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Juárez

Ante reacción oficial y de la comunidad

Héroes sienten impotencia

Narran enfermeros lo vivido en medio de la pandemia

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

sábado, 06 junio 2020 | 06:00

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Ciudad Juárez.- “Impotencia” es la palabra con que trabajadores de la salud definen su sentir en medio de la pandemia por Covid-19, con las autoridades que aseguran continúan sin protegerlos adecuadamente y con la comunidad que no toma las medidas de prevención necesarias, mientras que en promedio todos los días seis de ellos se contagian. 

Según cifras oficiales dadas ayer por el doctor Arturo Valenzuela Zorrilla, director medico en la Zona Norte del estado, hasta el 4 de junio se había confirmado el contagio de 511 trabajadores de la salud en Chihuahua, 297 de los cuales laboran en hospitales de Ciudad Juárez. 

Entre los afectados se encuentran 154 médicos, 282 enfermeros y 75 trabajadores más de otras áreas, como camilleros, laboratoristas o personal de farmacia. 

TRES MESES SIN VER A SUS HIJOS 

Adrián y su esposa son dos enfermeros de 37 y 35 años, con 12 y 14 años trabajando en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) respectivamente, donde pese a todas las medidas de precaución que tomaron ella se contagió debido a la falta de protección adecuada por parte de las autoridades, aseguraron. 

Desde que comenzó la pandemia en Ciudad Juárez, les cambió la vida. El primer reto que tuvo la pareja fue separar a su familia, y alejarse de sus cuatro hijos, de 11, 13, 16 y 20 años. 

“Ambos somos enfermeros y cuando se puso feo nosotros dejamos de ver a nuestra familia, mandamos a nuestros hijos con nuestros papás, los repartimos a dos con cada abuelo. 

Y hasta la fecha, desde que empezó la pandemia, tenemos ya casi tres meses sin verlos… fue muy difícil porque tuvimos que hablar con ellos, explicarles y fue difícil porque ellos se fueron con miedo, pensando lo peor”, narró el padre, quien todos los días se comunica con sus hijos a través de videollamadas. 

Ante la falta de equipo de protección personal en el hospital donde trabajan, desde que comenzó la pandemia ellos han tenido que gastar todos los días en cubrebocas N95, por lo que a la semana invierten más de 500 pesos cada uno en su seguridad, destacó. 

Pese a ello, a finales de abril su esposa se contagio de Covid-19, por lo que sufrieron además un impacto emocional, ya que aunque ambos se mantuvieron en la misma casa durante toda la cuarentena, ella se tuvo que aislar en un cuarto al que él sólo le llevaba la comida y los medicamentos. 

“Estábamos sin vernos, con miedo por las complicaciones que han estado pasando sobre el Covid… ha sido muy difícil. 

Ella empezó con fiebre, dolor de pecho, agitación, se agitaba con lo más mínimo; con el simple hecho de irse a bañar, o sea, de levantarse del cuarto a la regadera ya era como si hubiera ido a correr un maratón. 

Perdió el apetito y por la fiebre aun con el medicamento se tenía que estar bañando cada hora porque le subía mucho –la temperatura–… yo la veía mal”. 

Así vivieron los primeros siete días de síntomas, relató. 

Anímicamente “la verdad ha sido muy difícil, es un cambio de 180 grados. La gente no lo entiende porque ellos no ven cómo se muere la gente, no ven lo que sufren. Nos tocó ver pacientes que de la noche a la mañana se complicaban y pues no había nada que hacer”, lamentó. 

Económicamente el contagio también les afectó, ya que ellos tuvieron que comprar el tratamiento para Covid-19, con un costo superior a los 2 mil pesos. 

