Denuncia discriminación en oficina de Licencias

Al frente de las oficinas del módulo de Licencias para conducir, ayer se manifestó Gerardo Mares, un hombre con discapacidad auditiva, para denunciar un trato discriminatorio ocurrido durante el jueves 17 de febrero, cuando al efectuar el trámite se le dijo que por su condición representaba un peligro para la sociedad.

La semana pasada, Gerardo acudió a las oficinas para obtener su documento en compañía de su hermana, quien asistió para fungir como intérprete pues la dependencia le dijo que no había quién le ayudara a comprender las indicaciones al momento de realizar el curso, por lo que solicitó que se adapten los reglamentos a personas con alguna discapacidad.

Ante la situación, Gerardo interpuso una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en la que relató lo sucedido con el objetivo de que el trato hacia las personas con discapacidad sea más empático e incluyente y, sobre todo, para evitar que alguien más enfrente los actos discriminatorios de los que, denunció, fue víctima. 

Por otra parte, indicó que entre las restricciones establecidas al momento de expedirle su licencia de conducir, se señaló que debe emplear equipo acústico, a pesar de que por su condición de sordera profunda no represente utilidad alguna, pero aclaró que gracias a los decibeles de las patrullas y ambulancias logra detectar cuando se aproximan.

Ayer a la 1:00 de la tarde, Gerardo se manifestó al exterior de las oficinas de Licencias y expresó su malestar con ayuda de un intérprete de lenguaje de señas; además, estuvo acompañado de Ignacio Díaz, secretario ejecutivo del Consejo Municipal para Prevenir la Discriminación (Comupred), quien afirmó que los actos de discriminación contra personas con discapacidad son constantes. 

“Es frecuente el trato desigual hacia las personas con discapacidad, porque al pedir un trato igualitario lo que reciben es un trato de manera despectiva. Muchas veces, los funcionarios lo que quieren es sólo darles un empujón a las personas con discapacidad”, dijo Díaz. 

La queja ante la CEDH fue interpuesta el pasado viernes 18 de febrero, pero con la intención de dar a conocer la situación que enfrentan las personas con discapacidad, Gerardo decidió acudir a las instalaciones de la dependencia para solicitar que se contrate personal capacitado para atender a la ciudadanía a partir de las diversas circunstancias que cada quien padece. 

Sin embargo, ante el caso de Gerardo, Xóchitl Contreras, coordinadora estatal de Licencias, dijo que las normas internacionales estipulan que las personas que tramiten el documento deben tener una capacidad auditiva cuando menos del 35 por ciento, porque de ello depende la seguridad vial; asimismo, indicó que si bien la dependencia cuenta con médicos certificados, no tiene intérpretes. 

“El joven tiene sordera total, ni siquiera con aparatos auditivos puede escuchar, obviamente esto le impide estar facultado de poder manejar o maniobrar si viene una ambulancia, por poner un ejemplo”, dijo Contreras, quien explicó que también la dificultad de leer los señalamientos viales representa una potencial dificultad para conducir.