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Juárez

En espera de una oportunidad

Tres mil migrantes extranjeros aguardan el llamado de Estados Unidos en los albergues de esta ciudad

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

jueves, 02 septiembre 2021 | 12:50

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez | Niños y mujeres conviven en el área de literas en el ‘Kiki’ Romero Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez | Eilín fue recibida en Juárez junto a otros 259 indocumentados y actualmente radica en el ‘Kiki’ Romero

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Con el término del programa de excepción humanitaria al Título 42, el Gobierno de Estados Unidos mantiene desde hoy sus fronteras cerradas a las solicitudes de asilo, mientras que cerca de 3 mil migrantes permanecen albergados en Ciudad Juárez con la esperanza de que el presidente Joe Biden les otorgue una nueva oportunidad de ingresar a su país. 

“Nosotros pedimos una oportunidad, nosotros no somos delincuentes como ellos nos catalogan. Algunos agentes de Migración se ríen de uno, a veces nos tratan mal. Y hay casos que sí requieren de atención, sí requieren de un asilo, pero nunca nos preguntan nada, ni nos dejan explicarles nunca que nosotros no podemos regresar a nuestro país”, dijo Eilín, quien hace 18 días fue expulsada de Estados Unidos a México bajo el Título 42. 

Hasta hace dos meses, la vida de Eilín era “normal”, ella trabajaba como enfermera y su esposo en un banco, pero a él lo amenazaron para que les diera la información de confidencial de algunos clientes y tras negarse a hacerlo tuvieron que huir de Centroamérica, con la esperanza de refugiarse en Estados Unidos, en donde encontraron una frontera cerrada. 

El traficante de personas que contactaron no les dijo que la frontera estaba cerrada, y les ofreció llegar hasta Estados Unidos a cambio de 12 mil dólares, los cuales reunieron con el finiquito de su esposo, sus ahorros y la venta del automóvil familiar que remataron. 

Después de 12 días de cruzar México, llegaron hasta Reynosa, Tamaulipas y atravesaron el río Bravo hacia McAllen, en el área del Valle de Texas, donde estuvieron detenidos por cinco días para después ser trasladados en un avión hasta El Paso.

En la vecina ciudad fueron revisados de la cabeza para descartar que tuvieran piojos, y aunque ellos sólo tenían caspa porque no los habían dejado bañarse, los hicieron cambiarse y tirar toda su ropa. 

Eilín aseguró que en El Paso les pidieron la dirección y el nombre de quien los iba a recibir en Estados Unidos, a quien le hablaron y le dijeron que serían trasladados a un albergue de una organización y posteriormente le llamarían para que les enviara sus boletos de transporte. Sin embargo, dos días después los subieron a un camión, al bajarlos los formaron y los guiaron hasta la mitad del puente internacional Stanton-Santa Fe, donde un agente de la Patrulla Fronteriza les señaló con la mano que debían seguir caminando hacia el sur. 

“Nos dimos cuenta de que estábamos en México cuando vimos que decía ‘Bienvenidos a México’, y en un cerro decía Ciudad Juárez, entonces todo mundo empezó a llorar, la verdad, porque es bien difícil, porque uno recorre un camino peligroso, se ven muchas cosas, se viven muchas cosas. Hay gente que le cuenta a uno que es difícil el camino, pero la verdad nunca le dicen a uno qué tan grande es el peligro y a lo que uno expone a sus hijos”, relató la mujer centroamericana de 36 años de edad. 

En Ciudad Juárez fueron recibidos por personal de Grupo Beta el lunes 9 de agosto, cuando fueron expulsados bajo el Título 42 un total de 260 migrantes centroamericanos, provenientes del Valle de Texas, bajo el argumento de que significan un riesgo para la propagación del Covid-19 en Estados Unidos. 

“Nosotros llegamos devastados a Ciudad Juárez, no podemos regresar a nuestro país, no sabíamos a dónde íbamos ni qué íbamos a hacer, pero aquí nos acogieron bien y nos dijeron que íbamos a estar seguros, platicamos con el director (Rogelio Pinal, director de gimnasio municipal ‘Kiki’ Romero) y nos dijo que ahorita no había posibilidad de asilo en Estados Unidos, pero que aquí podíamos estar siete días y después ir a otro albergue”, narró. 

Al ver que todos los niños que son expulsados de Estados Unidos ingresan al albergue filtro con enfermedades respiratorias, debido a las bajas temperaturas que mantienen las autoridades de Estados Unidos en los centros de detención, Eilín se ofreció para apoyar como enfermera del albergue juarense. 

“Los coyotes le pintan a uno las cosas diferentes, ellos por ganar el dinero tiran a la gente (a Estados Unidos). Estos días hemos recibido a cientos y cientos, y todos los niños vienen enfermos”, dijo quien esperará con su familia en esta frontera hasta que el Gobierno de Biden anuncie una nueva oportunidad de solicitar asilo. 

Hasta ayer, las organizaciones Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante (HIAS), Las Américas y la Red Católica de Inmigración Legal (Clinic) apoyaron a miles de migrantes a ingresar a Estados Unidos bajo el programa de excepción humanitaria al Título 42, el cual terminó el 31 de agosto; sin embargo, ayer ingresaron 17 personas más que ya estaban registradas, a través de dos puentes internacionales. 

Mientras tanto, Estados Unidos continúa expulsando diariamente a más de un centenar de centroamericanos a Ciudad Juárez, provenientes del Valle de Texas, bajo el Título 42, a quienes se les realiza la prueba de Covid-19 y se les ofrece apoyo humanitario en esta frontera. 

Rogelio Pinal, director de Derechos Humanos del Municipio y coordinador del gimnasio municipal “Kiki” Romero, destacó que los migrantes se encuentran esperanzados en tener una nueva oportunidad de asilo en el vecino país, por lo que todos los días un grupo de ellos pide ser trasladado al Centro Integrador para Migrantes Leona Vicario, con la intención de esperar a que Estados Unidos abra sus fronteras. 

“Llegamos a Estados Unidos, nos quedamos cinco días en la hielera (centro de detención), pero nos dijeron que la frontera está cerrada y que no nos pueden dar asilo”, lamentó Carlos, un guatemalteco que al perder su trabajo como agricultor dejó a su esposa con cinco hijos en su país y decidió ir a Estados Unidos con su hija de cinco años, pero ambos fueron expulsados. 

“La recomendación que les damos ahorita a quienes apenas piensan salir de sus países es que tomen una decisión informada, que no se dejen engañar, porque ahorita no hay opción de asilo en Estados Unidos y no hay condiciones de recepción en los espacios de acogimiento”, dijo Dirvin García, coordinador del Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM).

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