“Nos hemos manifestado nosotros porque no hacen nada, ni el sindicato. Y pues desgraciadamente hemos visto morir a muchos compañeros. Y para mí en realidad ha sido en vano –su muerte–, porque a la ciudadanía le vale madre, se sale, anda haciendo carne asada, anda haciendo filas para cerveza. Al camión de cerveza le traen mariachi y a nosotros nos apedrean, nos golpean, nos echan café, nos echan cloro. Para mí las muertes de ellos han sido en vano, porque la ciudadanía no ha valorado el sacrificio que hacemos todos… es mucha impotencia”, lamentó quien confesó extrañar a sus hijos y a sus padres. 

Tras manifestaciones, Adrián aseguró que se les ha asegurado que les va a brindar toda la protección necesaria, pero que no se les da, a algunos bajo el argumento de que no trabajan directamente en el área Covid, aunque sin darse cuenta atiendan a contagiados del virus que ingresan a los hospitales. 

“Nos dan un cubrebocas y quieren que nos dure una semana”, lamentó el enfermero, quien pidió a la comunidad entregar el apoyo que quieran directamente al personal. “Hubo una junta donde el director del hospital estaba llorando porque él decía que ya no sabía qué hacer con tantos muertos, porque se te moría uno y en lo que atendías uno ya estaban muertos otros dos allá y luego ya estaban otros tres… si fueran los muertos que dicen, las funerarias no hubieran colapsado. Yo apuesto que ellos –las autoridades– han registrado más de mil casos –de muertes–”, señaló. 

Adrián le pidió a la comunidad que “se relajó a partir del primero de junio” que se cuide porque no sólo está poniendo en riesgo su vida y la de su familia, sino también la del personal de salud. 

ONCE HAN PERDIDO LA BATALLA 

“Es para mí esto una pesadilla, es algo que no comprendo”, narró Martha Rodríguez de López, una enfermera jubilada, tras la muerte de su hijo, Octavio “Tavo” López, enfermero del Hospital número 6 del IMSS que murió a causa de Covid. 

Durante la pandemia, 11 trabajadores de la salud han muerto a nivel estatal, cuatro doctores, cuatro enfermeros y tres trabajadores más de otras áreas de los hospitales, la mayoría de ellos en Ciudad Juárez, donde la cifra de defunciones en el personal médico a causa del nuevo coronavirus hasta ayer era de ocho personas, tres médicos, tres del área de enfermería y dos de otras áreas hospitalarias. 

El primero en perder la batalla contra el Covid-19 fue Tavo, quien también era conocido como “Hulk” y dejó a dos hijos en orfandad. “Él era una persona muy preparada, muy capaz, muy trabajador (…) Estaba trabajando y se sintió mal, pero a mí no me avisó, me avisaron hasta el día siguiente que murió. 

Fue tan pronto que no sé cuánto tardé en asimilar esto que nos está pasando a la familia. Sólo Dios sabe cuándo nos va a dar la resignación, la paz que no tenemos”, confesó su madre. 

“Veo gente en la calle o en los centros comerciales, tienen que estar en su casa, por favor, lo dice una madre que ha perdido su hijo, y no por andar en la calle, él estaba trabajando cuando pasó esto”, lamentó. 

De acuerdo con las autoridades de Salud, “se estima que más del 40 por ciento está recuperado”, sin embargo, el daño emocional continúa en ellos, al igual que en el resto de los trabajadores que todos los días ven en los hospitales a enfermos combatir la muerte. 

Para Bere, quien también es enfermera, al miedo de contagiarse y de estar lejos de sus hijos se ha sumado el dolor de atestiguar el sufrimiento de los enfermos. 

“Escuchar el sufrimiento de las personas quejarse por no poder respirar, sienten que se ahogan, sudan frío, les duele el pecho, tienen diarreas toda la noche y tos”, narró a través de sus redes sociales junto a una imagen en la que mostró las marcas de los goggles de protección en su rostro. 

Hasta ayer, la cifra total de contagiados confirmados en Chihuahua era de 2 mil 308 personas, 286 de las cuales han muerto y 606 se han recuperado. 

En Ciudad Juárez oficialmente se han contagio mil 451 personas, 313 de las cuales han perdido la vida, mientras que 212 se han recuperado.

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