Juárez

Era picadero lugar de la masacre

Hondureños, 3 de las víctimas; sicarios hicieron más de 70 disparos

Staff/
El Diario de Juárez

sábado, 04 mayo 2019 | 06:00

La vivienda donde la madrugada de ayer fueron asesinadas cuatro personas –entre ellas tres migrantes hondureños– y al menos tres más resultaron heridas, funcionaba como “picadero” o punto de consumo y venta de ‘cristal’.

Esto mantenía atemorizados desde hace casi un mes a los vecinos del fraccionamiento Riberas del Bravo, aseguraron.

Según información de la Fiscalía General del Estado en la Zona Norte, el ataque se reportó minutos antes de las 3 de la mañana en la calle Rivera de los Pinos número 2808-29 cruce con Rivera de Mitla, a menos de 800 metros del límite fronterizo con Estados Unidos.

En ese lugar murieron una mujer y dos hombres a quienes se les encontraron identificaciones de Honduras, además de otro hombre aún no identificado.

Primero los rodearon, luego dispararon

Tres personas más quedaron heridas en la vivienda, una mujer de 16 años y un hombre de 28, además de un adolescente de 17 años que se refugió por horas dentro de una casa cercana. Según vecinos, al menos seis personas más huyeron del lugar dejando rastros de sangre sobre la calle. 

“Se escucharon muchos balazos, una muchacha gritaba, los heridos salieron corriendo entre las calles… se veía todo rojo, volaban los casquillos”, narraron horas después de la masacre los vecinos de Riberas del Bravo, en cuyas calles quedaron los rastros de sangre.

El temor para los habitantes de la etapa VIII del complejo habitacional –ubicado en el norponiente de Ciudad Juárez– comenzó días antes de Semana Santa, cuando un hombre de aproximadamente 25 años llegó a vivir a la casa verde con el número 2808-29, rodeada de viviendas deshabitadas, en una calle con poca iluminación y muy cerca del río Bravo.

“Cuando llegó puso cámaras en la cuadra, tenían lleno de cámaras de video y audio, tenía vigilada toda la calle. Vendía (drogas), luego luego vimos que andaba mal, pero nosotros no queríamos problemas ni nada, nada más ya no los dejábamos salir para nada, ni a la cancha ni nada”, dijo una mujer sobre las medidas de seguridad que tomó con su familia desde entonces.

“Siempre entraba mucha gente a la casa, el martes o miércoles tuvo una fiesta con banda y tambora, y muchas chavalillas”, por lo que los vecinos prefirieron resguardarse en sus viviendas esa noche.

Dijeron que desde hacía días hombres llegaban a tomarle fotos a la casa, lo que hizo sospechar que algo malo iba a ocurrir.

Pero fue hasta antes de las 3:00 de la mañana de ayer cuando el “terror” comenzó. Llegó una camioneta y comenzaron a disparar por la puerta y las ventanas.

“Primero se acomodaron, los rodearon –antes de disparar–, pero si les hubieran dado chance –de responder la agresión– quién sabe cómo se hubiera puesto aquí”, dijo un vecino.

Los primeros disparos que escucharon fueron los de arma corta, después continuaron las ráfagas, y mientras quienes estaban dentro de la vivienda eran impactados y algunos trataban de huir, los vecinos se escondían en los baños o en los últimos cuartos de sus casas, ante el temor de ser víctimas de una bala perdida.

“Corrimos para adentro a escondernos”, agregó el hombre.

Otra mujer narró que estaba acostada junto a la puerta de su casa y al escuchar los disparos pensó que eran dirigidos su vivienda, por lo que se aventó al piso y se dirigió hacia sus hijas, aunque su esposo ya las estaba protegiendo con su cuerpo.

“Yo pensé que habían matado nada más a una persona, pero se oyeron muchos que corrían, muchachas, creo que a una le dispararon en una pierna. Tuvimos miedo, nos quedamos adentro esperando a que llegara la Policía”, dijo un habitante del sector.

Agentes preventivos llegaron a los 10 minutos, pero el trabajo de la Fiscalía duró hasta la mañana de ayer, por lo que los vecinos prefirieron no enviar a sus hijos a la escuela, para evitar salir de sus casas hasta que todo pasara.

“Es un lugar muy inseguro, yo no dejo salir a mis hijos, no hay luz; la Policía y los militares patrullan y a veces paran a la gente para revisarla, pero la inseguridad los rebasa”, lamentó una vecina.

Punto de violencia

Según cifras de la Fiscalía, hasta ayer sumaban 483 homicidios dolosos durante 2019 en Ciudad Juárez, de los cuales, de acuerdo con seguimientos periodísticos, al menos 16 personas han sido asesinadas en 12 hechos distintos que se registraron en Riberas del Bravo.

Según el Observatorio Ciudadano y el Atlas de Bienestar y Seguridad del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec), debido a su extensión y nueve etapas, el complejo habitacional abarca los cuadrantes 526, 528 y 530, en los cuales el año pasado se registraron siete homicidios, mientras que desde 2015 a la fecha suman 40 víctimas.

En los últimos tres años también se han denunciado ante las autoridades 85 lesiones dolosas y 44 robos a casa habitación en dicho sector, donde de 11 mil 013 viviendas registradas, 4 mil 110 están deshabitadas, es decir el 37.31 por ciento.

Tras la masacre ocurrida ayer, la Fiscalía en la Zona Norte informó que la Agencia Estatal de Investigación y la Dirección de Servicios Periciales realizan diligencias en la escena del crimen, donde “se tuvo a la vista los cuerpos sin vida de tres hombres y una mujer, los cuales presentaban como huellas de violencia múltiples heridas producidas por proyectiles de arma de fuego”.

Se dijo que los peritos en criminalística de campo fijaron y embalaron 70 casquillos de calibres .223 (arma larga) y 9 milímetros (arma corta), además de teléfonos y residuos de la droga conocida como “cristal”, así como artefactos para su consumo.

También se informó que se buscará la coordinación con la embajada de Honduras para corroborar la nacionalidad de las tres víctimas que portaban identificaciones centroamericanas y poder contactar a sus familias. (Staff / El Diario)

redaccion@redaccion.diario.com.mx

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