PUBLICIDAD

Juárez

Dejan huella en la Casa del Migrante

La mayoría de los artículos son colocados en las imágenes religiosas del albergue católico, mientras que otros han sido regalados por los migrantes a las trabajadoras

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

lunes, 12 abril 2021 | 16:15

Hérika Martínez Prado/El Diario de Juárez Hérika Martínez Prado/El Diario de Juárez Hérika Martínez Prado/El Diario de Juárez Hérika Martínez Prado/El Diario de Juárez

PUBLICIDAD

Ciudad Juárez.- Las pulseras que les colocaron en los centros de detención, rosarios hechos con lápices o con bolsas de plástico, cuadros creados por ellos mismos con imágenes religiosas y pasaportes de sus países, forman parte de las huellas que dejan mexicanos y extranjeros a su paso por la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.

La mayoría de los artículos son colocados en las imágenes religiosas del albergue católico, mientras que otros han sido regalados por los migrantes a las trabajadoras.

“Este rosario lo hicieron con lápices, los cortaron en pedacitos… esto lo hacen los deportados mexicanos en los centros de detención de Estados Unidos, allá les enseñan a hacer todo esto; ellos lo hacen con las bolsitas de las papitas, con ese material fabrican estos zapatitos, hacen estos portarretratos, esto también”, explicó Rosa María Parra, una de las trabajadoras de la Casa del Migrante al mostrar los diversos artículos.

Una cruz de madera, una imagen de San Judas Tadeo y dos figuras más de la Virgen resguardan entre sus manos, su cuello y sus pies rosarios creados por los migrantes con bolsas de plástico del supermercado.

Cuando son deportados ellos vienen y por agradecimiento, ya sea a la Virgen o a San Juditas, porque ya están libres, vienen y entregan como ofrenda lo que ellos hacen allá. Son muchas las cosas que ellos nos han dejado aquí”, narró quien se encarga de recibir y a veces de cocinar a los migrantes.

En las imágenes religiosas que se encuentran en la entrada del albergue destacan también un sinnúmero de coloridas pulseras de plástico con los nombres y la fotografía de los migrantes mexicanos que son detenidos para ser deportados a México.

Pasaportes de cubanos y dibujos en hojas de máquina se encuentran también en la entrada del albergue.

Rosy, como le llaman todos en la Casa del Migrante, atesora además en la oficina artículos que las personas le han regalado a ella antes de partir a su lugar de origen, entre las que se encuentra un cuadro de papel con una imagen religiosa que le entregó Esther, una migrante mexicana, el 4 de marzo de 2018.

Un huarachito hecho con madera y portarretratos con la imagen de la Virgen de Guadalupe creados con palitos de paletas, forman parte de los recuerdos de Rosy y el resto de las trabajadoras del lugar dirigido por el sacerdote Francisco Javier Calvillo.

Desde hace 26 años la Casa del Migrante les ofrece un espacio seguro en dónde permanecer, ropa, alimentos, atención médica, apoyo psicológico y actividades recreativas, además de espirituales a los migrantes, en su paso por Ciudad Juárez; un paso que desde 2019 se ha convertido hasta en un año y medio de refugio para algunos extranjeros.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search