Juárez

Jóvenes migrantes

Huyen de reclutamiento forzado de pandillas

Falta de oportunidades de desarrollo, otro de los factores por los que se van de sus lugares de origen, revela foro

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

viernes, 20 septiembre 2019 | 06:00

David Cruz / El Diario de Juárez

Ciudad Juárez— El reclutamiento forzado para que formen parte de las pandillas y la falta de oportunidades de desarrollo en sus lugares de origen son las principales causas por las que niñas, niños y adolescentes huyen del norte de Centroamérica, por lo que México debe diseñar políticas públicas para una integración efectiva, destacaron representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Se trata de jóvenes “provenientes de familias desestructuradas, con condiciones de vida precarias, con altos índices de no escolaridad, expuestos al trabajo infantil, de juventudes cruzadas por las violencias”, señaló Alex Rigol, coordinador de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ciudad Juárez, durante el foro internacional “Juventudes frente a los procesos migratorios”.

María Isabel Remolina, de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugios (ACNUR), destacó que la violencia es en todos sus ámbitos –incluida la sexual–, la trata de personas, haber sido testigos de algún crimen o el ser personas LGBTI, ya “que por el hecho de tener esa característica personal los hace blanco de ataques de las pandillas”, son causas que los obligan a huir de Guatemala, Honduras y El Salvador.

Los refugiados son parte de una migración forzada, y a diferencia de la migración planeada, éstos tienen que salir de un día para otro de su casa.

En 2018 se registraron más de 70 millones de personas desplazadas, casi 40 mil dentro de su mismo país, 27 millones refugiadas y más de 3 millones en proceso de refugio.

En México en 2017 se registraron 14 mil 619 solicitantes de condición de refugiados, en 2018 fueron 29 mil 634, y hasta julio sumaban ya 39 mil 983 solicitantes.

En el caso de los menores de edad, Remolina señaló que uno de los grandes retos para su protección en el rol central de la Procuraduría de Protección es que aunque se detecte el riesgo, si el adolescente no quiere solicitar el refugio en México se le regresa a su país sin indagar más, lo cual los hace más vulnerables.

Los desafíos

Dentro del mismo panel denominado Agenda de gobierno, desafíos y problemáticas para la atención a jóvenes migrantes, del foro internacional, el coordinador local de la OIM, que trabaja en Juárez desde hace dos meses habló sobre los desafíos y Propuestas para la atención de jóvenes y niñez migrante.

“El 30 por ciento de los hogares tiene paredes de adobe, casi el 70 por ciento vive en casas que tienen techos de lámina, y el 10 por ciento de los jóvenes retornados vivía en hogares donde el piso era de tierra, estos son indicadores del Banco Mundial de Desarrollo que nos reflejan una carencia o pobreza, esto aunando al hecho de que más del 50 por ciento de las niñas, niños y adolescentes retornados en sus hogares no estaba conectados a la red del drenaje y alcantarillado, un indicador de falta de saneamiento”, apuntó.

Según un estudio coordinado con la Organización Internacional para el Trabajo, el 31 por ciento de los menores no acompañados realizaba trabajos remunerados, y el porcentaje de menores entrevistados que realizaba tareas del hogar como cuidados de hermanos y primos era del 92 por ciento. 

En promedio los menores no acompañados trabajaban 36.5 horas semanales en su lugares de origen, casi una jornada laboral completa de ocho horas cinco días a la semana.

“También creemos que es necesario y sumamente importante poner la realidad que existe de violencia generalizada en los países del triángulo norte de Centroamérica, tenemos situaciones en los que actores no tradicionales como las pandillas, grupos de cárteles, traficantes de personas que perpetran violencia en la sociedad a todos los niveles”, por ejemplo en todos los departamentos (estados) existe presencia de pandillas. 

Rigol destacó además que el mito dentro de la migración de viajar con un menor de edad, los expone a que sean acompañantes y corran todos los peligros, cuando la ruta migratoria de forma irregular en México “es un infierno”.

En el trayecto sufren robos, violencia, violencia sexual, secuestro, desaparición, accidentes en el tren o selva y algunos son víctimas de trata de personas.

Además la mitad de la población de los menores retornados no tienen interés en estudiar o no tienen las condiciones para hacerlo. 

Recomendaciones

El activista recomendó al Gobierno mexicano diseñar e implementar políticas públicas para una integración efectiva, buscar esquemas de tutelaje con modelos de vida independiente y puertas abiertas progresivas, facilitar los trámites de revalidación de estudios entre países y garantizar el derecho a circular libremente dentro del territorio definido por la Ley para la población migrante.

También destacó la importancia de promover campañas informativas para desmontar los mitos que se crean alrededor de la migración.

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