‘Es tan seria la adicción que llevan amarrados a sus hijos’

Ciudad Juárez.- Encargados de centros de rehabilitación que operan en Juárez expusieron que el consumo de fentanilo se está focalizando en los adolescentes que se inician con drogas “fuertes”, ya sea por desconocimiento o experimentación.

Además son los más vulnerables, consideró Eduardo Palacios, del Centro Amar Chihuahua A.C. un lugar que opera con recursos propios sin apoyo del Estado y atiende a poco más de 30 personas con diversas adicciones.

Narró que en este albergue sólo han atendido un caso de un paciente con abstinencia por fentanilo y la experiencia vivida fue de 15 días muy difíciles para ellos y el usuario, una persona que abandonó la heroína en busca de mayor placer.

“Él consumía diariamente 11 dosis de heroína de 60 pesos cada una, es decir, 660 pesos diarios y 19 mil 800 por mes, y después por 200 pesos conseguía una dosis de fentanilo que le dejaba un efecto de día y medio… gastaba menos pero el daño a su salud fue mayor”, explicó.

El usuario llegó a pedir ayuda a este centro y dijo que permaneció 15 días sin dormir, con un terrible dolor de huesos, vómito y diarrea, además de una ansiedad total, aseguró.

“El consumo ahorita es alarmante, puede que no sean muchos casos, nosotros sólo hemos atendido a uno en ocho meses, pero el daño es mucho.

Dos compañeros (en rehabilitación) nos han dicho que les han ofrecido fentanilo pero ellos lo rechazaron por miedo, saben las consecuencias y no quieren pagarlas”, dijo el encargado.

El responsable de la atención primaria a consumidores de drogas de Amar Chihuahua dijo que la experiencia que ellos han tenido ha sido con menores ya “enganchados” con el fentanilo. Eso para él es el verdadero foco rojo.

“Aquí han llegado madres que buscan ayuda para sus hijos y el cuadro de abstinencia que presentan es tan serio que los han traído amarrados. Y el problema es serio porque aquí en la ciudad únicamente existe un solo centro de atención a las adicciones que atiende a adolescentes”, expuso.

Aseguró que en esta frontera se desconoce, hasta el momento, el impacto real del consumo de fentanilo y qué organizaciones lo están atendiendo, porque oficialmente no se ha manejado un presupuesto para la prevención y atención al consumo del opioide sintético.

De acuerdo con el registro de Asociaciones Civiles del Gobierno municipal, Juárez cuenta con 29 centros de atención a las adicciones, al menos cinco de ellos operan con recursos de los gobiernos estatal o federal.

Oficialmente se desconoce el número de personas que están bajo tratamiento en estos centros y se carece de evaluaciones de efectividad en dichos tratamientos por parte de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones (CEAADIC) en la Zona Norte, dijo Diana Chavarri, directora de Ficosec.

La representante del empresariado reprobó la cerrazón a la información que existe en la CEAADIC.

Desde el martes El Diario solicitó una entrevista con Laura Gutiérrez, coordinadora de CEAADIC en la Zona Norte, sin embargo, la servidora pública ayer rechazó responder a las preguntas realizadas bajo el argumento de que la información ya estaba en poder de la Dirección de Comunicación Social de Gobierno del Estado.

El personal de esa dependencia declinó entregar los datos solicitados sin justificar el motivo.

Un informe del Servicio de Investigación del Gobierno de Estados Unidos advirtió que, pese a interrupciones iniciales en la cadena de suministros, el tráfico de drogas procedente de México hacia ese país “parece haber vuelto a niveles previos a la pandemia”, además de que el flujo de fentanilo en particular está prosperando.

Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) del vecino país, por separado, mostraron en abril pasado un aumento de hasta 600 por ciento en los decomisos de esta sustancia en los cruces internacionales de este sector.

El doctor José Andrés Sumano Rodríguez, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), expuso que el auge del fentanilo ha cambiado de manera importante el negocio del narcotráfico en México, así como sus dinámicas y organización.

Explicó que las rutas tradicionales de tráfico de cocaína y heroína hacia los Estados Unidos se han vuelto menos atractivas debido al auge de los opioides y drogas sintéticas.

Y si bien en Juárez la droga de mayor consumo es el ‘cristal’, ya existe consumo de fentanilo.

“Si bien los datos oficiales que se tienen de consumo de fentanilo son pocos, de donde sí podemos obtener la información es con el trabajo de inmersión que realizan las organizaciones de la sociedad civil en campo, es como logramos conocer que la droga que domina el tema del narcomenudeo en Juárez es el ‘cristal’ pero que también es cierto que poco a poco se está introduciendo el tema del fentanilo y que poco a poco los grupos criminales están promoviendo su consumo local”, dijo en entrevista telefónica desde Tamaulipas.

Dijo que muchas veces disfrazan opioide sintético al mezclarlo con otras drogas, pero poco a poco lo empiezan a introducir con la idea de generar una base de consumo en las ciudades fronterizas, más en Tijuana que en Juárez, por estar más en la ruta del fentanilo, pero se debe asumir que no es un fenómeno ajeno a Juárez.

La droga más rentable para el narcotráfico

La elaboración de la sustancia tóxica, conocida como fentanilo y sus derivados carfentanilo, mil veces más potente que la morfina, y el omefentanilo, 6 mil 300 más potente que el analgésico natural, es tan accesible que incluso sus fórmulas se encuentran en la red y son de acceso al público. Sólo algunos componentes no pueden adquirirse, por lo que la delincuencia organizada los trae de China, dijo el investigador de El Colef.

“La puedes fabricar en laboratorios y elaborar pastillas, que es la presentación más fácil de esconder, eso hace que las ganancias sean mayores y es mucho más rentable para los grupos criminales que las drogas tradicionales. El fentanilo supera por mucho los márgenes de ganancia y por eso es tan atractivo y por supuesto en Estados Unidos con su crisis de opioides arrastra este fenómeno por la gran demanda”, explicó.

Dijo que inicialmente la ruta de tránsito era el Pacífico por los cargamentos marítimos que provenían de China, pero al incrementarse la producción se ha reagrupado el narcotráfico para ajustarse a la demanda de Estados Unidos.

“Cada vez se produce más fentanilo en México y esto hace que las rutas se desplacen más hacia el este y ahí Juárez está metido, enfrentando además los propios conflictos internos que tiene la frontera con respecto a la presencia de grupos criminales”, agregó.

Dijo que en Juárez sí hay antecedentes de algunos laboratorios de fentanilo desmantelados, sí se trafica por Juárez y en cuanto el consumo es marginal al menos en narcomenudeo en comparación del ‘cristal’, pero va creciendo aunque no es tan complejo como en otras ciudades como Tijuana, Guaymas, Cajemé.

Dijo que en Juárez, como en el resto del país, hay un gran control de la producción, venta y distribución del fentanilo por dos grandes grupos que lideran estas actividades: el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, que operan a través de grupos locales como franquicias, pero que están sujetos al control.

El secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales, dijo ayer que durante los decomisos de más de 52 mil unidades de fentanilo, los portadores han declarado que la droga proviene del estado de Jalisco para su internación a Estados Unidos, no para venta local al menudeo.

Puede que no sean aún demasiados casos de usuarios, pero el daño que provoca la droga sí es mucho, advierte especialista