el que se extrae y concesiona el recurso, dijo, en volúmenes mucho mayores a los destinados para el uso en las ciudades.

“No estoy diciendo que no sea importante, pero para dar una perspectiva, digamos que es de 9 a 1: por cada litro de agua, 900 mililitros son para uso agrícola y 100 son para uso público urbano. Entonces, esa relación de 9 a 1 es como está el equilibrio del uso de agua en todo el estado”, dijo el también representante de la gobernadora María Eugenia Campos. 

El funcionario agregó que, si bien las actualizaciones de la Federación son complejas –señala que hubo una modificación en el método de cálculo o cuestionamientos a las dimensiones de los acuíferos– los datos representan la información “disponible más exacta” y coincide con los aumentos en los usos de electricidad para la extracción mediante pozos en el estado.

“Sí aumentó el déficit, porque se corroboró en esas zonas contra la demanda que había de energía eléctrica, en las zonas de riego; lo que hicimos fue cruzar la información de los pozos con información de Comisión Federal de Electricidad”, dijo Ibáñez.

“Cruzamos la información de lo que eran los permisos o las declaraciones de libre alumbramiento contra los recibos de CFE y sí se veía que había utilización de esos pozos, por lo que inferimos que sí hay déficit real”, agregó. 

En esta ciudad, menor calidad

Sobre la situación en Ciudad Juárez, Ibáñez señaló que es distinta a la de Monterrey, en Nuevo León, donde se ha declarado una crisis de escasez y donde la fuente de abastecimiento es el agua superficial, mientras que aquí procede de los acuíferos.

En esta frontera, dijo, lo que empezará a pasar es que el recurso será cada vez de menor calidad. 

“Juárez no utiliza nada de agua superficial, todo es agua de pozos, y es muy difícil de caracterizar el volumen total de los acuíferos; lo que se mide es la disponibilidad en términos de un equilibrio entre recarga y descarga; entonces, lo que ahí se documenta es que se saca más agua de lo que se recarga el acuífero, pero el volumen que existe en el acuífero, ese no está cuantificado”, dijo.

“Y en realidad, como en el caso de Juárez, lo que preocupa es que cada vez la calidad del agua disminuye, porque aumentan la cantidad de contaminantes de origen natural, por la geología del acuífero; entonces, aumentan esas concentraciones, y cada vez que se saca el agua hay que potabilizarla, entonces eso cuesta más, o se saca de profundidades mayores y eso también cuesta más, por la energía eléctrica, por todo lo demás”, agregó.

Jorge Salas Plata, también investigador académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y autor de diversos análisis sobre recurso hídrico en la región fronteriza, agregó que la información generada desde 2000 advirtió que la calidad empezaría a disminuir a partir de 2020, cuando el agua dulce sería cada vez menos y se alcanzaría la capa con elementos contaminantes.

“Hay una primera capa, que fue el agua que llegó hace cientos de miles de años, aguas fósiles o prehistóricas, y sobre ese manto llegó el agua más reciente, que es la que estamos consumiendo, que es agua dulce; entonces, a esta agua dulce es a la que se refiere el estudio, que se empieza a agotar”, dijo.

“Ya estamos explotando esta otra capa de agua salina, de agua fósil”, agregó Salas Plata.

Al respecto, los reportes tanto del acuífero Conejos-Médanos como del Valle de Juárez elaborados por Conagua incluyen estos estudios de principios de siglo XXI, como el de 2000 en el caso del primero y que desde entonces advirtió químicos por encima de la norma y una explotación permisible de sólo 20 años.

“Algunos pozos presentan concentraciones por arriba de la norma en algunos parámetros como flúor, sodio, fierro, cloruros y sulfatos. Los resultados del modelo de simulación establecen que la capacidad del acuífero permitirá su explotación al menos durante 20 años con abatimientos promedio del orden de 0.70 m por año”, indicó en 2000 el “Diagnóstico de calidad del agua en 23 pozos del acuífero de Conejos-Médanos y necesidad de una planta potabilizadora para el proyecto Conejos-Médanos”. 

Sobre estos elementos químicos, el documento sobre el acuífero Valle de Juárez cita datos que desde 2003 reportaron “concentraciones fuera de norma para el flúor, fierro, sodio, sulfatos y sales disueltas”. También, que “las altas concentraciones de fierro se asocian a la disolución del material del ademe (tubería del pozo) y las de sulfato a la presencia de yeso en la zona”.

srodriguez@redaccion.diario.com.mx

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search