Encabezan madres lucha vs impunidad

Ciudad Juárez.- En Ciudad Juárez las madres de las víctimas han encabezado la lucha contra la impunidad en los feminicidios, recordó a través de redes sociales el Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer (Cedimac), al compartir las historias de algunas de ellas.

“Durante años luchar por ellas, sus hijas, ha sido otra forma de recordarlas”, señaló la organización que compartió las historias de las madres y de sus hijas, con los hashtags “#LuchadoPorEllas” y “#LasRecordamos”, en el marco del Día Internacional de la Mujer.

“María Sagrario era empleada de una maquiladora y catequista, tenía 17 años y toda una vida por delante cuando la asesinaron (en 1998). Responsables de su feminicidio siguen en libertad”. Su madre es Paula Flores Bonilla, cofundadora de Voces sin Eco, la primera organización de familias que levantó su voz para exigir justicia por sus hijas entonces desaparecidas y cuyas acciones, como la creación de una cruz negra sobre un fondo rosa, se convirtieron en un símbolo de lucha contra el feminicidio a nivel internacional, compartió Cedimac Juárez.

Silvia Elena Rivera Morales desapareció en 1995, trabajaba en una zapatería y le gustaba la música de Selena. “Le decían que se parecía a ella”, recuerda su mamá, Ramona Morales Huerta.

Tenía 16 años y muchos planes para su futuro porque quería darle una mejor vida a su mamá, quien junto con otras madres fue de las primeras en movilizarse para exigir justicia por el crimen contra sus hijas.

“La lucha que las madres emprendieron colocó a Ciudad Juárez en el mapa, dando a conocer a la sociedad mexicana y del mundo entero la violencia sistemática de la cual siguen siendo víctimas las mujeres en esta ciudad”, destacó Cedimac Juárez.

“Queríamos la justicia, queríamos lograr que se hiciera justicia, por eso fue la unión”, dice Soledad Aguilar Peralta sobre el colectivo Voces sin Eco, del cual formó parte desde 1995, cuando perdió a su hija y a su nieta.

En 1995 Cecilia Covarrubias Aguilar tenía 14 años y su hija menos de un mes de nacida. La adolescente fue asesinada y su hija desaparecida.

“Era una mamá responsable y fue madre soltera. Llevó a su bebé al centro de salud y ya no regresó. Ahora su hija tiene 28 años y no conoce a su familia”, lamenta Soledad.

María Elena Chávez Caldera tenía 16 años en el año 2000. Le gustaba mucho la música, por lo que compró una grabadora y se encerraba en su cuarto a oír música y bailar. Era empleada doméstica y era muy apegada a su hermano menor. Cuatro meses después de desaparecer fueron encontrados sus restos.

Julia Caldera Chávez suma ya 23 años de lucha, teniendo que enfrentar la negligencia de las autoridades desde la identificación de los restos de su hija, para lo cual tardaron cuatro años, relató la organización apoyada por Iniciativa Spotlight en México.

También compartió las historias de Brenda Berenice Bermúdez, quien apenas tenía 6 años cuando la asesinaron y su madre, Juanita Rodríguez Bermúdez, quien sigue exigiendo justicia por el asesinato que continúa impune; de Claudia González y su mamá, Josefina González; Olga Alicia Carrillo Pérez y su madre, Irma Pérez Franco; Esmeralda Herrera Monreal y su mamá Irma Monreal; Brenda Patricia Luna Armendáriz y su mamá María Esther Armendáriz; y de Cristina Escobar González y su mamá Catalina González.