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Juárez

El sueño de Samir es cruzar la frontera

El niño de 9 años espera junto a su mamá y sus hermanos poder reunirse con su padre, quien salió de Honduras al huir de la violencia

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

martes, 09 noviembre 2021 | 12:41

Carlos Sánchez / El Diario de Juárez | Migrantes en el albergue Leona Vicario

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Ciudad Juárez.— A sus nueve años de edad, Samir tiene dos sueños: el primero es poder cruzar la frontera para volver a ver a su papá y el segundo es crecer para convertirse en rescatista y bombero.

“Quiero ser eso para siempre que le pase algo a la gente yo rescatarlos. Y quiero ver a mi papá, me dice que ya pronto voy a estar con él; dice que Estados Unidos es bonito… Honduras es bonito también, y Juárez también es bonito, porque me tratan bien en la Casa del Migrante”, narró quien fue recibido en el albergue católico de esta frontera el pasado 28 de septiembre, justo el día de su cumpleaños.

Como Samir y sus tres hermanos, actualmente hay cerca de mil 800 niños, niñas y adolescentes albergados en Ciudad Juárez, junto a sus padres, en espera de poder solicitar el asilo en Estados Unidos, el cual concluyó el pasado 30 de agosto cualquier posibilidad de solicitud de asilo para los migrantes.

Después de tres meses de migrar desde Honduras hasta Monterrey, y luego a Ciudad Juárez, con su mamá y sus tres hermanos, Samir acudió el fin de semana a la misa binacional que celebraron en El Punto los obispos de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos; de Nuevo Casas Grandes, Jesús José Herrera Quiñónez; de Las Cruces, Peter Baldachinno, y de El Paso, Mark Seitz.

Durante la ceremonia él cargó dos cruces blancas, las cuales llevó hasta el altar para entregárselas a los obispos que honraron a los 557 migrantes muertos durante el año fiscal 2021, en toda la frontera de Estados Unidos con México, y que pidieron un alto a las violaciones a sus derechos humanos. 

Samir y su familia, llevan su propia cruz cargada desde hace un año, cuando por amenazas de las pandillas, su papá tuvo que huir de su país para ir a Estados Unidos. Luego, hace tres meses ellos también tuvieron que salir, en busca del asilo político del gobierno de Joe Biden, pero se encontraron con una frontera cerrada para los migrantes. 

“Llegamos hace tres meses a México, pero como cerraron la frontera ya no logré cruzar. Nunca hemos cruzado a Estados Unidos… salimos por amenazas y ha sido muy difícil (migrar con cuatro hijos), ellos me dicen que desean, anhelan llegar al otro lado”, narró Norma Rivera, de 38 años de edad, madre de Samir y de tres hijos más, de 18, 13 y 11 años. 

Hace un año su esposo cruzó la frontera por Reynosa, mientras que ellos llegaron a Monterrey, en donde les recomendaron venir a Juárez para cruzar con el apoyo de una organización de abogados; sin embargo, 28 días antes Estados Unidos ya había cerrado todas las posibilidades de asilo para los migrantes. 

El presidente Joe Biden, “que se compadezca de nosotros, también nosotros queremos estar allá”, pidió la mujer luego de que Estados Unidos reactivara el flujo binacional a los viajeros con visa de turista y esquema de vacunación completo. 

“Lo más complicado ha sido no traer dinero, en Honduras trabajaba, venimos de San Pedro Sula… a ver qué dice Dios”, dijo quien busca llegar con sus hijos hasta Houston, para poder reencontrarse con su esposo.

Samir y sus hermanos acuden mientras tanto a las clases que ofrecen trabajadoras en la ludoteca del albergue, así como los promotores de la organización internacional Save the Children. 

“A mí me gusta ir a la escuela, quiero ser policía para arrestar a los que fuman drogas”, aseguró Santos, de 13 años, quien pese a ser un adolescente refleja en su mirada la inocencia de un niño y los sueños de lograr una vida lejos de la violencia que se vive en su país. 

Nader, de 11 años, comparte el sueño de su hermano Samir, de ser bombero; mientras que César de 18, cree que al poder cruzar la frontera podrá encontrar una vida mejor junto a su familia, por lo que dice que buscará ingresar al Ejército de Estados Unidos; “me gusta la militaría”, aseguró el centroamericano. 

De acuerdo con el Consejo Estatal de Población (Coespo), aproximadamente el 60 por ciento de los cerca de 2 mil 500 migrantes que hay actualmente albergados en Ciudad Juárez son mexicanos desplazados por la violencia, mientras que el 40 por ciento restante son centroamericanos, que huyen de las pandillas o buscan una vida mejor.

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