‘Es la peor forma de desprecio’

Ciudad Juárez— Juárez sigue siendo una ciudad marcada por el feminicidio, que es la peor forma de desprecio, el mal más grande que se puede infligir a una criatura de Dios, y en este caso a la mujer, expresó ayer el sacerdote Hesiquio Trevizo en la liturgia dominical, transmitida por Internet.

En víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el religioso y también vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez recordó la visita que realizó el entonces obispo de esta ciudad, don Renato Ascencio, al Papa Benedicto.   

“El Papa estaba enterado de Juárez: ya cuando el obispo llega, el Papa tiene todo el informe, tanto el que se manda como el que él recaba por medio de sus embajadores, y le dijo a don Renato, ‘una sociedad que está matando a sus mujeres no tiene futuro no solamente en México, en Latinoamérica y muchas partes’”, expreso.

Sin embargo, añadió, aquí en nuestra ciudad esto es una característica que nos ha señalado y que viene de años.

“Todos debemos tener mucho cuidado ante un fenómeno de esta naturaleza, entonces ya no se puede fiar uno de nada… el impedimento para matar se hace cada vez más débil, ya que casi es un acto mimético, fácil, porque ya no es un problema moral, es un problema de astucia y de oportunidad”, expresó.  

Dijo que uno siente que la sociedad se convierte en una amenaza, ya no se puede estar seguro de nada e incluso en la propia casa no se encuentra refugio. 

“Vivimos esta situación de inseguridad, que psicológicamente tiene muchos impactos. Cuando el asesinato y el robo se convierten en delitos menores, la vida se impregna de miedo, en quien confiar”, expresó el religioso.

Señaló que cuando el matrimonio no es sagrado dejan de nacer familias donde los hijos encuentren un lugar y la célula nuclear de la sociedad empieza a desvanecerse.

“El problema familiar en Juárez es colosal, y con eso la sociedad pierde su fundamento constituyente. Es la familia como el principio de la ciudad, el fundamento de la ciudad, decía Cicerón 50 años antes de Cristo. Se desvanece esa célula y la sociedad se hunde”, expresó durante la misa dominical.

Trevizo, al inicio de la liturgia mencionando que la sociedad a veces la percibimos también como una amenaza y lo que pasa cuando no se cumplen los mandamientos se ve y se oye a diario en los medios de comunicación. “Ese goteo constante de sangre, de muerte, en la que estamos metidos todos los días”, señaló. 

“Cuando las personas ya no saben lo que está bien y es correcto, cuando no se cumplen las reglas y normas preestablecidas, el mundo se deshumaniza”. Entonces el mundo sin reglas da miedo y es gravísimo el problema de la inseguridad, hoy celebrando el entorno del Día de la Mujer nuestra ciudad sigue siendo una ciudad marcada por el feminicidio.