Juárez

Hasta con drones buscan a paseño en el Valle

Fue ‘levantado’ tras masacre en Riberas hace una semana

Staff
El Diario de Juárez

domingo, 01 septiembre 2019 | 10:07

Cortesía

Ciudad Juárez— La Fiscalía General del Estado (FGE) busca por aire y tierra a José Francisco Quezada Espinoza, de 29 años, quien hoy cumple una semana de haber sido privado de la libertad de manera violenta, dio a conocer el fiscal de Distrito Norte, Jorge Arnaldo Nava López.

Los vecinos de la comunidad Doctor Porfirio Parra, conocida como Caseta y frontera con Fabens, Texas, advirtieron la presencia de tres drones que sobrevolaban el pueblo. También fueron observados en ejidos como El Mimbre y Barreales.

Nava López dijo ayer a El Diario que los drones que sobrevolaron las comunidades del municipio de Guadalupe son propiedad de la Fiscalía.

Los investigadores han realizado diversos cateos en busca de casas de seguridad donde presuntamente se ocultan los hombres que participaron en la masacre registrada hace una semana en Riberas del Bravo.

Durante los primeros minutos del pasado 25 de agosto fueron asesinadas las estadounidenses Lindsay, Sherlyn y Arleth Sánchez Gordillo, de 14, 13 y 4 años, así como su tío Rafael Gordillo González, de 25 años. En ese evento Quezada Espinoza, ciudadano americano, fue privado de la libertad.

Las víctimas se encontraban en el exterior de un rancho ubicado en la etapa cinco del fraccionamiento Riberas del Bravo, en el nororiente de Ciudad Juárez, y hasta el momento el dueño de la propiedad aparece como el objetivo del ataque, según las investigaciones de la FGE.

Los residentes de esa comunidad refirieron, a condición del anonimato, que en Caseta reside “Richy”, uno de los hombres que presuntamente participó en la masacre que motivó la participación del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).

Nava López dijo que la participación de la agencia federal estadounidense está limitada a las identificaciones de los ciudadanos estadounidenses que murieron en el ataque armado. 

Sin embargo, Quezada Espinoza no es el único estadounidense desaparecido.

El 22 de julio el paseño Sergio Osvaldo Longoria González, de 21 años y residente del municipio de Guadalupe, salió a trabajar a bordo de una camioneta Caravan color guinda. 

Al no regresar a su hogar, su esposa y demás familiares lo empezaron a buscar por diferentes comunidades y ejidos sin resultados favorables, por lo que optaron por reportarlo como ausente ante la FGE.

“El vehículo fue reportado como robado y tampoco ha sido localizado”, dice un entrevistado y de quien se reserva nombre por motivos de seguridad. Al momento de salir de su casa, Sergio vestía una playera de color lila, un pantalón roto marca Dickies y tenis color negro marca Nike, describe.

Una de las líneas de investigación establece que Sergio se encontró con “El Richy”, quien le pidió información por la pieza de un vehículo. Con ese pretexto lo privó de la libertad en una camioneta pickup color blanca, la cual posteriormente pintó de negro.

Ese mismo vehículo fue descrito por los testigos de la masacre cometida en Riberas del Bravo, según las investigaciones. 

Familiares de Quezada Espinoza han clamado a los sicarios que regresen a su ser querido con vida, al asegurar que no está relacionado con ninguna actividad ilícita.

Sus hermanas y esposa lo han descrito como un hombre trabajador, quien tiene un empleo honesto y es responsable de velar por la seguridad de sus seres queridos.

redaccion@redaccion.diario.com.mx

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