Es una apasionada fotógrafa a pesar de que perdió la vista desde bebé

Scarlette Nicole Ortiz tiene 10 años de edad, es una niña que desde bebé perdió la vista, pero a pesar de su discapacidad, cursa la educación primaria, toca el piano, canta y compone canciones, además de que participa en competencias de ajedrez y taekwondo.

Otra de sus pasiones es la fotografía, arte que practica desde hace dos años y lo combina con las demás actividades que tiene dentro y fuera del Centro de Estudios para Invidentes Asociación Civil (Ceiac), institución a la que asiste desde los cuatro años.

Resultado de su pasión y entrega por todo lo que hace, las fotografías de Nicole han sido expuestas en el Museo Interactivo ‘La Rodadora’ y el Museo de la Revolución en la Frontera (Muref), colección denominada “Otras miradas”, en la que también expusieron otros niños del Ceiac.

Todos ellos aprendieron utilizando la técnica Bavcar, nombre que se le otorgó en honor a Evgen Bavcar, un fotógrafo esloveno que también es invidente, comentó la directora de la institución, Otilia Herfter Rivera.

Indicó que Nicole ha destacado no sólo en la fotografía, ya que en el Centro de Estudios para Invidentes también asiste a las clases de ajedrez, música, apoyo académico y de tecnología asistida.

Actualmente ella cursa el quinto grado de educación primaria y toma sus clases de apoyo académico, en las que ha logrado aprender a leer, escribir y saber matemáticas a través del sistema braille y el ábaco japonés.

La directora del Centro indicó que en el taller de música, Nicole se ha presentado en los recitales que se efectúan cada fin de ciclo, denominado “Tocando música desde el Braille”, dirigido por el profesor Roberto Prieto, evento en el que interpretan melodías con el piano.

“La clase de música es una de sus preferidas, le encanta tocar el piano, le gusta componer sus propias canciones, además de cantar, en su escuela la ponen a cantar en los eventos, por ello ha participado representando a su escuela a nivel Zona Escolar”, comentó la mamá de la niña, Claudia Constantino.

En ajedrez, otra de las clases que le gustan, ha participado en dos torneos para personas con discapacidad, mismos en los que ha logrado estar en los primeros lugares.

En el deporte, asiste a clases de taekwondo, desde hace más de un año, ahora es cinta verde, mostrando que su discapacidad no es un límite para sobresalir, utilizando cascabeles para lograrlo de la mejor manera y ha llegado a participar en un torneo de barrio en el cual logró sacar el primer lugar.

“A Nicole”, dice su madre, “le gusta comer hamburguesas, le encanta escuchar música, se divierte jugando con sus muñecas en sus ratos libres. Ama a su hermano Albert, de 7 años de edad, con quien juega Xbox.

Su papá Albert Cristopher Ortiz, dice sentirse orgulloso de su primogénita, quien le ha enseñado siempre la nobleza de su corazón.